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Philip Kerr deja huérfano a Bernie Gunther

Philip Kerr deja huérfano a Bernie Gunther

A través de su cínico y descreído detective mostró el ascenso y la caída del nazismo en Alemania y los primeros años de la Guerra Fría Autor de la negra 'Trilogía berlinesa' y ganador del premio RBA, el escritor escocés muere de cáncer a los 62 años

MIGUEL LORENCI

MADRID.

Domingo, 25 de marzo 2018, 00:11

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Era escocés, pero entró en la historia de la novela negra gracias a un descreído oficial alemán de las SS, Bernie Gunther, que trabajó en la Alemania nazi y en la de la Guerra Fría. Philip Kerr (Edimburgo, 1956), que vendió millones de libros gracias a este personaje, falleció ayer víctima de un cáncer, apenas un mes después de cumplir 62 años. Firmó trece novelas protagonizadas por Gunther en las que prestó un exquisito cuidado a su ambientación histórica. Con una de las novelas de la serie que inició con su 'Trilogía berlinesa' ganaría el Premio RBA.

Kerr estudió Derecho en Birmingham y filosofía en Alemania. Trabajó durante años para grandes firmas de publicidad antes de dedicarse en exclusiva a la literatura. El éxito le llegó en 1989 con la primera intriga del detective Bernie Gunther, 'Violetas de marzo', que catapultó su carrera. Publicó luego varias novelas ambientadas en la Alemania anterior a la Segunda Guerra Mundial y continuó la serie en las décadas posteriores, siguiendo siempre el hilo conductor de su renegado y atípico oficial y con una visión muy trabajada y completa del Berlín de los años treinta.

Exagente de la 'Kriminalpolizei' -la temida Kripo del III Reich de la que fue depurado por su negativa a afiliarse al partido nazi- Bernhard Gunther, Bernie, fue combatiente de la Primera Guerra Mundial. Especializado en buscar a personas desaparecidas, acabará trabajando a regañadientes como detective privado al servicio de capitostes nazis como Heydrich y Goebbels.

En la primera entrega de la saga Kerr sitúa la acción en el Berlín de 1936, cuando la capital del Reich se prepara para acoger los Juegos Olímpicos. En 1990 apareció 'Pálido criminal', en la que Gunther se verá obligado en 1938 a reincorporarse a la policía criminal para investigar los asesinatos de varias adolescentes. En 1991 llegaba la tercera entrega de la trilogía, 'Réquiem alemán'. Ambientada en 1947, tras la derrota de la Alemania nazi y en los albores de la Guerra Fría, Gunther entra en una intrincada trama de espionaje. Tardo Kerr quince años en retomar la saga que completó con 'Si los muertos no resucitan', 'Gris de campaña', 'Praga mortal', 'Un hombre sin aliento' o 'El otro lado del silencio'. Su detective era cada vez más cínico y descreído pero más humano. En la última novela de la saga publicada en España se encontraba con el escritor Somerset Maugham en la Costa Azul.

Su estilo incisivo y ágil, de fácil lectura, agigantó el éxito de unas novelas cimentadas en un exhaustivo trabajo de documentación, con escenas de violencia explícita e incisivos diálogos en la mejor estela de Raymond Chandler. La crítica sajona elogió su «impecable» documentación para retratar «un Berlín al borde del cataclismo y a la vez conmovedora y valiente».

Casi todas las novelas de Gunther se han publicado en castellano, salvo las dos últimas, 'Prussian Blue' (2017) y 'Greeks bearing gifts', la decimotercera, aparecida en el Reino Unido este año. Kerr trabajaba ya en otra entrega. Consagrado ya como un grande del 'noir' contemporáneo, con 'Si los muertos no resucitan' ganó en 2009 el tercer premio RBA, el de mayor dotación de su especialidad con 125.000 euros.

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