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La trayectoria de Olivares Consultores ha sido un camino de crecimiento constante, consolidación y compromiso
-¿Cuál ha sido la trayectoria de Olivares Consultores a lo largo de todos estos años?
-A lo largo de todos estos años, la trayectoria de Olivares Consultores ha sido un camino de crecimiento constante, consolidación y compromiso. Desde nuestros inicios, nos hemos enfocado en ofrecer un servicio integral en todos los usos del sector inmobiliario, siempre con una visión estratégica a largo plazo.
Hemos participado en proyectos clave para el desarrollo de distintas zonas, acompañando a nuestros clientes en cada etapa del proceso: desde la planificación hasta la ejecución. Lo que comenzó como una empresa pequeña ha ido evolucionando hacia una consultora con presencia y reconocimiento en el sector, gracias a un equipo multidisciplinar altamente cualificado y a una cultura de trabajo basada en la confianza, la transparencia y la orientación a resultados.
Hoy podemos decir con orgullo que somos una referencia en el sector, no solo por la calidad de nuestros servicios, sino también por nuestra capacidad para anticiparnos a los cambios del mercado y ofrecer soluciones innovadoras y con impacto real. Esa ha sido —y sigue siendo— nuestra hoja de ruta.
-Todo el mundo conoce los famosos carteles de Olivares, pero ha comentado que se dedican a todos los usos del sector inmobiliario. ¿Cuáles son todas las áreas que trabajan?
-Es cierto que muchas personas nos identifican por nuestros carteles, que se han convertido casi en un símbolo en muchas zonas, pero Olivares Consultores es mucho más que eso. Nuestra actividad abarca todas las áreas clave del sector inmobiliario. Trabajamos en residencial, terciario, logístico, industrial, hotelero, suelo o Build to Rent, entre otros, tanto en desarrollo como en gestión y comercialización.
Desde nuestros orígenes, hemos apostado por un enfoque integral, ofreciendo soluciones a medida para promotores, fondos de inversión, propietarios y operadores. Participamos activamente en la gestión de suelo, la estructuración de operaciones complejas y el asesoramiento estratégico.
Nuestro valor añadido está en entender el sector en su conjunto, anticipar tendencias y generar oportunidades reales de negocio. Por eso, más allá de los carteles, estamos presentes en todas las decisiones clave que hacen que un desarrollo inmobiliario sea viable y rentable.
-¿Qué características debe reunir un buen directivo del sector inmobiliario?
-Un buen directivo del sector inmobiliario debe reunir una combinación de visión estratégica, conocimiento y una fuerte capacidad de adaptación. Este es un sector complejo y cambiante, donde es fundamental entender no solo el mercado actual, sino también anticipar su evolución.
Además, debe tener una gran capacidad de liderazgo y gestión de equipos, porque los proyectos inmobiliarios son siempre trabajos colaborativos en los que intervienen muchas personas. Saber alinear intereses, comunicar con claridad y tomar decisiones con determinación es clave. También es esencial tener sensibilidad urbanística, entender el impacto social y medioambiental de lo que hacemos y actuar con responsabilidad. La ética profesional, la transparencia y la orientación a largo plazo marcan la diferencia entre alguien que simplemente opera en el mercado y alguien que construye y genera valor real.
Todo esto, sin embargo, no tiene sentido si no se sustenta en unos valores sólidos que actúan como nuestro verdadero elemento diferencial. Son esos valores los que nos permiten identificarnos con las necesidades del cliente y actuar en consecuencia. Para nosotros, el cliente siempre está en el centro de todo lo que hacemos: sus expectativas, sus prioridades y su experiencia son el punto de partida y el destino de cada decisión directiva.
-¿A qué retos se enfrentan las empresas del sector a la hora de captar y retener el talento?
-Uno de los grandes retos del sector inmobiliario hoy en día es atraer y retener talento en un entorno cada vez más competitivo y multidisciplinar. El sector ha cambiado mucho; ya no basta con tener conocimientos o experiencia en operaciones. Ahora necesitamos perfiles que combinen visión estratégica, sensibilidad urbana, dominio de herramientas digitales y capacidad de adaptación constante. Y eso no es fácil de encontrar.
Por otro lado, las nuevas generaciones buscan algo más que una buena retribución. Quieren proyectos con propósito, entornos de trabajo flexibles y posibilidades reales de desarrollo profesional. Las empresas que no sepan ofrecer esto corren el riesgo de quedarse atrás.
En nuestro caso, en Olivares Consultores apostamos por una cultura de empresa basada en la confianza, la formación continua y el crecimiento interno. Queremos que el talento que entra se sienta parte de algo más grande: de un equipo que transforma ciudades, mejora entornos y crea valor. Ese es nuestro compromiso, y también nuestra ventaja competitiva.
-El acceso a la vivienda se ha convertido en un problema para muchas personas. ¿Qué evolución prevén en el mercado para este 2025?
-Es cierto que el acceso a la vivienda se ha convertido en uno de los principales desafíos sociales y económicos de nuestro tiempo. La presión de la demanda, la escasez de suelo finalista, el encarecimiento de los costes de construcción y los tipos de interés siguen dificultando el acceso, especialmente para los jóvenes y las familias con rentas medias.
De cara a 2025, esperamos un mercado que mantenga una tensión importante entre oferta y demanda, especialmente en los grandes núcleos urbanos. No obstante, también vemos señales positivas: la administración está empezando a tomar medidas más activas en materia de colaboración público-privada, movilización de suelo y desarrollo de vivienda asequible, aunque todavía queda mucho camino por recorrer.
Desde Olivares Consultores creemos que la clave estará en actuar con una visión integral: agilizar los procesos urbanísticos, fomentar la rehabilitación y la regeneración urbana, incentivar nuevos modelos como el Build to Rent y apostar por una planificación eficiente del territorio. Solo con soluciones estructurales podremos corregir este desequilibrio y avanzar hacia un mercado más accesible y sostenible para todos.
-Y en el segmento de la inmologística, ¿qué perspectivas tienen para la Comunitat en este 2025?
-Valencia se ha consolidado como uno de los principales hubs logísticos gracias a su ubicación estratégica e infraestructuras, y eso se ha visto reflejado en el segmento del sector inmologístico.
Actualmente, Valencia y sus coronas disponen de una tasa de disponibilidad que se sitúa en el 0,44 %, la más baja de los últimos 10 años. Esta escasez está provocando que todos los proyectos de calidad que se ejecuten a riesgo encuentren cliente antes de su finalización.
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Desde nuestro departamento de Industrial & Logística esperamos que en 2025 el mercado logístico e inmologístico continúe en crecimiento.
Nosotros, en Olivares Consultores, para hacer frente a esta situación de escasez y satisfacer la demanda no atendida, estamos incorporando al mercado de 2025 proyectos logísticos exclusivos en las zonas más prime de Valencia: concretamente en Quart de Poblet, Catarroja, Picassent y Sagunto, todos ellos bajo un modelo integral de gestión asset management 360, con un asesoramiento integral para inversores, convirtiéndolos en promotores desde la búsqueda de oportunidades de suelo, hasta el asesoramiento técnico o urbanístico, o el diseño y la ejecución según el modelo de Project Manager, y convirtiéndonos en compañeros de viaje de nuestros clientes.
Por último, cabe indicar que Valencia hoy atraviesa una crisis de disponibilidad de suelo logístico con condición de solar. Y este es el principal reto. Proponemos regenerar suelos industriales obsoletos con agilidad en la tramitación urbanística, incentivando estos desarrollos orientados a la sostenibilidad. Y esta misma agilidad estructural la pedimos para los desarrollos que ya están en marcha o que se quieran iniciar. De lo contrario, perderemos el tren frente a otros territorios con mayor agilidad.
-Los nuevos modelos de vivienda —coliving, senior living, flex living…—, ¿cómo están impactando en el mercado?
-Los nuevos modelos de living están marcando un antes y un después en el mercado inmobiliario. No son una moda pasajera, sino una respuesta real a los cambios sociales, demográficos y culturales que estamos viviendo. El coliving, el senior living o el flex living tienen algo en común: ponen a la persona en el centro y priorizan la experiencia de uso sobre la posesión.
Desde Olivares Consultores llevamos tiempo analizando esta evolución, y ya estamos viendo cómo estos formatos empiezan a consolidarse, especialmente en entornos urbanos donde el acceso a la vivienda es más complejo. El coliving, por ejemplo, responde muy bien a la demanda de los jóvenes profesionales que buscan flexibilidad, comunidad y localización. El senior living es una oportunidad enorme que todavía está en fase de desarrollo, pero que será clave por el envejecimiento de la población y la necesidad de modelos habitacionales más dignos y adaptados.
Estos formatos están impactando también en la forma de desarrollar producto: requieren otra manera de diseñar, de gestionar, incluso de financiar. Desde nuestro punto de vista, son modelos que han llegado para quedarse, y las ciudades que sepan integrarlos con inteligencia van a ganar en diversidad, cohesión y sostenibilidad. Nosotros, como consultora, estamos acompañando a operadores e inversores que están apostando por este tipo de proyectos con una visión a largo plazo y muy alineada con la nueva realidad social.
-En los últimos años, la digitalización y la sostenibilidad se han abierto paso en el sector. ¿Qué ventajas han aportado? ¿Qué retos plantean?
-Sin duda, la digitalización y la sostenibilidad han dejado de ser conceptos aspiracionales para convertirse en ejes clave del presente y futuro del sector inmobiliario. En Olivares Consultores lo hemos vivido en primera línea, porque estos dos vectores están transformando la planificación y gestión.
En cuanto a la digitalización, nos ha permitido ser más eficientes, tomar decisiones con mayor rapidez y precisión, y ofrecer a nuestros clientes análisis más completos. Desde herramientas de gestión hasta plataformas de comercialización digital, el salto ha sido enorme. Pero también plantea retos: exige inversión, formación continua y una mentalidad abierta al cambio, algo que no siempre es fácil en un sector tradicional como el nuestro.
Sin embargo, en este mundo cada vez más digital, el punto de venta físico sigue siendo clave para generar confianza, ofrecer una experiencia personalizada y convertir el interés en decisión de compra. Por eso, Olivares Consultores ha apostado por implementar tiendas inmobiliarias en puntos estratégicos como el centro de Valencia, Torre en Conill, El Puig de Santa Maria, Dénia o Alicante.
El verdadero reto está en integrar ambas dimensiones —tecnológica y presencial— en la estrategia de negocio, no como una imposición externa, sino como una convicción. Y en Olivares Consultores estamos convencidos de que ese es el camino.
En paralelo, la sostenibilidad ya no es opcional. Hoy en día, promotoras, fondos y usuarios exigen proyectos que minimicen el impacto ambiental, optimicen recursos y estén alineados con criterios ESG. Esto ha elevado el nivel de exigencia en cada fase del proyecto, desde el diseño hasta la operación. Y aunque implica un esfuerzo adicional, también es una gran oportunidad para diferenciarnos, generar valor a largo plazo y construir un legado más responsable.
-El hecho de que Valencia esté hoy en el mapa gracias a sus excelentes conexiones con Madrid y con Europa, ¿ha incrementado el interés de los inversores por la ciudad?
-Sin duda, esto ha tenido un impacto muy positivo en el interés de los inversores. La ciudad se ha convertido en un hub estratégico para negocios y proyectos inmobiliarios, y esto ha atraído a una creciente cantidad de capital, especialmente de aquellos que buscan diversificar sus carteras o aprovechar el crecimiento de una ciudad que, además de ser accesible, ofrece una gran calidad de vida.
Las buenas infraestructuras de transporte son un factor clave, pero también lo son otros elementos como la proyección internacional, la estabilidad económica y la creciente dinamización de sectores clave como la tecnología, la innovación y el turismo.