Borrar
Universitat de València

«Una de nuestras misiones como Consell Social es transmitir a la sociedad los grandes beneficios sociales de la actividad universitaria»

Silvino Navarro Gómez-Ferrer es Vicepresidente del Consell Social de la Universitat de València y está al frente de su Comisión de Asuntos Económicos. Desde su experiencia, nos acerca a este órgano de la Universitat de València con motivo de la 25ª edición de sus Premios Universidad-Sociedad.

EFQ

Compartir

Licenciado en Derecho y Economía por la Universitat de València y en Finanzas Europeas por la Universidad de Nantes, Silvino Navarro es registrador de la Propiedad, Mercantil y de Bienes Muebles. Árbitro y mediador, forma parte de la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados y es presidente de la Fundación José Pastor Fuertes y, además, ha ejercido de asesor del jurado de economía de los premios Jaume I desde el 2016 hasta hoy.

Silvino Navarro

El Consejo Social es un gran desconocido para gran parte de la sociedad. ¿Qué es?

Las universidades se estructuran en diferentes órganos: el rectorado, el claustro, el consejo de gobierno… El Consejo Social es un órgano más de las Universidades públicas desde la Ley de Reforma Universitaria de 1983.

Lo que diferencia el Consejo Social del resto de órganos universitarios es su composición y presidencia. El Consejo Social es el órgano de participación de la sociedad en la Universidad y, por tanto, sus vocales y presidencia están nombrados por entidades ajenas a ella, son propuestos en su mayoría por sindicatos, asociaciones profesionales, organizaciones empresariales, entidades locales, parlamento, gobierno autonómico, etc… En mi opinión sería bueno que la sociedad civil se conectara todavía más con la Universidad, pero con independencia plena de poderes fácticos y políticos.

¿Cuáles son sus funciones principales?

El Consejo Social tiene encomendadas importantes competencias como la aprobación de los presupuestos, las cuentas anuales y la planificación estratégica de la Universidad, supervisión de su funcionamiento económico y administrativo y adecuación de la oferta de enseñanza e investigación universitaria a las necesidades de la sociedad, entre muchas otras.

Para este Consell Social, presidido por María Emilia Adán, es importante que la sociedad valenciana se implique todavía más en el objetivo de que la Universidad no deje de atender su compromiso social.

Por otra parte, y en paralelo, debemos desde el Consell Social trasladar a sociedad valenciana que puede tener plena confianza en que la Universidad ofrece formación e investigación excelentes justificando así la importante inversión pública en la misma. El Consell Social ha de velar porque exista una absoluta transparencia en la gestión con un máximo aprovechamiento de los cuantiosos recursos materiales y humanos de los que dispone la Universitat.

La imagen de eficacia y eficiencia que la Universitat transmita a la sociedad es fundamental para la valoración que se haga de su labor y, por tanto, del interés en contribuir a su sostenimiento económico.

Silvino Navarro

¿Están nuestras universidades afrontando, acompañando y respondiendo puntual y adecuadamente a los rápidos cambios que se producen en nuestra sociedad?

Es una pregunta que deben hacerse todas nuestras instituciones y organizaciones. Las universidades han de ser conscientes de la nueva realidad a la que se enfrentan. Estamos en un momento de profundos cambios que hacen que la forma “tradicional” de hacer las cosas no sea la más adecuada. Hoy día todos podemos acceder a contenido casi ilimitado sobre cualquier materia. Hay que complementar y reforzar los métodos que funcionaban en el pasado, pero que ahora no son tan efectivos. No debemos olvidar que hoy en día hay muchas empresas punteras que no tienen en cuenta la formación reglada para entrar en ellas, se fijan en las habilidades adquiridas de forma tradicional o no.

La Universidad ha de seguir proporcionando formación, investigación y gestión excelente a la sociedad, pero el problema es que las necesidades son diferentes de las que existían hace diez, veinte años y se siguen utilizando herramientas de esa época sin complementarlas adecuadamente. Ello supone un reto para el Consell Social, que ha de animar a la Universitat a acometer esos cambios a la vez que no desatiende los retos de la gestión ordinaria.

Debemos estar preparados, sin excusas, tras lo ocurrido en este último año y medio, y asumir que las nuevas condiciones en las relaciones se dan no sólo con respecto a los estudiantes, que son nativos digitales, sino también con el profesorado, las empresas, las instituciones públicas, los proveedores y destinatarios de servicios, los medios de comunicación y los centros de investigación del entorno o foráneos.

Pesa sobre nosotros, como responsables de nuestras universidades, como académicos, estudiantes, personal de administración y servicios, y agentes sociales, la obligación de estar preparados y saber enfrentarnos a esos retos: la sociedad nos lo exige. No pueden, no deben permitirse ya, problemas de adaptación y organización como los lógicamente sufridos al inicio de la pandemia, una vez que a estas alturas estamos avisados.

¿Cree que la sociedad conoce suficientemente la contribución de la Universitat de València a la sociedad, más allá de su vertiente formativa?

Desde el Consell Social trabajamos para ello. Debemos hacer patente ante la sociedad los múltiples beneficios que se derivan de la actividad universitaria. En los últimos años, tanto a nivel nacional como autonómico, se vienen publicando informes sobre la contribución de las universidades al desarrollo económico y social.

Y no solo trabajamos para que se conozca qué hace la Universitat de València sino para que sus programas y proyectos económicos se ajusten a lo que la sociedad demanda. El Consell Social tiene además como misión informar a la sociedad valenciana de cómo se están gestionando los fondos públicos que se transfieren a la Universitat.

Esta rendición de cuentas no debe articularse como un ejercicio meramente económico, o no sólo, sino que ha de extenderse a todos los ámbitos de la actividad universitaria, y debe reflejar también los muy variados beneficios, no sólo económicos, insisto, que la Universidad reporta a la sociedad como portadora de valores culturales y de pensamiento crítico.

En su opinión, ¿deberían las universidades recibir más financiación privada?

Para pedir generosidad en la financiación privada y voluntaria hacia la Universidad ha de superarse la desconfianza generalizada sobre la eficacia de la gestión pública en general. Esta es una de las misiones esenciales de los Consejos Sociales; transmitir a la sociedad que puede confiar en la gestión eficaz de la Universidad.

Como presidente de la Comisión Económica del Consell Social de la Universitat de València, ¿qué opinión le merece la falta de un plan plurianual de financiación de las universidades públicas valencianas?

La rectora María Vicenta Mestre volvió a reclamar a la Administración de la Generalitat, en el discurso de apertura de curso del pasado 10 de septiembre, la aprobación, tras varios años de retrasos, de ese Plan Plurianual de Financiación, reivindicación en la que cuenta con todo el apoyo del Consell Social.

En la Comunidad Valenciana se han dejado de lado desde hace años los modelos plurianuales de financiación y, por tanto, su capacidad operativa para el logro de los objetivos institucionales a medio y largo plazo. Se ha primado una visión cortoplacista dirigida a garantizar la suficiencia financiera mínima y más inmediata, año a año, incluso mes a mes, Y ello hace que no puedan acometerse inversiones imprescindibles.

Se requiere voluntad política para la elaboración, aprobación y después cumplimiento de ese plan plurianual de financiación. Espero que nuestros políticos sean valientes y den el paso de aprobar un plan plurianual adecuado para mantener la excelencia de nuestras instituciones universitarias, más allá de garantizar la supervivencia de las mismas.

La necesidad de adaptarnos a la nueva realidad social hace imprescindible que todos trabajemos en la misma dirección. Nosotros por nuestra parte seguiremos pendientes de la optimización del gasto universitario exprimiendo cada euro del que dispongamos. La comunidad universitaria debe también ayudar entendiendo que debe esforzarse por conseguir un mejor funcionamiento, una mejor educación e investigación con los recursos de que disponemos. Los universitarios no deben tampoco olvidar que toda la sociedad está invirtiendo en ellos mucho dinero todos los años.

25 años premiando la cooperación de la Universitat de València con la sociedad. ¿Qué papel juegan estos galardones y quién puede presentarse?

Como le decía antes, una de nuestras misiones como Consejo Social es transmitir a la sociedad lo que hace la Universitat y los grandes beneficios sociales resultantes de esa actividad, por eso este Órgano lleva 25 años premiando las mejores prácticas de colaboración Universidad-sociedad, tanto a miembros de la comunidad universitaria como a empresas, agentes sociales e instituciones de su entorno.

Estas 25 ediciones nos dan una buena perspectiva sobre la evolución definitivamente positiva de las relaciones entre la Universitat y el resto de la sociedad, y queremos aprovechar este hito para organizar una edición especial de nuestros Premios. La convocatoria de candidaturas está abierta hasta el próximo 8 de octubre, y están previstas diferentes categorías (especificadas junto con las bases de los Premios en la web del Consell Social de la Universitat de València): innovación, alumni insigne, humanismo digital, trayectoria de colaboración Universidad-sociedad, y excelencia docente.

Compartir

Contenido para Universitat de València  editado por EFQ. En su elaboración no ha intervenido la redacción de este medio.