Posteguillo reescribe la historia de Paiporta desde el Antiguo Egipto
«Las 18 páginas de 'Los tres mundos' sobre una inundación me salieron del alma», señala el autor valenciano en la Biblioteca Municipal del pueblo donde él vivió la dana
El 29 de octubre de 2024, Santiago Posteguillo estaba en la Galia. Sus dedos recorrían con destreza las teclas del ordenador donde escribía la ... tercera parte de su serie sobre Julio César, 'Los tres mundos', que acaba de ver la luz. Estremece escuchar de su propia voz que estaba enfrascado en un capítulo titulado 'Vastatio', devastación. Eran las 18:20 horas y su pareja, Ana, le dijo de subir a la parte alta del edificio porque su hermana le contaba que algo muy extraño estaba pasando, pues en Paiporta no caía ni una gota y el barranco del Poyo venía desbordado. Lo que percibieron sus ojos inspiró la célebre intervención de diez minutos en el Senado, una conclusión salida de las entrañas a lo que había sido una conferencia sobre el emperador romano del que le quedan otras tres obras por publicar.
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«Quince días después de la dana yo no estaba pensando ni en la Galia ni en Julio César. Cuando vi a aquellos senadores tan satisfechos de sí mismos no pude evitar añadir esos diez minutos a la conferencia. Quise contar lo que se vivía aquí y ni siquiera sabía que se grababa», ha afirmado Santiago Posteguillo durante su presentación de 'Los tres mundos' en la Biblioteca Municipal de Paiporta, o lo que empieza a resurgir de la que quedó arrasada, al menos en su planta baja, tras la tragedia de 2024. «Tiempo después volví a mi trabajo y acabé aque capítulo, 'Vastatio', en el que Julio César ordena aniquilar a una tribu. Y luego tuve que escribir un capítulo sobre una inundación en el Antiguo Egipto», recuerda.
Posteguillo ha señalado que un periodista de América Latina le preguntó si ese capítulo 121 de 'Los tres mundos' está inspirado en lo que aconteció en la dana y cómo la vivió él en Paiporta. Para responder a la cuestión ha recordado otra que le formuló otro reportero respecto a la muerte de Trajano y por la forma tan emotiva de relatarlo. «Pues porque reviví la de mi padre, que falleció por las mismas circunstancias», ha señalado el escritor valenciano. Pues lo mismo sucedió en el tercer volumen de Julio César, donde Posteguillo ha relatado la misma inundación, o al menos para relatar una se ha inspirado en otra que el vivió en segunda persona: «Escribí aquellas 18 páginas del tirón, me salieron del alma».
A las 18:20, mientras Posteguillo dejaba de escribir 'Vastatio', Isabel Castillo y otras 14 personas se quedaron atrapadas en esa Biblioteca Municipal de Paiporta que ahora pelea por volver a la vida. La intervención del escritor se ha llevado a cabo en la segunda planta. La baja sigue emulando a ese capítulo, 'Devastación', que quedó inacabado el 29 de octubre de 2024. Al recinto hay que entrar por un lateral, por la puerta de la escuela de personas adultas. La principal está tapiada porque el día de la dana entraron una furgoneta camper, varios coches, bombonas de butano… que empezaron a golpear y destrozarlo todo, mecidas por el torrente incontrolado de agua. «A la gente le habíamos dicho que quien se quisiera ir a casa que lo hiciera ya, porque el Poyo estaba desbordándose», recuerda Isabel Castillo.
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La bibliotecaria y las 14 personas que se quedaron atrapadas aquel día en el edificio volvieron a nacer. «Nos tuvimos que subir al tercer piso porque aquí (donde ha sido la presentación de Posteguillo) vibraba todo por los golpes de los vehículos en las vigas. A las 21:30 llamé a la concejala de Cultura, Esther Torrijos, y le dije que si se caía, que aquí buscasen 15 cuerpos», recuerda Isabel Castillo. Pasaron la noche a salvo pero con miedo. Preocupados por sus allegados y sabiendo que otros familiares también estarían aterrados por ellos. Cuando empezó a bajar el nivel salieron a ayudar a una mujer, la dueña de un bar cercano, que clamaba por su hija, atrapada en la planta baja. Le ayudaron a rescatar el cadáver. Cuando despuntó el alba ya al fin salieron, escalando entre coches. «Yo tardé tres horas en llegar a San Marcelino, donde viven mis padres», relata.
Isabel Castillo estuvo cuatro meses ayudando. Con la biblioteca cerrada, mutó en coordinadora logística, gestionando la llegada de camiones con ayuda y repartiéndola a quien la necesitaba, que era casi todo el pueblo. En febrero, cuando arrancó la reconstrucción de un recinto que perdió 28.000 volúmenes, la cabeza, el alma, todo el organismo de Isabel, dijo basta y tuvo que estar de baja. «Necesité ayuda psicológica, no me da vergüenza decirlo. Hoy puedo bajar a esa planta baja que aún está por reconstruir y contarte nuestra experiencia», comenta sonriente, ya de vuelta a su actividad laboral.
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«Estamos con el proyecto, a ver si el año que viene se puede reabrir como estaba antes. Poco a poco estamos volviendo a programar actividades culturales, es necesario para la gente después de todo lo que hemos sufrido», subraya Esther Torrijos. Una de las primeras, dentro de un noviembre literario preparado por el Ayuntamiento de Paiporta, ha sido esta conferencia de Santiago Posteguillo. El escritor ha querido que uno de los primeros eventos de 'Los tres mundos' sea en el pueblo que tanto sufrió y que al mismo tiempo, aunque sea un fragmento de 18 páginas, inspiró esta obra. Esa Biblioteca Municipal que quedó devastada y donde se desató, como en muchos otros lugares, el terror, ha acogido a más de un centenar de seguidores del valenciano. «Nos faltan unas cuantas personas, que todos sabemos por qué no pueden estar», ha lamentado en el inicio. Sí ha estado Moixeranga, una de las librerías arrasadas por la dana, que lucha por renacer. O Anna, una joven que reside en Picanya y que perdió cientos de libros cuando su casa quedó inundada: «Soy muy fan, mi hermana me los ha ido regalando todos, y los tenía firmandos. Ahora estoy volviendo a adquirirlos». Se lleva abrazados estos tres tomos de Julio César relatados por Posteguillo y firmados por el autor. Son tres libros que representan ese proceso de reconstrucción en el que sigue sumido Paiporta y del que, como con el relato de la vida del emperador romano, aún quedan muchas páginas por escribir.
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