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Saura cuestiona el cambio en la forma de hacer cine

El director, que asiste al festival de Valladolid, lamenta el sesgo hacia el lenguaje de la televisión

EP

VALENCIA.

Jueves, 1 de enero 1970

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Carlos Saura, icono del séptimo arte en España, advirtió ayer de lo rápido que está cambiando la forma de hacer cine en el mundo, aunque, «lamentablemente, no siempre para bien». Se pronunció en el marco de la 63 Semana Internacional de Cine de Valladolid.

«El apellido Saura es de origen árabe y significa 'revolución'», sabedor de que esta palabra es una máxima que «siempre ha intentado» llevar a sus obras: «en un mundo frívolo y banal a mi solo me interesan las historias de personajes exigentes». Saura vive «indignado» sabiendo que muchos jóvenes hoy consumen cine «en cualquier lado», incluso «en el metro en hora punta», algo que para este experimentado cineasta es un «insulto» y un «paso atrás» a la hora de asimilar y comprender un lenguaje que «ha costado años perfeccionar».

Y esto se debe, según él, a que el cine cada vez está más «orientado y sesgado» hacia el mundo de la televisión y la pequeña pantalla.

Algo que para Saura es un «tremendo error», puesto que en el mundo televisivo «todo está mucho más controlado y contenido. Incluso existe una comisión para decir qué se emite y qué no», lo que «un retroceso enorme...», lamentó.

Catalogado de icono o maestro del cine español, este director aragonés asegura que le parece «estupendo» que se le apellide con este tipo de epítetos, aunque recuerda que antes de esto también le llamaron «imbécil o tonto».

Esto responde, según él, al carácter «líquido y volátil» que rodea al cine y que, al contrario que las grande obras arquitectónicas, como la del edificio Botín de Renzo Piano que Saura ha llevado a documental en su última obra, los celuloides «no están hechos para retar al tiempo», así que «si un día se quema toma mi obra, adiós que fue».

Y es que para este oscense de 86 años, su edad sólo es eso, un número, ya que sobre su mente «solo está el futuro».

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