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Amparo Pons: «Las bibliotecas deben estar en la agenda política de todos los partidos»

Amparo Pons: «Las bibliotecas deben estar en la agenda política de todos los partidos»

La presidenta del Colegio Oficial de Bibliotecarios y Documentalistas denuncia la falta de medios, la ausencia de personal y la necesidad de que todos los espacios cumplan con unos requisitos mínimos

Noelia Camacho

Valencia

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Martes, 23 de abril 2019, 01:57

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«No nos podemos hacer una idea de la suerte que tenemos al contar con una red de bibliotecas en la que no sólo se prestan libros», señala la recientemente elegida presidenta del Colegio oficial de Bibliotecarios y Documentalistas de la Comunitat Valenciana (COBDCV), Amparo Pons. Hace unos días, presentó la iniciativa 'Bibliotecas inquietas', que busca «repensar estos espacios y el papel de los bibliotecarios». Para ello, señala Pons, necesitan el compromiso de la Administración, que llegó hace unos años pero que no se ha traducido ni en más medios ni en una mejora del número de profesionales. Por ello, reclama que las bibliotecas «estén en la agenda política de todos los partidos».

-¿Qué busca la iniciativa 'Biblioteques inquietes'?

-Queremos que las bibliotecas se remarquen como algo esencial en la vida de los ciudadanos, no sólo un espacio en el que prestar libros. Hay muchos municipios que no tienen acceso a ellos, no tienen medios. Por ejemplo, sólo hay un bibliobús en la Comunitat, impulsado por la Diputación de Castellón. Una biblioteca no sólo es un punto de acceso a la lectura, sino a la información. Las políticas deben facilitar que todos los ciudadanos puedan acceder a ella.

-La iniciativa llega al final de la legislatura. ¿Es tarde para contar con el apoyo de los gestores?

-La comisión que la ha elaborado comenzó en 2016. Debíamos hablar con los políticos, que nos escucharan. Los bibliotecarios debíamos reivindicarnos. Y no podíamos retrasarlo más. Los partidos políticos deberían mostrar el apoyo a la campaña, ser valientes y decir que van a firmar el manifiesto. La campaña no va contra la Conselleria de Cultura, sólo busca el compromiso y la colaboración. Las bibliotecas deben estar en la agenda política de todos los partidos. Por ello, queremos también aprovecharnos del momento mediático, de la campaña electoral.

-¿La Administración ha fallado a la hora de respaldar al colectivo?

-La problemática principal de estos espacios es que dependen de los ayuntamientos y cada uno tiene su propio interés. El funcionamiento de las bibliotecas públicas depende de la buena voluntad de cada municipio. Si cumplen una serie de requisitos, pertenecen a la red de bibliotecas de la Comunitat. Pero muchas de ellas no cumplen estos mínimos. Así, no pueden acceder a subvenciones para la compra de libros, por ejemplo. Sin medios, no hay personal y sin trabajadores no podemos realizar proyectos comunes. Pero no sólo es un problema nuestro. La propia dirección general del Libro tampoco tiene personal, por lo que no pueden velar por el cumplimiento de esos mínimos.

-Aseguran que uno de sus objetivos es que las bibliotecas sean más ambiciosas. ¿A qué se refieren?

-A que no sólo son contenedores de libros. En las bibliotecas caben todos los colectivos, no se discrimina, no se pide un carné, cualquiera entra y puede leer la prensa, consultar, acceder a internet. En las bibliotecas no te rechazan.

-¿Deben adaptarse a los nuevos tiempos?

-Ya lo estamos haciendo. Desde libros electrónicos a los usos de la información, que están cambiando, nos movemos ya en esos campos. Y estos hechos no están sacando al usuario de las bibliotecas pero sí nos obligan a adaptarnos a las necesidades de los ciudadanos.

-En febrero accedió a la presidencia de una entidad que apenas tiene 12 años, ¿a qué retos se enfrenta?

-Debemos mantenernos como referente en el sector asociativo español, ser visibles. Para ello, necesitamos un colegio fuerte, que defienda y de a conocer nuestra profesión. También tenemos que revisar que se cumplan unos mínimos en las bibliotecas, informar a los ayuntamientos de las necesidades.

-¿La crisis afectó a las bibliotecas? Se dijo que durante los peores años, crecieron el número de usuarios.

-Sí, hubo un repunte. No nos podemos hacer a la idea de la suerte que tenemos de tener un espacio de acceso a la cultura, donde nos asesoran y hay un profesional que nos orienta. En épocas en las que no había dinero, sufrimos porque no había presupuesto para la renovación de colecciones y comprar más títulos.

-¿Los jóvenes han dejado de acercarse a estos espacios?

-Es verdad que, en la franja de la adolescencia, se pierden lectores. Niños vienen muchos, atraídos por las actividades. Los traen sus padres. Esos vacíos se intentan recuperar con acciones para los jóvenes, clubes de lectura o la asistencia de 'booktubers'. Las bibliotecas tienen usuarios muy fieles.

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