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Labtecnic utiliza el material genético del can para ayudar a los ayuntamientos a mantener sus calles libres de excrementos
La gran mayoría de las personas que comparten su vida con un perro son cuidadosas y recogen las heces de su amigo peludo cuando pasean por las calles de su localidad. Sin embargo, en muchos casos, la irresponsabilidad de quienes las dejan tiradas en el suelo hacen que se contamine el ambiente y se puedan propagar incluso algunas enfermedades.
Frente a ello, muchos ayuntamientos se han puesto manos a la obra para la realización de censos caninos, que se pueden confeccionar gracias a la obtención del ADN canino que permite identificar a los amos que están confeccionando la falta. Esta metodología la ofrece Labtecnic, laboratorio técnico especializado en análisis ambientales y biología molecular, con sede en la ciudad de Gandia.
El censo canino está siendo implantado en multitud de municipios de toda España. Pese a que todos los animales deben llevar implantado el microchip identificador, la obtención del ADN canino permite a los ayuntamientos identificar rápidamente y con seguridad a aquellas personas que están ensuciando las calles con excrementos. Para llevar un control de los perros que hay en una determinada población, el consistorio informa y realiza un censo voluntario de animales con la identificación de sus huellas genéticas, tomando un hisopo y extrayendo su saliva. Tras el análisis del ADN, cada mascota pasa a una base de datos, la cual incluye información de sus dueños, como nombres o teléfonos. Con la obtención de este censo y las huellas genéticas de cada mascota, ya se puede identificar las heces de aquellos perros cuyos dueños no las recogen de la vía pública. Para ello, se cotejan esas muestras de heces con el censo obtenido previamente.
Con este mecanismo se busca que las personas se vean en la obligación de recoger las heces de sus mascotas, que perjudican al medio ambiente y a la salud de los seres humanos y del resto de animales.
Muchos ciudadanos todavía no han tomado conciencia de la importancia que tiene este problema para la preservación del medio ambiente. Además de ensuciar los lugares de paso, todo ello implica un riesgo para la salud de los seres humanos, ya que las heces de los perros contienen parásitos, virus y bacterias que son responsables de enfermedades, fundamentalmente, gastrointestinales y oftalmológicas.
El censo de las mascotas para obtener el ADN canino no solo sirve para conocer qué perro fue el causante de las necesidades abandonadas en la calle. También es útil para identificar aquellos animales maltratados y abandonados, a los cuales les han sustraído el chip identificativo. También tiene su utilidad para cotejar su pedigrí, así como para identificar enfermedades genéticas y para saber si el can es propenso a adquirir determinadas patologías.