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El teatro Escalante, cerrado en octubre de 2016, está instalado en la calle Landerer. damián torres
Cultura se interesa por el teatro Escalante

Cultura se interesa por el teatro Escalante

El inmueble, referente histórico del teatro en Valencia, presenta graves daños en su estructura Responsables de Patrimonio visitan el edificio, que necesita una rehabilitación

N. CAMACHO

Valencia

Sábado, 30 de junio 2018, 03:40

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Si la Diputación de Valencia ha prescindido del teatro Escalante, un emblema de las artes escénicas escénicas valencianas con más de treinta años de historia, puede que el Consell tome las riendas y se decida a recuperarlo. La Conselleria de Cultura ha mostrado interés, pero falta que esta curiosidad inicial se materialice en acciones concretas.

Desde la dirección general de Patrimonio, en manos de Carmen Amoraga, se ha mostrado interés por la situación que atraviesa el edificio de la calle Landerer, clausurado desde octubre de 2016 por los fallos en su estructura. Este hecho lo convertía en un peligro tanto para los trabajadores del escenario como para el público que acudía a ver sus representaciones infantiles y familiares, según el informe técnico de la Diputación. En virtud del mal estado del inmueble, la corporación provincial decidió finiquitar el contrato de alquiler con la Fundación Patronato de la Juventud Obrera. Decidió no contar con el inmueble para la actividad teatral que desarrolla desde hace dos años en salas privadas y públicas. La Diputación no tiene un espacio estable para la oferta que históricamente ha desarrollado en el edificio del Escalante.

A la Generalitat le interesa conocer el estado actual del edificio, cuya reparación, según la Diputación, requiere de seis millones de euros. Por ello, según ha podido saber LAS PROVINCIAS, la dirección general de Patrimonio se personó hace unas semanas el histórico enclave del centro de Valencia. Carmen Amoraga visitó concretamente el 25 de abril en el inmueble de la calle Landerer. Lo hicieron a petición propia, es decir, los propietarios no llamaron a las puertas de Cultura, según la Fundación Patronato de la Juventud Obrera. Los dueños se prestaron a abrir las puertas del teatro para que fuera visitado.

Los técnicos de la Diputación cifraron en seis millones de euros la reforma del inmuble

La intención de los miembros de Patrimonio era «ver 'in situ' el estado del inmueble», aseguran a este periódico fuentes oficiales de la Conselleria de Cultura. No obstante, en ambas partes se insiste en que no se ha concretado nada y la visita es un primer paso que, al menos, ejemplifica el interés del departamento que dirige Vicent Marzà por el devenir del histórico teatro Escalante. Asimismo, desde Cultura aseveran que explicaron a los responsables del local las subvenciones en materia de restauración y rehabilitación para este tipo de inmuebles. No hay que olvidar que este edificio no tiene ningún tipo de catalogación patrimonial pese a que, en los últimos tiempos y tras conocerse su estado, muchas han sido las voces, como la del Sindicato de Actores y Actrices Valencianos, que han pedido que el inmueble se declare Bien de Interés Cultural (BIC) para evitar su desaparición. En este sentido, tampoco hay que pasar por alto que el estado del edificio no es el más óptimo. Lo dijeron los técnicos de la Diputación, quienes, en un informe, justificaron que el teatro Escalante «había llegado al fin de su vida útil».

Ha pasado más de medio año desde que el local regresara a sus propietarios después de que la Diputación finiquitara el contrato de alquiler, por el que abonaba cerca de 60.000 euros al año. Patrimonio le ha echado el ojo o, por lo menos, se ha preocupado por la situación.

En su día no lo hizo la Diputación, quien se podría enfrentar a una demanda por parte de los dueños del edificio, que aún se está estudiando. Según los responsables de la Fundación Patronato de la Juventud Obrera, en una de las cláusulas recogidas en el contrato firmado se especificaba que era la corporación provincial la que debía hacerse cargo de la conservación y mantenimiento del edificio de la calle Landerer. Un hecho que contrasta con la versión que el diputado de Patrimonio, José Ruiz, defendió hace meses y en la que, afirmó, según un estudio jurídico encargado por la propia Diputación, que fueron los dueños lo que «incumplieron su obligación de realizar las inspecciones técnicas» -que la normativa establece con una periodicidad de cinco años- por lo que la institución pública no tiene que hacerse cargo de pagar la rehabilitación puesto que su coste excede del 50% del valor de reposición del inmueble -la tasación del inmueble es de 1,8 millones de euros y las obras de reforma ascenderían a más de seis-.

Con todo ello, a la Diputación no le ha quedado otro remedio que repetir la fórmula de las dos pasadas temporadas y enfrentar la tercera volviendo a recurrir a las salas públicas y privadas de la ciudad para seguir estrenando sus espectáculos. Tal y como adelantó este periódico, el proyecto teatral del Escalante será, de nuevo, nómada. Itinerará por diferentes escenarios ya que aún no se ha encontrado una sede fija para instalarse. Desde la Diputación se ponen de relieve los «escalofriantes precios» tanto del alquiler de locales como de la posible compra de edificios. Incluso, la opción del Moma Teatro, un inmueble que fue la sede de esta compañía hasta hace unos años y que tenía licencia para acoger un teatro, ha quedado descartada completamente.

Pero el tiempo para el Escalante se está agotando. «Necesitamos una sede que garantice la supervivencia del teatro más allá de 2019, si no es así nos acercaremos al desmantelamiento. Si se cronifica esta situación de incertidumbre, avanzaremos hacia un Escalante desdibujado y perderá presencia en la ciudad», aseguró hace unos meses en una entrevista en LAS PROVINCIAS el director del teatro, Josep Policarpo. Sin embargo, los meses pasan y no hay sede fija para instalar el proyecto.

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