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Ángel Martín, ayer, durante una entrevista en LAS PROVINCIAS. TXEMA RODRÍGUEZ
Ángel Martín | «Después de la locura pude reconstruirme desde cero»

Ángel Martín: «Después de la locura pude reconstruirme desde cero»

El presentador, que sufrió un brote psicótico en 2018 y lo cuenta en 'Por si las voces vuelven', donde asegura que ahora es «más egoísta y más empático»

Álex Serrano

Valencia

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Martes, 30 de noviembre 2021, 01:17

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Ángel Martín (Barcelona, 1977) es un hombre de ademanes calmados, lejos del histrionismo del programa en el que triunfó, 'Sé lo que hicisteis'. Cuesta creer que es la misma persona que se metió con su perro en la piscina porque pensaba que el animal estaba poseído por un espíritu maligno, que estaba convencido de que su novia había dirigido 'Wonder Woman' y que sólo acudió al hospital a tratarse el brote psicótico que sufría porque un amigo olía a café. Esa es la historia que cuenta en 'Por si las voces vuelven' (Planeta, 2021), donde narra con sencillez sus avatares con una seria enfermedad mental.

–Volverse loco. ¡Qué expresión más impactante!

–No me lo parece. Tiene que ver con lo que sea impactante para cada uno. Nunca he tenido mucho apuro en llamar las cosas por su nombre.

–¿Cree que la gente sabe que existe la locura?

–Sí, lo que creo que no sabe es la magnitud que puede llegar a coger la locura. La gente que no haya vivido algo así o no tenga en su entorno gente que haya pasado por algo así se queda en un lugar muy superficial.

–El brote, ¿lo activaron las drogas o ya estaba ahí antes?

–Entiendo que las drogas empujan eso y lo aceleran. Desde luego son como meter una marcha más en la posibilidad de que eso suceda. Me ha escrito mucha gente para decirme que han pasado por lo mismo sin consumir ningún tipo de droga.

–También dice que ahora es mejor persona que antes de volverse loco.

–Sí, tiene que ver con que tienes que reconstruirte desde cero y de forma consciente. Haber pasado por algo así te deja a cero. No sabes quién eres. No tienes personalidad ni tienes nada. Tienes dos opciones: una, intentar descubrir quién eras y montar algo con esas piezas, que sabes que al menos alguna de ellas está mal y te ha llevado a acabar ingresado en un psiquiátrico, o rehacerte desde cero con las cosas que quieras incluir en tu personalidad.

–El Ángel de antes, ¿es muy distinto al Ángel de ahora?

–Sí, ahora sé escuchar. Generalmente tengo la sensación de que cuando estás hablando con alguien estás construyendo la respuesta o el argumento que vas a dar. No te estoy escuchando ni de broma. En el momento en que tu cerebro está en blanco, ya eres una persona totalmente distinta.

–¿Cómo consiguió que nadie supiera que oía voces en su cabeza durante tanto tiempo?

–No era consciente. Lo único era que no podía revelar la verdad de lo que estaba pasando. Para que nos hagamos una idea: tú y yo estaríamos hablando ahora mismo exactamente igual que ahora, sólo que mi cerebro sabría exactamente el significado de cada cosa que tenemos aquí: el hecho de que tu libreta sea morada tendría un significado, que lleves gafas otro… Absolutamente todo tendría un significado distinto.

–Visto en retrospectiva, ¿tenía que haber pedido ayuda antes?

–No la pedí yo, yo no podía decirle a nadie lo que me estaba pasando. Las voces me decían que si compartía lo que estaba descubriendo, sería algo tan salvaje que podría bloquear a la otra persona y no me iba a creer de ninguna manera.

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