Las orillas de Antonio Orozco bañan Valencia

La impronta sonora del catalán Antonio Orozco llegaba a los Conciertos de Viveros de Valencia en una de las citas que más público ha sido capaz de congregar. La popularidad del cantante, su paso por La Voz y la presentación de Dos Orillas de forma oficial en la ciudad, fueron alicientes más que suficientes para que subiera a escena el Ozean's Tour. Pese a que ya estuvo por estos lares hace escasos 3 meses, Orozco sigue ofreciendo eso que sus seguidores esperan: canciones emocionales en las que verse reflejados y la presencia de un músico directo y sincero con el que disfrutar.

Y así fue. Repasando gran parte de su último trabajo ( solo se dejó Te quiero todavía fiera del setlist, Orozco se transformaba en el showman que tiene que animar a los presentes. Indicaciones a un respetable sencillas y concisas que los seguidores acataban sin más problemas. Así, se repasarían temas como Temblando (con el que apareció por primera vez sobre el escenario de Viveros), Eres, Dos orillas o Toda mi verdad. Compartiendo cita con Llegará, Ser o no ser o No hay más.

Una propuesta que, lejos de convertirse en uno de esos conciertos que los asistentes recordarán días después, sí que fue efectista en la medida en que Orozco sabe cómo llegar a la gente. De forma un tanto forzada lejos de lo que podría haber sido un concierto de fiestas patronales, Antonio Orozco utilizaba su propio show para solidarizarse con quienes más lo necesitan a través de las nuevas tecnologías (SMS). Pero el recorrido de Orozco viene mucho antes de que se convirtiera en coach del talent show de marras. Y es ahí donde residen gran parte de sus temas más redondos. No en vano ese Antonio Orozco que le dió a conocer hace ya 14 años contiene gran parte de los temas que todavía sigue llevando a sus directos. Desde el Devuélveme la vida (sin Malú como partenair vocal), a Lo que tú quieras soy pasando por El viaje. Cortes que no puede dejar a un lado y que también llegan a sus orillas.

Jordi Alba, en el escenario

Un final del concierto en el que la banda que le acompañaba (Jordi al bajo, Marcos a la percusión, Xavi a los teclados, Toni a la batería y Johnny a la guitarra) desaparecía y dejaba al catalán solo ante su guitarra. Pese a las baladas incluidas en el setlist, fue el único momento de la noche para que el ritmo se calmara, para escuchar realmente sus letras. Y ahí es donde aparece la versión de Triana Abre la puerta niña, un homenaje a los sevillanos. La revisión de Estoy hecho de pedacitos de tí y el tema Una y otra vez. Saludo y despedida de un Antonio Orozco que volvía encomendándose a esas Dos orillas conceptuales de su trabajo. Como anécdota, el jugador Jordi Alba compartió con él escenario, aunque fuera solo para saludar a los presentes