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Carlos Mayo, entre la bata y el tartán

Carlos Mayo, entre la bata y el tartán

«He acabado medicina, y ahora la aparco porque quiero dar lo máximo en el atletismo, pero lo compaginaré siempre que pueda. El ejército es otra opción, me gusta mi país», comenta el atleta que tiene como objetivo los Juegos de Tokio

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Domingo, 19 de julio 2020, 01:19

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Hijo de farmacéuticos, ambos desempeñando su profesión en instituciones militares. Un padre que hizo 2.30 en maratón... A Carlos Mayo la vida le ha llevado casi por inercia a una encrucijada. Tiene tres posibles vías por las que avanzar y en todas ellas se atisba un futuro prometedor. A sus 24 años, camino del cuarto de siglo, por el momento se ha decidido por la alta competición atraído por el dulce aroma de los resultados que parecen conducirle a los Juegos Olímpicos de Tokio. Prevé que Valencia tendrá gran relevancia en su carrera deportiva, contempla retomar su trayectoria en la rama de la salud y no descarta la vertiente militar: «Me gusta mi país, es una opción que está ahí».

Lleva una pulsera con la bandera de España, y sus padres trabajan en la base aérea y en el hospital militar de Zaragoza, ambos como farmacéuticos. También viene de familia lo de la dirigir sus estudios por la rama de la salud. «La medicina no es una vocación, sino algo que me atrae», señala el atleta aragonés, que tiene claro que le gustaría enfocar su vida profesional hacia el deporte: «Traumatología, pero más encaminada al diagnóstico que al quirófano porque me gusta el trato con el paciente. La cardiología también me atrae».

Pero eso será más adelante. Acaba de terminar la carrera y ha aparcado el MIR. «Ahora quiero centrarme en el atletismo, en dar lo máximo. El objetivo es ir a los Juegos y mejorar mis marcas», dice Carlos Mayo: «Deseo ser médico, pero considero que soy un privilegiado por haber llegado al nivel en el que estoy en mi deporte y quiero aprovechar estos años de máximo rendimiento». Tiene claro que volverá a ceñirse la bata, pero eso no significará dejar el tartán, el asfalto o las sendas: «Los voy a compaginar siempre que pueda».

Y eso también lo vio desde niño. Tanto él como su hermana empezaron en el atletismo siguiendo el ejemplo de José Luis, su padre, especialista en largas distancias. «Yo probé varios deportes, pero me di cuenta de que tenía condiciones cuando quedé décimo de España si entrenar demasiado. Ahí decidí tomármelo más en serio», apunta.

Carlos Mayo fue el último campeón nacional antes del confinamiento al ganar en el certamen de campo a través celebrado en Zaragoza. Ahí batió a su compañero de entrenamiento Toni Abadía. Hace unos días, ambos atletas, junto a Chiki Pérez, se retaron en el Estadio del Turia en una carrera de 2.000 metros. Esta vez se impuso Abadía, que reside en la ciudad, y que ya había declarado que quería quitarse la espina.

«Lo de ser el último campeón pre Covid-19 fue una casualidad, yo estoy contento por lo que conseguí, llegué en un buen estado de forma», indica Carlos Mayo: «A priori, el confinamiento me perjudicó porque había alcanzado el mejor estado de forma de mi vida. Venían competiciones interesantes y podía conseguir la clasificación para Tokio. El trabajo más duro lo había hecho y tocaba afinar para la pista».

También extrae una lectura que puede llegar a ser positiva: «Ahora tengo un año más para los Juegos, que me puede venir bien a nivel de madurez por las pruebas en las que me muevo yo. Soy joven, tengo 24 y hasta los 30 puedes mejorar en esas distancias», apunta. La vuelta se la ha tomado con calma, tras un invierno en que hacía entre 160 y 180 kilómetros semanales, y con la perspectiva del Campeonato de España en septiembre.

El objetivo va a ser el billete a Tokio, en 5.000 o en 10.000 metros. Si lograra mínima para ambas pruebas, Carlos Mayo se plantea correr sólo una en los Juegos: «Haría las dos si no quitase el puesto a un compañero». En este camino, compaginará Zaragoza con concentraciones en altura... y Valencia. Aquí reside Abadía y viene mucho Chiki, ambos compañeros de entrenamiento en el grupo de Pepe Mareca. «Es una ciudad que me gusta por el clima, tiene playa y está volcada con el atletismo», afirma. También tiene en mente debutar aquí en medio maratón: «Creo que en España no hay otro mejor».

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