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Matt Damond en 'Jason Bourne'.
El mito de Bourne a la española

El mito de Bourne a la española

Con motivo del estreno de la última película de la saga Bourne, la Torre de Cristal de Madrid ha acogido a un ex agente de campo del Servicio de Inteligencia Español, Juan Rando, para ‘espiar’ la ciudad desde las alturas

elena martín lópez

Sábado, 9 de julio 2016, 00:40

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Las películas de acción le llevan a uno a preguntarse si en todo lo que sucede en esos noventa minutos de largometraje hay algo de realidad. Hace 36 años, el ya fallecido novelista estadounidense Robert Ludlum, introdujo al mundo en una saga de novelas de espionaje encabezada por Jason Bourne, un miembro élite de los cuerpos especiales de la CIA que sufre episodios de amnesia traumática que no le permiten recordar su identidad. En 2002, el director de cine británico Paul Greengrass llevó la primera parte de la historia a la gran pantalla, El caso Bourne, de la mano del actor Matt Damon. Cuatro películas después, incluyendo El Legado de Bourne cuyo elenco tanto directivo y de actores fue completamente distinto, el 29 de julio de este año llega a los cines españoles la última entrega del mayor mito de Hollywood, Jason Bourne.

Con motivo del estreno, ayudados por Juan Rando, nos hemos sumergido en el ambiente en el que se desenvuelven los agentes de campo como él o el famoso Bourne, cómo borra su rastro un espía y cuánto hay de realidad en películas de este estilo. Estos profesionales del Servicio de Inteligencia tienen la responsabilidad de resolver determinados problemas que desde la estructura global del servicio no se pueden acometer. Al desenvolverse constantemente en un entorno amenazador y desconocido, el del enemigo, deben tener una buena formación que les curta física y moralmente, así como les proporcione un entrenamiento básico que les permita después enfrentarse a un mundo imprevisible y cambiante, para poder salir de ellas lo mejor posible, dice Rando.

Un trabajo difícil de dejar

Es un trabajo muy difícil de compaginar con una vida normal y que normalmente comporta un gran sacrificio, comenta Juan; y añade que un profesional del espionaje debe aprender también a mantener oculta la información confidencial que no te interesa revelar. Aunque aclara que esto no implica mentir, y cita el Refranero Español diciendo que antes se coge a un mentiroso que a un cojo. Es por ello que no puede hablar de los casos que ha seguido pero, en sus 19 años de servicio, ha desarrollado misiones tanto en el exterior como en el interior del país.

A diferencia de Jason Bourne, Juan Rando no tiene dificultades para recordar su identidad, pero dice que en algunos aspectos sí que se siente identificado con el protagonista. La forma en la que los agentes de campo del servicio español resuelven los conflictos no son tan dramáticas como las del servicio norteamericano, dice Juan, pero las situaciones sí que me resultan algo familiares porque las he sobrevivido, aunque en la película se presenta todo de una manera mucho más dramática y dinámica para atraer la atención del espectador, que de otra forma lo vería todo más plano, añade.

Entonces, ¿se deja de ser espía en algún momento? El ex agente dice que la forma que uno tiene de entender la vida después de 19 años viéndola de una manera, inevitablemente no la puedes olvidar, pero que las experiencias pasadas le sirven ahora como abogado para entender y analizar sus casos. Además, si volviese a ser joven, volvería a ejercer como agente de campo porque ha sido una vida muy dura, pero fascinante.

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