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Lola Herrera. Daniel Dicenta
Lola Herrera, actriz: «Con la crisis, muchos profesionales de la cultura se han quedado por el camino»

Lola Herrera, actriz: «Con la crisis, muchos profesionales de la cultura se han quedado por el camino»

La intérprete estrena en el Olympia 'La velocidad del otoño', junto a Juanjo Artero y bajo la dirección de la valenciana Magüi Mira

César Campoy

Valencia

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Martes, 17 de octubre 2017, 23:19

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Alejandra tiene casi 80 años. Se siente viva, pero su familia no opina lo mismo. Ha pasado a convertirse en un estorbo, y los suyos quieren que abandone su casa. Allí, acorralada, cócteles molotov en mano, recibe la inesperada visita de Cris, un hijo al que hacía 20 años que no veía. A partir de aquí, todo puede pasar, y para demostrarlo, Lola Herrera y Juanjo Artero, se suben al escenario del Olympia, desde hoy, para representar 'La velocidad del otoño', el texto de Eric Coble, dirigido por la valenciana Magüi Mira.

-La dificultad para envejecer, ¿depende más de la sociedad en la que vivimos o del entorno más próximo?

-La estructura de la sociedad en la que vivimos es determinante, porque todo ha cambiado muchísimo. A partir de los 65 años ya estás muerto, porque, además, si quieres seguir trabajando, todo son trabas.

-Efectivamente, tratar de trabajar con 80 años, supone no poder cobrar la pensión adquirida. Es una especie de invitación a que uno se jubile, sí o sí.

-Claro. ¿Por qué no puedo seguir trabajando si estoy bien de salud y me gusta lo que hago? Si te decides por esta opción, pierdes tu pensión que, por otra parte, y por lo que tenía entendido, era un derecho adquirido. Es una especie de castigo cuando, realmente, si uno decide seguir en la brecha, lo que está haciendo es seguir cotizando para que todos podamos vivir mejor. Lo considero un robo.

-¿Qué piensa una persona con su energía cuando ve que hay quien, con 30 años, ya se muestra derrotado y caduco?

-Si no tienes energía cuando eres joven, poco puedes hacer. La senda no es sencilla para aquellos que no somos millonarios. No es bueno tener prisa, hay que ir labrándose ese camino, poco a poco. Me fastidia mucho ver a la gente que se cansa enseguida. La fuerza y la disponibilidad se han de ejercitar.

«Mientras uno no esté trastornado, tiene todo el derecho a decidir cómo y dónde pasar su vejez»

-Vuelve a trabajar bajo la dirección de Magüi Mira, tras aquel 'En el estanque dorado'.

-Sí. Es una mujer que me aporta mucha armonía y conocimiento. Es una actriz maravillosa que, por lo tanto, sabe entender, a la perfección, la psicología de los intérpretes. Tiene un gusto especial y ha conseguido que, entre todos, hayamos dado vida a una obra llena de emoción, que pone sobre el tapete un problema del cual no se quiere hablar.

-También repite, después de 'Seis clases de baile en seis semanas', con Juanjo Artero, un actor capaz de irradiar sentimientos y ternura, tan sólo, con la mirada.

-Sin duda. ¡Es un hijo estupendo! Es muy fácil trabajar con él, porque salimos todos los días a tirarnos de cabeza. Por eso, muchas veces, la función se nos pasa en un pispás.

-¿Es cierto que hay espectadores que les confiesan que, tras salir del teatro, lo primero que hacen es llamar a sus madres?

-Sí. En varias ocasiones. Esto te hace pensar en que la libertad de los demás, aunque sean mayores, no puedes dirigirla tú. Mientras una persona no esté trastornada, tiene todo el derecho a decidir cómo, dónde y con quién ha de pasar su vejez.

«La macroeconomía puede decir lo que quiera, pero no son más que palabras vacías»

-¿Le da tiempo a uno a ir preparándose para ese otoño, o el tiempo pasa demasiado rápido?

-El tiempo pasa muy rápido. No te das cuenta. La de la vejez es una etapa que no sabes cuánto va a durar. Lo único que tienes claro es que estás más cerca el final de tu ciclo vital. Hay que saber asumirlo desde muy pronto. Durante demasiado tiempo nos han impedido hablar de la muerte como de algo natural. Y lo es. Lo mejor es ir haciéndose a la idea porque, en este mundo no nos vamos a quedar.

-La macroeconomía asegura que la crisis merma, pero en la calle no se opina lo mismo. En el universo del teatro, ¿hay luz al final del túnel?

-A nivel general, la crisis ha acabado con muchas cosas que será complicado volver a recuperar. En el teatro y la cultura hemos bajado un escalón muy grande. Muchos profesionales se han quedado por el camino. Sí, la gente sigue yendo a las salas, pero las entradas son carísimas, y las paredes, limitadas. No actuamos en plazas de toros o estadios. La macroeconomía puede decir lo que quiera, igual que todos esos vendedores de humo que aparecen en los telediarios. No son más que palabras vacías.

-¿Usted puede decir que ha tenido suerte?

-Sí, como la productora con la que trabajo, Pentación. Pero eso no confirma la regla. Que una compañía funcione bien no significa que no se haya perdido mucho en todos estos años, sin ir más lejos, con el tema del IVA.

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