El San Pablo Burgos sorprende al Real Madrid y complica al vigente campeón

El San Pablo, que salió concienciado con estos arreones madridistas, se recuperó y le endosó al rival un parcial de 16-2 en 4 minutos, lo que le permitió pasar a dominar el marcador, 18-14, ante el enfado de Pablo Laso.

Pese a las rotaciones, el técnico madridista no encontró el quinteto adecuado, más allá de la aportación de Walter Tavares en el primer cuarto y de Jaycee Carroll en el segundo.

Tras el 22-23 con el que finalizaron los primeros diez minutos de juego, en el segundo cuarto el duelo se igualó. El San Pablo, fiel a su juego, no especuló y plantó cara a un Real Madrid más fallón de lo habitual, que se fue al descanso con desventaja en el marcador, 44-41.

El San Pablo también dominó los rebotes, concediendo escasas segundas opciones, lo que acabó colapsando el ataque madridista, que tampoco pudo poner en liza el juego en campo abierto por la defensa de su rival.

Un 5-0 de salida en la continuación, obra de Thad Mcfadden, disparó al Burgos en el marcador, 49-41, y tensó las orejas de un Real Madrid que no acababa de encontrarse cómodo en la pista.

Con Mcfadden inspirado en ataque y Pablo Aguilar cerrando muy bien el rebote atrás, el San Pablo siguió gozando de ventajas, 60-52 (m.26). Una defensa en zona y el poco acierto madridista en el lanzamiento elevó la ventaja del San Pablo a diez puntos, 65-55 (m. 27.30).

Dos triples de Sergio Llull, que acudió al rescate de su equipo, dejaron el marcador más igualado al final del tercer cuarto, 68-62.

El Real Madrid pisó el acelerador en defensa y con Rudy Fernández, Llull y Carroll en el juego perimetral pudo estrechar el marcador, 70-67 (m.31.45). El tercer triple del menorquín en apenas cuatro minutos supuso devolver al Madrid a números positivos, 72-74 (m.34.10).

Pero de nuevo cayó el Madrid en un lapsus aceptando un peligroso parcial de 7-0 en momentos delicados, pasando de un 72-74 a 79-74 a falta de 3 minutos.

A 98 segundos para el final el 81-81 elevó la tensión. El Real Madrid no encontró el camino del aro y el San Pablo aguantó los nervios con una gran Vitor Benite hasta romper el maleficio y los pronósticos del grupo con una victoria por 87-83.