Hoy tocamos el Prado

Nadie se imaginaba hasta ahora a los visitantes del Museo del Prado toqueteando los óleos, que para eso están los de seguridad. Todo el que ha visto a La Mona Lisa puede fantasear sobre lo que esconde la enigmática sonrisa de la gemela de Leonardo da Vinci. Pero, ¿cómo será tocar esos labios? ¿Ayudará a entender mejor su hipnotismo? La misma pregunta sirve para lo que hay detrás de El caballero de la mano en el pecho, de El Greco. La respuesta está en manos de esos miles de ciudadanos que habitualmente nos miran con la yema de sus dedos. "Es una sensación increíble, puedo sentir hasta el detalle de cada uña", asegura José Pedro González, uno de los primeros invidentes que ha disfrutado de Hoy toca el Prado, una exposición en la que pueden apreciar obras de los grandes genios de la pintura, de Velázquez, el Bosco, Goya...

Son reproducciones en tres dimensiones que ponen a prueba ese sexto sentido que exhiben los ciegos para ver más allá. La muestra ha tenido tal éxito que se ha prorrogado hasta el 18 de octubre. El Prado sigue la estela que habían abierto la National Gallery de Londres o el Metropolitan de Nueva York.