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La Diputación ha decidido abandonar el edificio de la calle Landerer, sede del Escalante durante los últimos treinta años. damián torres
La Diputación tardará un año más en tener un teatro fijo tras abandonar El Escalante

La Diputación tardará un año más en tener un teatro fijo tras abandonar El Escalante

La institución provincial representará los montajes de 2018 en varias salas y también trasladará la escuela a otro edificio

NOELIA CAMACHO

VALENCIA.

Jueves, 5 de octubre 2017, 00:56

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El Escalante estará, al menos, otro año más sin tener una sede fija y sus producciones seguirán itinerando por distintos espacios de la ciudad. Así lo confirmaron ayer el diputado de Patrimonio, José Ruiz, y la de Teatros, Rosa Pérez Garijo, al aseverar que aún se está trabajando en buscar un edificio que pueda albergar de manera definitiva el proyecto teatral. Era la primera vez que ambos dirigentes comparecían conjuntamente para dar explicaciones. Y lo hicieron un año después de orcejar el cierre del escenario.

Lo cierto es que el 31 de diciembre se rescindirá el contrato de alquiler del edificio, tal y como adelantó LAS PROVINCIAS. Las importantes deficiencias del inmueble, sobre todo en su estructura, obligan a realizar una importante reforma que asciende a más de seis millones de euros y que la Diputación no está dispuesta a sufragar, por lo que se ha tomado la determinación de abandonar el espacio a final de año. Y lo hace, sin tener una alternativa real para que el proyecto del Escalante continúe su andadura.

La rescisión del contrato con la Fundación del Patronato de la Juventud Obrera, la orden religiosa propietaria del palacete, llegó después de que la institución encargara también un estudio jurídico en el que se recoge que los dueños «incumplieron su obligación de realizar las inspecciones técnicas» -que la normativa establece con una periodicidad de cinco años- y que la Diputación no tiene que hacerse cargo de pagar la rehabilitación puesto que su coste excede del 50 por ciento del valor de reposición del inmueble -la tasación del inmueble es de 1,8 millones de euros y las obras de reforma ascenderían a más de seis-, confesó ayer el diputado de Patrimonio.

Se da la casualidad de hoy hace justo un año que la corporación provincial anunció mediante un comunicado el cierre del teatro. Pero durante este tiempo se ha intentado encontrar una solución, insistieron ambos diputados. No ha sido posible. No se ha cerrado nada y la programación del Escalante sigue a la espera de tener un local permanente. Es más, el primer trimestre de la cartelera recalará en el Teatre Martín i Soler del Palau de les Arts el próximo 11 de octubre con el montaje 'Arturo y Clementina', de Titiritrán Teatro. Lo mismo va a ocurrir con el resto de obras de la temporada. Se desconoce la ubicación de los próximos espectáculos del Escalante como 'Moby Dick'; la reposición de 'L'home invisible', de la compañía valenciana La Pavana, 'Pi', una propuesta de la Otra Danza; y otra obra de El Pont Flotant, que pondrá en escena en marzo 'Les 7 diferències'. Todos ellos llegarán a la oferta cultural de la ciudad tras el estreno de 'Arturo i Clementina.

Con todo ello, no sólo está en el limbo la sede fija de un escenario con más de tres décadas de historia. Este referente de las artes escénicas valencianas ha abanderado en todos estos treinta años un proyecto educativo como es su escuela de teatro. Situada en una estancia anexa al palacete, el espacio no padece los daños estructurales del edificio. Por ello, la Diputación ha intentado negociar con los dueños del edificio que se pudiera seguir utilizando esta parte a cambio de un precio pactado del alquiler. Los propietarios, dijo Ruiz, se han negado a esta opción al considerar que «edificio y escuela son un pack». Pese a que ambos diputados insistieron en que han intentado que el Patronato de la Juventud Obrera cambie de parecer, la Diputación ya está buscando locales alternativos en el centro de la ciudad porque la escuela «continúa», garantizaron.

Para los responsables públicos no hay lugar para la autocrítica en lo que a la gestión de la situación del Escalante se refiere. «No teníamos otra opción», se defendió Pérez para justificar la clausura del teatro en octubre de 2016. Se refirió así ante las reclamaciones de distintos colectivos artísticos que pedían una solución que pasara por negociar con los dueños y no desligar el proyecto escénico del edificio. «La prioridad es el proyecto del Escalante, no el contenedor. No vamos a gastar más de seis millones de euros que saldrían de los impuestos de todos los valencianos», alegó Ruiz.

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