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Entrevista a Baldemar Asensio García, CEO de TPF Consulting, ASPOR Engineering y TRIANGLE Real Estate Management.
En 2004, tras un tiempo trabajando y conociendo el sector inmobiliario, decidí dar el paso y crear TPF Consulting, una consultora inmobiliaria especializada en naves industriales y logísticas con el objetivo de convertirla en el referente en la Comunidad Valenciana en la gestión de inmuebles industriales. Pronto nos dimos cuenta de que, para ello, necesitábamos contar con un departamento técnico potente que nos aportara ese conocimiento técnico de los inmuebles. Tanta relevancia le dimos a este departamento que en 2009 creamos una nueva firma: ASPOR Engineering, para que pudiera ofrecer sus servicios de ingeniería, mantenimiento, etc. a terceros más allá del asesoramiento inmobiliario. Unos años más tarde, creamos con otros socios la firma Triangle Real Estate Management dedicada a la conceptualización de grandes proyectos logísticos como el parque empresarial de Cheste (inaugurado en 2009) y al asesoramiento en cuestiones inmologísticas a grandes inversores.
-¿Qué características debe reunir un buen directivo del sector inmobiliario?
-De cara al cliente, es imprescindible saber escuchar. Interpretar sus necesidades (las que te cuenta y las que ni siquiera sabe que tiene) y ofrecerle la mejor solución posible adelantándonos incluso a los problemas que puedan surgir. Que el cliente pueda contar contigo, con tu empresa, que puede estar tranquilo en proyectos de tanta envergadura como son los inmologísticos es clave. En cuanto al equipo, sirve la misma característica: escuchar a las personas, confiar en sus conocimientos y guiarlos de la mejor manera cuando tienen dudas. Los buenos directivos confían en su equipo.
-¿A qué retos se enfrentan las empresas del sector a la hora de captar y retener el talento?
-En la parte inmobiliaria, es posible que el principal reto sea la imagen que se tiene del propio sector: muy serio, poco innovador y muy limitado geográficamente. Sin embargo, hoy en día la evolución tecnológica es una constante y también ha llegado al sector inmobiliario donde se pueden aportar soluciones innovadoras continuamente. Además, es una profesión con un intenso trato con el cliente y eso hace que cada día se afronten nuevos retos y proyectos. Si las condiciones laborales son buenas, se respeta a las personas y se les da oportunidad de formación y crecimiento, el talento se queda.
-Y en el segmento de la inmologística, ¿qué perspectivas tienen para la Comunitat en este 2025?
-La inmologística no es simplemente una actividad vinculada al almacenamiento de mercancías, representa una industria ligera clave en la cadena de suministro, que incorpora procesos como el ensamblaje, el reempaquetado o el acondicionamiento final del producto antes de llegar al consumidor. En este sentido, la Comunitat Valenciana —y en especial la provincia de Valencia— se posiciona como uno de los enclaves más dinámicos del panorama logístico nacional.
En estos momentos, solo en la provincia de Valencia se encuentran en construcción más de 672.000 m2 de plataformas logísticas. Solo este dato ya puede dar una imagen fiel del atractivo que la Comunidad Valenciana tiene para inversores y operadores logísticos. Además de las naves en construcción, los proyectos de suelos en desarrollo a corto y medio plazo van a ser claves para que Valencia mantenga su hegemonía en el sector logístico pues determinarán la posibilidad de construcción de plataformas ‘big box’, de más de 20.000 m2 que son, actualmente, las más demandadas por los operadores.
Dar respuesta a esta necesidad debe ser el objetivo del sector inmologístico valenciano en los próximos meses y en parte estamos observando que se está trabajando también por parte de entidades públicas por alcanzar esta meta. Hace poco salió publicado el avance de los proyectos logísticos por los que se están apostando en la ZAL de Valencia, desarrollos que permitirán a las empresas beneficiarse de las excelentes ventajas que Valencia otorga en materia de transporte y comunicaciones, entre otros ámbitos.
-Los nuevos modelos de vivienda, coliving, senior living, flexliving… ¿cómo están impactando en el mercado.
-En este caso puedo aportar más por curiosidad que como experto.
La sociedad evoluciona y surgen, de forma vertiginosa, nuevos hábitos relacionados con la alimentación, las maneras de relacionarnos y comunicarnos. Los nuevos modelos de vivienda entran dentro de este ritmo frenético, los cuales surgen tratando de ofrecer soluciones acordes a las nuevas formas de vida y a las situaciones socio-económicas que se dan en cada momento.
Por supuesto, entra en juego el elevado precio de las viviendas, muy implícitamente relacionado con la carencia de suelo donde hay demanda de las mismas, y el elevado coste de construcción. A esto se unen los impuestos y tasas que deben absorberse en el precio de adquisición por los compradores de las mismas, importes que cada vez son más complejos de asumir, sobre todo, si comparamos con la capacidad de endeudamiento y los sueldos percibidos. Estos factores económicos creo que son los realmente están incidiendo en la creación de todos estos nuevos modelos de vivienda.
Así mismo, si analizamos las nuevas tipologías residenciales existentes, podemos concluir en que todo el mundo aspira a una forma de vida independiente, pero lo que realmente marca la diferencia en ellas es la libertad de no tener que asumir compromisos permanentes: ni con un trabajo, ni con una ciudad, ni con un estilo de vida fijo. Estas nuevas formas de habitar surgen precisamente para ofrecer la flexibilidad necesaria, con las ataduras justas, que permitan adaptarse y cambiar cuando sea necesario.
-En los últimos años, la digitalización y la sostenibilidad se han abierto paso en el sector, ¿qué ventajas han aportado? ¿Qué retos plantean?
-Efectivamente, en el caso de la sostenibilidad esta ya no es una moda o algo a futuro, sino una realidad que los promotores y los grandes operadores y empresas finalistas dan por sentada a la hora de encontrar un activo logístico o industrial que cubra sus necesidades. Debemos tener en cuenta que la sostenibilidad no se ciñe únicamente a aspectos que afectan de forma beneficiosa al medioambiente a través del diseño y ejecución de proyectos inmologísticos, sino que también está vinculado a la sociedad y a las personas, que son quienes ocupan estos espacios.
Por otra parte, el mundo evoluciona muy rápidamente, la digitalización y el desarrollo tecnológico avanzan a gran velocidad y desde nuestras compañías estamos trabajando por cubrir las necesidades que puedan darse a futuro respecto a este tema tanto por parte del sector en general, como por clientes y colaboradores. El aplicar las nuevas tecnologías nos ha permitido optimizar procesos para aportar una elevada calidad en nuestros proyectos de ingeniería, de consultoría y de atención al cliente.
En el caso de ASPOR, nuestra ingeniería de edificación logística, industrial y terciaria, trabajamos desde hace años con herramientas digitales que facilitan y mejoran el servicio al cliente como son los gemelos digitales o el ‘facility management’, la gestión en remoto y predictiva del mantenimiento de las naves industriales. En este momento, disponemos de una cartera nacional de 20 naves en toda la Península Ibérica con este servicio.
-El acceso a suelos logísticos adecuados sigue siendo un desafío en algunas zonas estratégicas. ¿Qué evolución prevén en la disponibilidad y en los precios del suelo logístico en la Comunitat Valenciana en 2025?
-Es cierto que la disponibilidad de suelo es uno de los retos a los que se enfrenta el sector en las zonas más demandadas pero en Valencia sí existen desarrollos actuales que pueden dar una respuesta adecuada. De hecho, en el primer trimestre de 2025 se computó una superficie total en construcción de 672.168 m2 contando proyectos en construcción “a riesgo”, “llave en mano” y de “autopromoción”.
El principal reto, como comentábamos es disponer de suelos apropiados para la construcción de plataformas big box superiores a 20.000 m2 que son las naves que más demanda están registrando.
En Bétera, en el eje central, por ejemplo, se están desarrollando grandes pastillas de suelo logístico que permitirá albergar plataformas de gran formato. Pese a ello, la disponibilidad durante este año puede que no sufra un gran incremento ya que la alta demanda absorberá inmediatamente las plataformas que salgan al mercado y cumplan con las necesidades de los inversores y operadores.
En cuanto al precio, el coste por metro cuadrado en las principales zonas logísticas se mantendrá estable entre los 5 y los 5,5 euros después del ligero incremento registrado a principios de este año.