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Plácido Domingo, en su camerino durante un descanso del concierto del 30 aniversario del Cor de la Generalitat. Manuel Molines
Plácido Domingo: «La ópera no es de derechas»
Cantante y director de orquesta

Plácido Domingo: «La ópera no es de derechas»

«La dimisión de Livermore ha servido; Cultura tenía ideas diferentes para el Palau de les Arts»

Carmen Velasco

Valencia

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Viernes, 22 de diciembre 2017

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El cantante y director de orquesta Plácido Domingo ha protagonizado 'Don Carlo' en el Palau de les Arts. Ayer dirigió a la Orquesta de la Comunitat en el concierto del 30 aniversario del Cor de la Generalitat y justo en un ensayo de esta cita musical atiende a LAS PROVINCIAS.

-'Don Carlo', cuya última representación se celebró el pasado viernes, ha sido un éxito de público. ¿Usted está abonado al triunfo?

-¡Qué voy a decir! En todos los años que llevo cantando, lo positivo pesa más que lo negativo, aunque sé que no puedo gustar a todo el mundo. Estoy en un momento muy bueno de mi carrera, donde he terminado mi trayectoria como tenor para empezar la de barítono donde me siento muy bien, pese a que algunos digan que sueno demasiado a tenor. No lo discuto, pero trato de dar todo el color que puedo y cada día me siento más cómodo.

-En estos momentos, ¿qué le satisface más: cantar o dirigir?

-Son las dos cosas. Es lo que me pide el momento. Soy tan feliz cantando como dirigiendo, si no fuera así dejaría algo. Lo lógico es que en un futuro dirija más porque habrá un momento en que dejaré de cantar.

«Me he ofrecido para ayudar en la elección de la persona que ocupe la dirección artística»

-¿Cuida su voz y su salud?

-Sí, ahora estoy perfectamente bien después de haber tenido dos o tres achaques de salud y, luego, sufrí la inmensa tristeza de perder a mi hermana hace dos años, una situación que me hizo estar preocupado. Creí que a lo mejor no podría cantar más...

-¿No poder cantar supone una pesadilla?

-No, he cantado tanto tiempo que el día que no lo pueda hacer me arrodillaré y daré gracias al creador por haberme dado tanto tiempo de voz. Lo extrañaré, pero siempre estaré involucrado en la música: dirigiendo orquestas, apoyando a jóvenes cantantes, gestionando el teatro en Los Ángeles, etcétera. Mi vida es el teatro, desde que empecé en la zarzuela con mis padres, y seguiré en él hasta que no tenga fuerzas.

-¿No piensa en la jubilación?

-No. Mi vida estará ligada siempre a la música, lógicamente, en menor medida que antes. Me retiraré obviamente si se impone una cuestión física.

-A sus seguidores les gustará saber que no está en su hoja de ruta retirarse. ¿Pasa por sus planes continuar actuando en Valencia?

-Volveré siempre que pueda porque con esta ciudad tengo una relación especial que arranca incluso antes de que naciera el Palau de les Arts. Canté ópera en el teatro Principal en la década de los 70 y 80 y representé una antología de la zarzuela en la plaza de toros de la capital del Turia. Mi amor por Valencia es muy grande y en este momento más. El equipo y la orquesta de Les Arts son extraordinarios y forman una compañía ejemplar. Me encanta poder entregarme al público valenciano, que es el que lo más importante y el que hace posible todo esto (en referencia al Palau) al pagar sus impuestos. Siento que el público de Valencia me quiere y yo le respondo intensamente. Mientras siga cantando o dirigiendo vendré por el coliseo esté quien esté, salvo que venga un director que por las razones que sea diga 'no, no quiero a Plácido' y entonces se las vería con el público (bromea). Davide Livermore y yo no habíamos hablado de los proyectos para la temporada 2018-2019 pero por mi culpa, por tener el calendario ocupado.

-¿Buscará un hueco en el calendario para venir a Valencia?

-Sí, estoy viendo dos posibilidades. Una, hacer dos representaciones de una ópera, o bien, hacer dos galas o espectáculos especiales. También tengo que venir para elegir a los nuevos integrantes del Centro de Perfeccionamiento.

«La ópera no es de derechas. Es un espectáculo popular, pero muy caro»

-Ha mencionado a Davide Livermore, ¿ha hablado con él después de su dimisión?

-Sí, lo he hecho. Al parecer no había otra solución para él. Estaban contentos con su labor y su trabajo, pero Livermore tenía que hacer muchas salidas fuera de Les Arts. Él tenía capacidad para seguir haciendo su cometido aquí y estaba cumpliendo bien con su trabajo en Valencia. Lamento su marcha y espero que venga un director que trabaje para que el Palau de les Arts continúe al mismo nivel. Aquí se ha hecho muchísimo, pero aún hay tareas por desarrollar. Espero que (Cultura y Livermore) hagan las paces para poder trabajar juntos si no puede ser constantemente, al menos, de forma puntual. Ha sido todo muy confuso. Parecía que se iba a hacer un cambio en el Palau, pero el público, con el altavoz de los medios de comunicación, ha sido el que ha tenido la fuerza de decir '¿pero qué es esto?'. La marcha de Livermore ha servido; los gestores (de Cultura) y Marzà tenían una ideas un poco diferentes. Quizá todo ha sucedido en el momento justo, porque si ahora no se aclaraba el futuro de Les Arts hubiera sido peor. La ópera tiene que ser internacional y lo es en todas las partes del mundo. Esta situación no resta para que actúen cantantes y músicos españoles y valencianos.

-Usted habla de un momento de confusión. Livermore alertó del cierre del Palau de les Arts tal y como hoy se conoce. De su reunión con el conseller de Cultura, Vicent Marzà, ¿extrae la misma conclusión que el extintendente?

-Mi conversación con Vicent Marzà fue muy positiva. El conseller de Cultura dice que quiere continuar con Les Arts como está, pero prefiere elegir la dirección artística a través de un concurso público. En este punto, me he ofrecido para dar algún nombre de personas a las que puedo recomendar. Yo me brindo para ofrecer toda mi ayuda a Cultura porque a mí me encanta Les Arts.

-¿Usted participará en la comisión evaluadora para seleccionar la dirección artística?

-Yo les dije que sí, que contaran conmigo. La persona elegida tiene que ser alguien que posea la experiencia en la gestión de ópera porque esta tarea no se aprende de la noche a la mañana. Conozco a personas que tienen 30 años y están capacitadas para dirigir un teatro, pero porque han vivido el mundo de la ópera desde siempre. Hace falta que la dirección artística la ocupe un profesional con experiencia.

-¿Se ve como presidente honorífico del Palau de les Arts?

-(Sonríe) Cualquier cosa que esté ligada con el coliseo, estupendo. Yo no puedo asumir la dirección artístico porque si Livermore tenía salidas puntuales de Valencia, yo estoy fuera prácticamente todo el año. Otra cosa es si estuviera retirado como director o cantante, entonces me quedaba en Valencia. Como presidente, no puedo decir nada. Estaría encantado pero nadie me ha dicho nada.

«No pienso en la retirada. Mi vida es el teatro y seguiré en él hasta que no tenga fuerzas»

-Durante estos días se ha hablado mucho sobre su figura y también sobre el teatro. ¿La ópera es de derechas?

-No, no lo es. La ópera nació en la Corte y era algo muy exclusivo. Después con las piezas de Verdi se convierte en la ópera para el pueblo incluso con títulos como 'Nabucco' o 'Macbeth'. Ahora la ópera es un espectáculo popular, pero muy caro. No todo el mundo puede pagarse la entrada, pero Les Arts es uno de los teatros más baratos. Aquí los espectadores pagan 120 euros y también pueden venir por 15 euros. Lógicamente el coliseo necesita un presupuesto mayor porque aquí se han hecho milagros y uno de ellos es 'Don Carlo', una producción monumental. En Madrid se ha castigado a la ópera en Valencia por todo lo que pasó al principio. A Les Arts no se le ayuda y espero que desde Madrid muestren más apoyo.

-Usted reclama públicamente mayor financiación al Ministerio de Cultura y también más apoyo para la Orquesta de la Comunitat...

-La formación no está completa. Hay muchos músicos, de gran calidad, pero vienen de sustitutos y estarían mucho mas tranquilos si la formación estuviera fija y completa. Tienen que darse cuenta de que es una una de las orquestas de mayor calidad de los teatros de ópera. Se han ido mucho músicos, pero la orquesta hay que cuidarla porque es primordial. Valencia se tiene que dar cuenta de que en doce años se ha formado un gran compañía. En tan poco tiempo se ha conseguido mucho y no hay que descuidarlo. La cultura es muy importante y aquí se puede hacer mucho. Estoy convencido de que se hará mucho más.

-Ha representado más de 14o papeles, ¿cuál le queda por hacer?

-Voy por el 148 y tengo programado el 149, 150 y 151 porque voy a hacer el barítono de 'Luisa Miller', 'El gato montés' y 'Pescadores de Perla'. Todos me entusiasman y quiero hacer muchos más.

-¿Se imaginaba que a los 76 años iba a estar encima de un escenario?

-Ni en sueños. Cumplo 77 años el 21 de enero de 2018 y continúo cantando. Tengo más ganas que nunca.

-El próximo año dirigirá 'La Valquiria', de Wagner, en el festival de Bayreuth. ¿Qué supone este reto?

-Fue una sorpresa. Es una obra que siento con mucha fuerza. Estoy preparándomela y trabando intensamente todos los días para cumplir un sueño.

-¿Dirigirá la tetralogía completa?

-Es muy complicado, prefiero afrontar antes 'Lohengrin', 'El holandés errante' o 'Parsifal'.

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