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El IVAM rememora su pasado.

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El IVAM rememora su pasado. LP

El IVAM se da un homenaje artístico

El museo arranca su 30 aniversario con dos muestras que ahondan en la sociedad y la cultura de 1989

Carmen Velasco

Valencia

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Miércoles, 23 de enero 2019

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Habría que adaptar el tango de Gardel para recordar que en la vida de una institución artística 30 años no es nada. El IVAM viaja a 1989, año en el que se inauguró el edificio en la calle Guillén de Castro, no sólo para recrear la época en la que surgió la pinacoteca, sino también para actualizar el espíritu fundacional.

El IVAM aspira a renovar el compromiso de la pinacoteca con la sociedad y con el arte revalidando su posición de referencia cultural en la ciudad, conquistando presencia en el panorama nacional y buscando aliados internacionales. Así se desprende del programa del 30 aniversario del museo que arranca hoy con la inauguración de dos exposiciones: '1989. El final del siglo XX' (hasta el 19 de mayo) y 'Caso de estudio: 1989. IVAM' (hasta el 10 de junio). La primera, que se ubica en la galería 7, exhibe piezas creadas en 1989 mientras que la segunda, en la galería 3, es una disección de los orígenes del museo valenciano.

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Imagen principal - El IVAM se da un homenaje artístico
Imagen secundaria 1 - El IVAM se da un homenaje artístico
Imagen secundaria 2 - El IVAM se da un homenaje artístico

El IVAM se da un homenaje artístico a costa de su año de nacimiento. Para el director del museo, José Miguel G. Cortés, el doble proyecto expositivo sirve de «reivindicación y elogio» a la puesta en marcha del IVAM como «el proyecto cultural más importante de las últimas décadas en la Comunitat Valenciana y uno de los más importantes de España». A juicio de Cortés, en la creación del museo confluyeron «una clara voluntad política», «un proyecto artístico a cargo de Tomás Llorens» y «apoyo cultural»

En tres décadas el mundo ha vivido numerosos cambios pero aún queda mucho por hacer, es decir, tanto antes como ahora el arte habla de lo que nos rodea (Sibylle Bergemann fotografía el muro de Berlín, que cayó en noviembre de hace tres décadas), el arte es un relato de vida (Vittorio Scarpati dibuja su experiencia como enfermo de SIDA) y el arte reivindica el feminismo (como recoge la serigrafía 'Your body is a battleground', de Barbara Kruger). Los tres artistas citados (Bergemann, Scarpati y Kruger) forman parte de la nómina de creadores, que ascienden a 80, de 'El final del siglo XX'. Esta muestra es una análisis de los ecos y las resonancias del panorama artístico del momento marcado por el fin de la guerra fría, la crisis del SIDA, las protestas de la plaza de Tiananmén y las guerras culturales relacionadas con la oleada de conservadurismo que inundó Estados Unidos y Europa, el inicio del fin del régimen del Apartheid en Sudáfrica y el desarrollo del concepto de la multiculturalidad previo al de la globalización, según los comisarios Sergio Rubira y Sandra Amoros. A juicio de Cortés, 1989 marcó «un antes y un después» que significó, según el director del museo, «la pérdida de la inocencia» a la hora de entender el mundo en lo político, social y cultural.

En la galería 7 se exhiben obras de todas las disciplinas (fotografía, escultura, pintura, videocreación...) de Guerrilla Girls, Pepe Espaliú, Martin Kippenberger, Robert Gober, Marlene Dumas, Tseng Kwong Chi, Félix Gonzalez-Torres, Nan Goldin, David Wojnarowicz, Sophie Calle, Joe Spence, Mladen Stilinovic, Ilya Kabakov, Susana Solano o Katalin Ladik. De todas las piezas sólo cuatro proceden de los fondos del IVAM, según los comisarios. Museos de Zagreb, Ginebra, Múnich o Barcelona prestan obras para la muestra.

En 'Caso de estudio: 1989. IVAM', realizada en colaboración del Centro de Investigaciones Colaborativas (CIC), se realiza una foto fija de los comienzos del IVAM desde que era un proyecto sobre papel (se exhiben planos arquitectónicos, maquetas y fotografías de los cimientos), pasando por los catálogos y los carteles de las primeras exposiciones (Sorolla, Saura, Gabriel Cualladó) hasta las primeras adquisiciones, como esculturas de Julio González -que se muestran en su embalaje de madera- y obras de Equipo Crónica en los peines. También se exponen borradores de programas que no se llegaron a materializar, como una exposición de esculturas de Miró prevista para 1987, cuando aún no se había inaugurado.

En este espacio, además, se realiza una foto fija la cultura en la ciudad de 1989 (carteles de la Mostra, publicaciones sobre Dansa Valencia, etcétera).

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