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Una campaña que ayuda a preservar el tejido comercial de la provincia de Valencia
La campaña ‘A grandes males, pequeños comercios’, impulsada por Confecomerç junto a sus asociaciones de comerciantes locales, gremios y mercados municipales de toda la provincia de Valencia, recorre cada municipio con un mensaje claro y urgente: cada compra en el pequeño comercio es una decisión que protege nuestro territorio.
Y ahora, en vísperas de Navidad, esta reflexión cobra aún más relevancia, ya que cada elección de compra se convierte en un verdadero gesto de compromiso, en un apoyo real al lugar donde vivimos. Un mensaje que llega en el momento oportuno para evitar los tres grandes males que amenazan la vitalidad de nuestros pueblos y ciudades.
El mal de la compra lejana, que desvía recursos hacia plataformas digitales y provoca una fuga económica que nunca regresa al territorio. El mal del clic fácil, que convierte la compra en un gesto automático y despersonalizado, vaciando calles, debilitando el empleo y erosionando la economía local. Y el mal del consejo perdido, esa orientación cercana que no aparece en ningún buscador. La recomendación honesta, el conocimiento experto y la confianza que solo ofrece quien forma parte de tu entorno más próximo: el comercio local.
Frente a estos males, que, juntos, ponen en riesgo la identidad, la actividad y el futuro de nuestros municipios, el pequeño comercio es el mejor antídoto. Cada pequeño establecimiento que permanece abierto y cada compra realizada en el comercio local es una apuesta por el entorno, por la economía del municipio, por la sostenibilidad, por preservar nuestras tradiciones y raíces con la promoción de productos autóctonos y artesanos, por una forma de consumo más humana y responsable. Comprar en la provincia de Valencia no solo mueve la economía: mantiene vivas las calles, refuerza el tejido social, genera empleo y fomenta la cultura propia de cada territorio.
En un momento en el que la digitalización avanza sin freno y el comercio electrónico de los gigantes de internet que operan fuera de España crece a un ritmo vertiginoso, esta campaña recuerda algo esencial: el pequeño comercio es el corazón que vertebra los municipios de la provincia y el pilar imprescindible para garantizar un desarrollo económico sostenible y equilibrado.
Porque el pequeño comercio es mucho más que un punto de venta. Mientras que los gigantes de internet como Amazon, Shein o Temu, hacen su negocio aquí y no pagan impuestos aquí, los pagan en China o Estados Unidos, son los negocios locales los que contribuyen fiscalmente -a través del pago de impuestos, cotizaciones y del IRPF- y los que hacen posible que se construyan escuelas, hospitales, centros de salud, carreteras y servicios públicos que sostienen la vida en nuestros municipios. Cada persiana que se baja no es solo un negocio que desaparece: es menos capacidad para financiar aquello que nos une como sociedad.
‘A grandes males, pequeños comercios’ es una invitación a actuar. Una iniciativa que cuenta con el respaldo de la Diputación Provincial de Valencia y el apoyo de la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo. Una campaña, que tiene impacto en toda la provincia y que recuerda que apostar por el comercio local es garantizar el futuro del territorio. Porque lo que sostiene a un pueblo no está lejos; está en cada gesto que elige lo cercano, lo auténtico, lo nuestro.