Las tres jubilaciones de los autónomos: flexible, anticipada y activa

Los profesionales por cuenta propia suelen conocer con detalle solo dos tipos de jubilaciones (la contributiva tradicional y la no contributiva) cuando, en realidad, existen tres modelos más

Casi todos vivimos de espaldas a la jubilación cuando la tenemos, justamente, delante de nosotros. A todos nos atrae el descanso de los años dorados, pero casi nadie quiere pensar en ellos mientras se siente joven, pletórico y en plenas posibilidades de ascenso laboral. Los autónomos no son ninguna excepción. Construyen sus negocios y trayectorias día a día como si la única posibilidad que les reservase el futuro fuese no dejar nunca de hacerlo.

Y a pesar de todo, la jubilación les preocupa muchísimo. Es más, según un estudio reciente, el momento de la jubilación destaca como la segunda situación que más estrés financiero les provoca. Y la colocan por encima nada menos que de los retrasos en los pagos de sus clientes. Una de las razones principales es que temen que no les lleguen los ahorros y la rentabilidad de sus inversiones para complementar la pensión que perciban. Así las cosas, se verían abocados a perder el nivel de vida al que se han acostumbrado (y que se han ganado) durante décadas.

Son ya más de 100.000 personas las que acceden a la jubilación activa

Parte de este agobio se podría mitigar con información. Al fin y al cabo, el 40% de los propios trabajadores por cuenta propia reconoció en un sondeo reciente de Infoautónomos y la Universidad de Granada que, muchas veces, no piden subvenciones o porque no saben que existen o porque no encuentran la manera de hacerlo. En el caso de las jubilaciones, les vendría bien saber que, además de las tradicionales (la contributiva de toda la vida y la no contributiva), existen la flexible, la anticipada y la activa.

La jubilación anticipada se puede solicitar dos años antes de la edad de jubilación legal, que se irá incrementando hasta que llegue en 2027 a los 67 años. Los autónomos que lo deseen se jubilarán anticipadamente si han cotizado como mínimo 35 años y si dos de éstos los cotizaron durante los 15 años anteriores al momento de solicitarla. Después de tanto esfuerzo, decidirán que ha llegado el momento de disfrutar del descanso un poco antes. Se lo merecen. Por eso, Orange celebra la forma en la que se enfrentan a desafíos en su iniciativa Nacidos para ser autónomos, con la que quiere solidarizarse y rendir un pequeño homenaje al espíritu especial que tiene este colectivo.

El 40% de los autónomos no pide subvenciones porque no las conoce

Es verdad que no todos pueden o quieren dejar de trabajar dos años antes. De hecho, hay ya más de 100.000 profesionales por cuenta propia en España que combinan la pensión con el trabajo sobre todo mediante la modalidad de la jubilación activa, según la asociación ATA. Es una buena forma de compensar la caída de ingresos durante la jubilación y de intentar mantener el nivel de vida de los años anteriores.

La jubilación activa permite que los autónomos jubilados, cuando actúan como personas físicas, puedan seguir trabajando mientras cobran entre un 50% de su pensión si solo se emplean a sí mismos y un 100% si emplean a otro. Algunos tribunales han empezado a reconocer a los autónomos societarios el acceso al 100% de la pensión cuando se acogen a la jubilación activa.

Si no les convence, los profesionales por cuenta propia también pueden disfrutar de la jubilación flexible. Ésta les ofrece que, a cambio de dejar su negocio, puedan aceptar, como asalariados, un contrato laboral a tiempo parcial que puede ascender hasta la media jornada. La pensión que perciban se verá reducida.

Las jubilaciones flexibles, anticipadas o activas son contributivas, lo que significa que dependen del volumen de las cotizaciones y del tiempo durante el que hayamos cotizado. Las tres son, indudablemente, unos modelos que añaden una necesaria diversidad al futuro de los autónomos que no pueden o no quieren optar por la forma tradicional de retirarse cuando llegue el momento.