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Festejo de toros en la calle. APLAUSOS
Valencia celebra su agosto taurino en las calles y lo llora en las plazas

Valencia celebra su agosto taurino en las calles y lo llora en las plazas

El coso de Xátiva, de monumento protegido a monstruo varado y vacío I Sólo hoy, 14 de agosto, se soltaran en las calles 56 toros de las mejores ganaderías de bravo, el equivalente a nueve corridas

JOSÉ LUIS BENLLOCH

Domingo, 14 de agosto 2022

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Llega, mañana lunes, la festividad de la Asunción, la Mare de Dèu d'Agost en nuestras tierras. España vuelve a la normalidad y arde en fiestas, lo que supone convertirse en un gran ruedo: toros, toros, toros, en la calle o en la plaza o en la calle y en la plaza. Solo en la Comunidad Valenciana este puente de la Virgen se celebrarán en sus calles más de cien festejos ¡una alegría! demostración de su arraigo cultural y social y ninguno en la plaza, esa es la cruz, desde que la política secuestró entre otros, el coso de Xàtiva, antes monumento protegido ahora un monstruo varado en la nada. Todo ello fruto de unos tiempos en los que se intenta que el toreo arda en una extraña hoguera inquisitorial a cuenta de un buenismo de lo más hipócrita, por el que se rasgan las vestiduras por las mayores simplezas y se hacen los longuis en las cuestiones de peso.

Aún así y a su pesar, en estas calendas cuesta encontrar fiestas sin toros. Si nos referimos a la Comunidad, el incremento de bous al carrer tras el parón de la pandemia es de un veinte por ciento sobre las cifras de años anteriores a la misma. Otro efecto del paréntesis ha sido el saneamiento de las arcas de las peñas y asociaciones y una mayor disponibilidad económica, que ha propiciado que se disparase la demanda de toros cerriles, solamente hoy sábado 14 de agosto, se soltaran en las calles valencianas 56 toros de las mejores ganaderías de bravo, el equivalente a nueve corridas de toros, y cifras semejantes se dieron en los días posteriores.

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El caso es que antes y ahora, aunque las teles solo tengan tiempo y espacio para los abigarrados conciertos musicales, llegado la Virgen de Agosto, comienzan las llamadas ferias del norte como gran referencia en el calendario taurino. Quien no se viste de torero el 15 de agosto que no se considere torero se decía, ya no es así pero casi. El icono es Bilbao con su Asten Agusia y su toro impresionante y su bien vestir en los tendidos -no es necesario hablar de su buena gastronomía- pero antes se habrá celebrado la no menos elegante Semana Grande de San Sebastián, la Peregrina de Pontevedra y la colorista feria de la Albahaca de Huesca y habremos llorado la perdida, pendiente de las próximas elecciones, de la feria de Begoña en Gijón donde una alcaldesa sectaria rebuscó la excusa más extraña para ponerle un candado a los toros; y no quisiera olvidar como previa de todo ese norte taurino la feria de Tudela, no solo de capitales vive el toreo, territorio donde el gran Benítez y su seguidores, allá por 1965, se redimieron del fiasco de San Fermín, la única feria que, contra pronóstico, nunca se rindió al dominio del huracán cordobesista. Y acabamos de pasar la feria de Estella, donde hace treinta años un jinete, Pablo Hermoso, naturalmente, comenzó a quitarle la capitalidad del toreo a caballo al mismísimo Jerez y ahora ha celebrado su feria ¿la del adiós del héroe…? junto a Morante que ha querido reconocer la importancia del caballero navarro.

Francia, también

Y a todo ello se sumarán las ferias del país vasco francés, Dax, Bayona, Mont de Marsan… ferias modelo Bilbao a diferencia de las plazas del sudeste francés que tienen como referencia Sevilla, aunque si nos quedamos a las puertas del coliseo romano de Nimes o del de Arles se podría asegurar que también tienen mucho de modelo Valencia con sus bandas de música en la calle, sus grandes paellas y su Paquito el Chocolatero como banda sonora, sin obviar el baile por sevillanas, el fino, el amor al toro y a lo español hasta componer una tarjeta kitsch que vivido sabe mucho mejor que contado. No es cuestión baladí si reconocemos que se trata de la única cuña cultural que les hemos aportado a los galos estos últimos años.

Y no solo es el norte, fuera de ese ámbito se habrá celebrado la feria de Málaga, en ella están, un ciclo que tras los vaivenes que supuso un innecesario ascenso de categoría administrativa -solo trajo problemas- se asienta a la vez que la ciudad se pone guapa, se vigoriza y crece en su vocación de capitalidad andaluza, con argumentos sobrados para una cuestión y otra.

Plaza de toros de Xàtiva.
Plaza de toros de Xàtiva. LP

Valencia, en la calle

En tierras valencianas, dejado atrás el impacto José Tomás en Alicante, el día que la plaza y su entorno se quedaron chicos, la actividad taurina de este agosto se celebra en la calle y se llora en las plazas o mejor sobre las moquetas de los despachos de la clase política que a falta de pragmatismo económico o social en sus políticas, con la falta que hace, se agarran a las pancartas de una modernidad excluyente y pacata. Los ejemplos están en Villena, una plaza recuperada por aclamación popular, una maravilla arquitectónica que llegados los de la pancarta la colonizaron y la chaparon para los toros; no se puede decir mucho más, esta vez sin obras por medio, de la Joya Levantina, es decir de Ondara, que cada año cuando amanecía la temporada, se convertía en plaza lanzadera de los nuevos valores, así fue desde Palomo a Aparicio; o de la de Monover, otra joya, esta del Vinalopó, sin que haya mucha diferencia con Villena…

Una lista de víctimas de un sectarismo que encabeza el coso de Xàtiva, que capitales al margen, fue la feria de mayor rango de la Comunidad. La pelea que mantiene sus aficionados, con Pepe Calatayud al frente, se viene estrellando contra la tozudez de una clase política que la identifica con personalismos anteriores y no, no es la obra de Rus sino el desastre de Rus que fue quien midió mal el tiro, no voy a decir interesadamente, y se cargó el regusto histórico de la anterior a cambio de un inacabado y despersonalizado proyecto que ahora se desmorona vacío de historia y contenido. Y en medio de ese batallar político en agosto nos queda Bocairent convertido en baluarte serrano para la reconquista taurina y aula para los futuros fenómenos.

Luego, entrado septiembre, tiempo de las Vírgenes aparecidas, otra vez liturgia y toros de la mano del pueblo, Requena y Utiel este año apuestan por el toro-toro como principal atractivo, salvarán el honor del toreo en la plaza.

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