Andrés Trapiello: «La izquierda sería cultísima si por fin leyera todo lo que dice que ha leído»
El escritor presenta en Valencia el libro 'Próspero viento' I El autor rastrea el origen de la hegemonía cultural de la izquierda y de los nacionalistas, que se han creído legitimados para reescribir la historia
El escritor Andrés Trapiello ha visitado Valencia. En el Casino de Agricultura, presentó el último libro que ha publicado: 'Próspero viento'. La obra es un ... ensayo autobiográfico en el que relata su propia vida y la peripecia vital y política de varias generaciones. Rastrea el origen de la hegemonía cultural de la izquierda y de los nacionalistas, que se han creído legitimados para reescribir la historia. Trapiello estuvo acompañado del articulista y profesor Félix Ovejero y del presidente de la Fundación El Secreto de la Filantropía, Luis Trigo. Antes de la presentación habló con LAS PROVINCIAS del libro y de aspectos de la situación cultural actual.
-¿Por qué este libro?
-Este es un encargo no sobre mi vida política. Al final ha sido un ensayo sobre mi vida política, es un encargo sobre la hegemonía cultural de la izquierda. Esto requería una preparación que creo que no tengo y una visión teórica que también me falta. Me pareció que contando mi vida y señalando los momentos políticos podía acabar una pintura del conjunto. Esto es lo que he hecho fijándome en los hitos políticos de mi vida. El libro es un conjunto de escenas y vivencias siempre dirigidas a la acción política, al compromiso y al testimonio político. No soy un activista, pero sí he dado testimonio, toda mi vida, de la política.
-¿La derecha es inculta?
-Tan o más que la izquierda. La derecha es inculta como la izquierda es inculta. La izquierda sería cultísima si por fin leyera todo los libros que dice que ha leído. La derecha sería menos inculta si abandonara el complejo secular que tiene de más inculta. La derecha siempre se ha comportado con la cultura de una manera acomplejada, entre otras cosas porque la izquierda es muy prepotente culturalmente, cree que por el hecho de ser de izquierdas ha venido a este mundo con más cultura que nadie. Al final los que leen son los individuos, lo que se cultivan son los individuos y lo que tenemos que ver es a los individuos.
-Habla de que lee el individuo y se cultiva el individuo, ¿la derecha liberal se ha dejado robar el mensaje en lo que supone la apuesta por el individuo?
-La derecha liberal, la izquierda liberal, el centro liberal: los liberales. No es que se han dejado arrebatar, es que se la han arrebatado, y la derecha ha hecho dejación de sus derechos, no ha luchado. Hubo una especie de compensación cuando terminó la guerra. La izquierda pierde la guerra, pero logra el relato. Los que ganaron la guerra perdieron los manuales de literatura y e los que la perdieron parece que se les compensó con la cultura. La derecha lo permitió como una especie de limosna: contentaos con la cultura que nosotros nos hemos quedado con la banca, el país, el Estado, con todo. Se entendía que la cultura era un florero, pero esto ha cambiado. La izquierda se ha dado cuenta de que la cultura es tan importante o más que la economía, que la sanidad y que la educación porque es lo que permite justificar y propagar los programas políticos e ideológicos a través del prestigio de sus cineastas, sus escritores. Hoy la opinión de un artista famoso se difunde más que las declaraciones de un científico.
-¿Los 'culturetas' son más cultos?
-Los 'culturetas' fingen mayor seguridad, pero no pueden fingir mayor cultura porque no la tienen. Tienen más aplomo que uno de derechas que en general se muestra muy inseguro en el terreno de la cultura porque no le ha dedicado dos minutos. Tampoco la izquierda lo ha hecho, pero presuponen que por ser de izquierdas han venido a este mundo con cien o doscientos libros leídos. No saben de dónde nace esa superioridad, pero creen que tienen una sensibilidad mayor, más preocupación por la cultura y que les preocupa el planeta más que a los demás. Pero realmente no es así. El problema de la izquierda es que algún día tendrá que asumir que los grandes avances en el mundo se han producido siempre en países capitalistas, nunca en países socialistas.
-¿En la actualidad que nivel cultural tenemos en España en el ámbito político?
-Es un país que no se ha ocupado mucho de la cultura política, que está hoy dominada por las pasiones, por las bajas pasiones. La gente no se molesta mucho en pensar las cosas y da rienda suelta a sus sentimientos. De ahí el triunfo del populismo; los sentimientos van por delante de la razón. Pero esto no es un vicio de España, está sucediendo en todo el mundo.
-¿Hay buen nivel cultural entre nuestros políticos?
-Bueno, nunca he oído a Pedro Sánchez hablar de ningún libro; seguramente lo ha hecho. Cuando gobernaban políticos infinitamente más importantes para la democracia, como Suárez, la izquierda hizo mofa de la cultura que podía tener o de su capacidad lectora y estamos hablando de un político mucho más importante que Sánchez. En la conversación de Sánchez lo único que hay son triquiñuelas políticas, estrategias, engaños, pero todo esto no está adornado con la cultura. No es un hombre a quien haya oído nunca citar a un autor griego, a un autor latino. Ni siquiera a un español, y si lo ha citado seguro que era de izquierdas.
-¿Entre el resto de políticos, el nivel cultural es el mismo, hay alguno que destaque?
-Siempre ha habido una minoría que ha destacado. La gente que nos dedicamos a los libros, a la literatura y a la cultura siempre hemos sido pocos. Juan Ramón Jiménez hablaba de la inmensa minoría. El gran fracaso, pero no es un problema de nuestra política nacional, sino generacional, es que habiendo más medios que nunca para haber elevado el nivel cultural, no ha ocurrido. Incluso el nivel de tolerancia es menor que hace treinta o cuarenta años.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión