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Ilustraciones: Alfonso Madrigal
Los desconocidos finales de los clásicos de la literatura castellana

Los desconocidos finales de los clásicos de la literatura castellana

'XLSemanal' y Zenda lanzan una encuesta para saber quién es el escritor español por excelencia

Isaac Asenjo

Madrid

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Miércoles, 3 de abril 2019, 12:33

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Toda gran historia merece un buen final, aunque es más que probable que ni nos suene cómo acaban los clásicos de la literatura castellana. Son los grandes olvidados en detrimento de los comienzos. Y es que son más las veces que el impacto inicial queda en la memoria que las que permanecen las últimas palabras en nuestro recuerdo.

Poemas épicos, novelas picarescas, populares comedias o pasiones desaforadas, todas y cada una pertenecientes a la historia de nuestras letras y protagonizadas por los grandes autores de la literatura española. Desde Miguel de Cervantes a Benito Pérez Galdós, recordando a Emilia Pardo Bazán o Antonio Machado, a Pío Baroja o Mercè Rodoreda. Todos ellos forman parte de la gran encuesta elaborada por XLSemanal, y Zenda, que de la mano de Arturo Pérez-Reverte buscan hasta este 3 de abril al escritor español por excelencia. Los resultados se conocerán el 21, en vísperas del Día del Libro.

Antes de continuar leyendo, aquí puedes completar un test para poner a prueba tus conocimientos

  1. Miguel de Cervantes

    Don Quijote

La última palabra que Don Quijote pronunció fue Vale (Del lat. vale, consérvate sano, 2.ªpers. de sing. del imper. de velere, estar sano).

1. interj. U. alguna vez para despedirse en estilo cortesano y familiar.

2. m. desus. Adiós o despedida que se da a un muerto, o el que se dice al remate o término de algo. Vale último, postrero.

Don quijote utiliza el segundo significado, ya que se está despidiendo de su vida:

«No ha sido otro mi deseo que poner en aborrecimiento de los hombres las fingidas y disparatadas historias de los libros de caballerías, que, por las de mi verdadero don Quijote, van ya tropezando, y han de caer del todo, sin duda alguna. Vale»

Vota por Miguel de Cervantes

  1. Pérez Galdós

    Doña Perfecta

Pérez Galdós pinta con lucidez una España liada en sus contradicciones y en sus conflictos internos, la lucha entre el progreso y el conservadurismo más idiota.

«Esto se acabó. Es cuanto por ahora podemos decir de las personas que parecen buenas y no lo son»

Vota por Benito Pérez Galdós

  1. Ramón del Valle-Inclán

    Luces de Bohemia

La expresión final es una exclamación, en realidad una sinécdoque particularmente cruda, probablemente dirigida al personaje poeta Max Estrella, y con la que quiere manifestarle cómo lo ve: se trata de una persona privilegiada, con gran inteligencia y que llegará a ser importante.

«¡Cráneo privilegiado!»

Vota por Ramón del Valle-Inclán

  1. Antonio Machado

    Campos de Castilla

El camino fue una referencia constante en la poesía del autor de Campos de Castilla. Camino como concepto del gran viaje, de toda la vida consumida, de la que ha quedado atrás. Caminante, no hay camino, de Antonio Machado, incluido en Proverbios y cantares, revindica el camino como presente, recordando ese pasado, pero evitando que nos obsesione, ni él ni el futuro, a la hora de marcar nuestro destino.

«Tiene el aliento de una estirpe fuerte que soñó más allá de sus hogares, y que el oro buscó tras de los mares. El señala la gloria tras la muerte. Quiere ser fundador y dice: Creo; Dios y adelante el ánima española… Y es tan bueno y mejor que fue Loyola: sabe a Jesús y escupe al fariseo»

Vota por Antonio Machado

  1. Miguel de Unamuno

    San Manuel Bueno, mártir

Constituye un punto culminante en la creación literaria del autor. Porque él mismo declaró: «Tengo la conciencia de haber puesto en ella todo mi sentimiento trágico de la vida cotidiana». Aquí culmina el proceso de renovación del género novelístico que Unamuno había comenzado a principios de siglo.

«Bien sé que en lo que se cuenta en este relato no pasa nada; mas espero que sea porque en ello todo se queda, como se quedan los lagos y las montañas y las santas almas sencillas asentadas más allá de la fe y de la desesperación, que en ellos, en los lagos y las montañas, fuera de la historia, en divina novela, se cobijaron»

Vota por Miguel de Unamuno

  1. Pío Baroja

    Zalacaín el aventurero

A partir de sus brevísimos párrafos, de sus intensas descripciones de tipos y paisajes, de sus hábiles diálogos, de sus aceradas opiniones. Martín Zalacaín es uno de los prototipos del hombre de acción barojiano. montaraz desde joven, enamorado y a veces donjuanesco, se mueve por la Tierra Vasca de aventura en aventura hasta culminar su propia odisea en la tercera guerra carlista.

«Una de ellas era Linda; se acercó al sepulcro de Zalacaín y dejó sobre él una rosa negra; la otra era la señorita de Briones, y puso una rosa roja. Catalina, que iba todos los días al cementerio, vió las dos rosas en la lápida de su marido y las respetó y depositó junto a ellas una rosa blanca. Y las tres rosas duraron mucho tiempo lozanas sobre la tumba de Zalacaín»

Vota por Pío Baroja

  1. Francisco de Quevedo

    Historia y vida del Buscón

Ejemplo de vagamundos y espejo de tacaños, en su forma abreviada El Buscón, es un relato de la peripecia vital, llena de aventuras fracasadas, del pícaro don Pablos de Segovia, desde su infancia, en la que las continuas humillaciones a las que se ve sometido le hacen aprender para sobrevivir las artes de la picardía, a la proyectada fuga a Indias en busca de mejor fortuna y un mundo menos inmisericorde. Y entre ambos momentos todo un deambular de vagamundo.

«Nunca mejora su estado quien muda solamente de lugar, y no de vida y costumbres»

Vota por Francisco de Quevedo

  1. Federico Garcia Lorca

    Romancero Gitano

La violencia, la muerte o el amor protagonizan los 18 poemas. Las creencias y códigos gitanos chocan directamente con el mundo convencional, lo que provoca tensiones y derramamiento de sangre. La consecuencia de esto es muchas veces la muerte.

«Violador enfurecido, Amnón huye con su jaca. Negros le dirigen flechas en los muros y atalayas. Y cuando los cuatro cascos eran cuatro resonancias, David con unas tijeras cortó las cuerdas del arpa»

Vota por Federico Garcia Lorca

  1. Carmen Laforet

    Nada

Novela inquietante y a la vez entrañable, como sus protagonistas, atrapados en sus tragedias, a los que se ama y odia por igual sin saber muy bien porqué, y donde quien la disfrute asiste atónito al devenir de los acontecimientos que, intuye, terminarán en tragedia en algún momento.

«El aire de la mañana estimulaba. El suelo aparecía mojado con el rocío de la noche. Antes de entrar en el auto alcé los ojos hacia la casa donde había vivido un año. Los primeros rayos del sol chocaban contra sus ventanas. Unos momentos después, la calle de Aribau y Barcelona entera quedaban detrás de mí»

Vota por Carmen Laforet

  1. Mercè Rodoreda

Hundida en un matrimonio que no le proporciona felicidad y unida a un hombre egoísta, Natalia renuncia a su propia identidad cediendo todo el protagonismo a su esposo, aceptando los convencionalismos de una época. Pero la vida y las circunstancias de la época la obligan a transformarse.

«El agua estaba fría y eso me hizo recordar que el día antes, por la mañana, a la hora de la boda, había llovido mucho y pensé que por la tarde, cuando fuese al parque como siempre, a lo mejor todavía encontraba charcos de agua en los senderitos... y dentro de cada charco, por pequeño que fuese, estaría el cielo... el cieloque a veces rompía un pájaro... un pájaro que tenía sed y rompía sin saberlo el cielo del agua con el pico ... o unos cuantos pájaros chillones que bajaban de las hojas como relámpagos, se metían en el charco, se bañaban en él con las plumas erizadas y mezclaban el cielo con fango y con picos y con alas. Contentos...»

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  1. Juan Ramón Jiménez

    Platero y yo

En su retiro de Moguer (Huelva) comienza, en 1906, su obra por antonomasia, que a día de hoy es la tercera más traducida del mundo. Platero es el burrito más famoso de nuestra literatura y protagoniza la obra que habla sobre la vida y muerte del animal, y en la que cuenta con varios capítulos en los que es palpable una cierta crítica social.

«Moguer es igual que un pan de trigo, blanco por dentro, como el migajón y dorado en torno ¡oh sol moreno! como la blanda corteza...»

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  1. Emilia Pardo Bazán

    Los pazos de Ulloa

Nucha y Sabel representan la vulnerabilidad de las mujeres del Siglo XIX porque su vida dependía de lo que otros eligieran por ellas. Ninguna era dueña de su futuro.

«Sólo una circunstancia le hizo dudar de si aquellos dos muchachos encantadores eran en realidad el bastardo y la heredera legítima de Moscoso. Mientras el hijo de Sabel vestía ropa de buen paño, de hechura como entre aldeano acomodado y señorito, la hija de Nucha, cubierta con un traje de percal, asaz viejo, llevaba los zapatos tan rotos, que pudiera decirse que iba descalza»

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  1. Camilo José Cela

    La Colmena

El tema central es la incertidumbre de los destinos humanos: las gentes no saben adónde van, son seres solitarios que caminan sin rumbo ni futuro por una existencia vacía, rutinaria, vulgar, y a veces, sin dignidad.

La obra acaba con una eufemística manera de referirse al hambre y a los suburbios de chabolas semiderruidas y malolientes, como las que acaba de atravesar un personaje, de ida y de vuelta, de su viaje al cementerio, ése que le recuerda su estatus habitual.

¡El racionamiento de los pueblos del cinturón!

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  1. Mariano José de Larra

    Vuelva usted mañana

La obra se representa enfatizando en las claves de la definición de la pereza, como pecado capital enmarcado en los actos burocráticos que además acoge el de todos aquellos que desprenden desinterés por los menesteres de su profesión. El texto hace un repaso a los pecados capitales extrapolados a la burocracia, en concreto de nuestro país, a las bajo cuerda que existían y existen, a la corrupción en todos los ámbitos y a la desidia por el buen hacer.

«Da gracias a que llegó por fin este mañana, que no es del todo malo; pero ¡ay de aquel mañana que no ha de llegar jamás!»

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  1. Miguel Delibes

    Cinco horas con Mario

Tras la muerte de Mario, Carmen intenta acercarse a las últimas horas de su marido releyendo los pasajes que él había subrayado en la Biblia que yace sobre su mesilla. La lectura despierta los recuerdos de una vida en común repleta de incomprensión. En el desordenado monólogo interior de la viuda, aferrada a la tradición y las costumbres, los reproches al marido progresista y liberal se mezclan con la melancolía por los buenos momentos de la juventud para trazar un gran retrato de la sociedad urbana de la posguerra española.

«Se estira el suéter de los sobacos y mansamente deja que Valentina la pase un brazo por los hombros y la atraiga hacia sí»

Vota a Miguel Delibes

  1. Leopoldo Alas Clarín

    La Regenta

La obra ofrece una visión crítica y dura de la sociedad española de la época a través de los temas que trata: la falsedad, la hipocresía, el problema del adulterio femenino, la incultura, la cerrazón, las mentes retrógradas, las falsas vocaciones, el afán de poder y riqueza de los cargos eclesiásticos, el vacío de unas vidas y unas mentes preocupadas solo por escudriñar y criticar a los demás..

«Había creído sentir sobre la boca el vientre viscoso y frío de un sapo»

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  1. Fernando de Rojas

    La Celestina

La obra aborda temas diversos: el más importante es el amor; aparece como cortés desfigurado e ironizado (Calisto y Melibea), el amor carnal (ellos mismos, Pármeno y Sempronio con Alicia y Areúsa) y el amor mercenario (estas dos últimas mujeres y los encuentros que propicia Celestina). Todos acaban en muerte; de aquí se ha deducido el pesimismo existencial del autor de la obra.

«Si vieres turbada mi mano, turbias con claras mezclando razones, deja las burlas, que es paja granzones, sacando muy limpio de entre ellas el grano»

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  1. Anónimo

    Cantar de Mio Cid

El poema narra los esfuerzos de su protagonista para recuperar en primer lugar su honra pública, que ha perdido al ser desterrado a causa de las calumnias sobre la malversación de los tributos sevillanos, y luego su honra privada, dañada por el ultraje cometido por sus yernos al maltratar y abandonar a sus hijas.

«Éstas fueron las hazañas de Mío Cid Campeador: en llegando a este lugar se ha acabado esta canción»

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  1. Anónimo

    Lazarillo de Tormes

El protagonista es un niño pobre, huérfano y de condición humilde. Su vida es impulsada por el hambre. Su objetivo es el ascenso social y a medida que se desarrolla la historia su vida va cambiando, finalmente de manera favorable después de una vida miserable. En su último tratado él obtiene un trabajo estable y se casa.

«De lo que de aquí adelante me sucediere, avisaré a Vuestra Merced»

Vota por Lazarillo de Tormes

  1. Manuel Chaves Nogales

    A sangre y fuego

El autor presenta la guerra como un estado de enajenación colectiva, como un tiempo en el que matar fue tan fácil que la vida del ser humano perdió su valor hasta límites insospechados y en el que, precisamente por eso, los actos de humanidad y de ética resultaron tan admirables como sorprendentes.

«Y murió batiéndose por una causa que no era suya. Su causa, la de la libertad, no había en España quien la defendiese»

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  1. San Juan de la Cruz

    Noche oscura del alma

El autor transmite las sensaciones que el alma experimenta en su ascenso hasta la unión con Dios a través de un lenguaje llano y musical, de rimas fáciles poco estridentes.

«es el que guía y mueve al alma entonces, y la hace volar a su Dios por el camino de la soledad, sin ella saber cómo y de qué manera»

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  1. Rosalía de Castro

    Cantares gallegos

El conjunto de treinta y siete poemas que contiene la obra es, a primera vista, la interpretación de las costumbres socio-culturales galaicas y la exaltación de la belleza geográfica y folclórica que conmovía a la autora.

«Yendo y viniendo por el camino tantos compadres que bebo que nunca vuelvo a probar el agua o el vino. Con el vientre como una uva después de tanto y tal prueba, llévanos a la cueva desde el mismo pie de Cuba» (Traducción del gallego al castellano)

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  1. José Ortega y Gasset

    La deshumanización del arte

En la obra se analizan los rasgos del 'arte nuevo' entendido como el arte de vanguardia (los -ismos) que surgieron a principios del XX y que tanto han influido en la evolución y conceptualización del arte posterior

«La aspiración al arte puro no es, como suele creerse, una soberbia, sino, por el contrario, gran modestia. Al vaciarse el arte de patetismo humano queda sin trascendencia alguna - como solo arte, sin más pretensión»

Vota a José Ortega y Gasset

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