Aspecto que presentaba ayer por la tarde el hall de la Facultad de Psicología. LP

La nueva normalidad entra en las universidades

Las sesiones a distancia, los aforos reducidos y la prohibición de quedarse en zonas comunes provocan un inicio atípico en los campus

Joaquín Batista

Valencia

Lunes, 14 de septiembre 2020

La educación valenciana al completo ya ha empezado a rodar con el inicio de las clases universitarias en buena parte de los campus, que ayer recibieron al grueso de sus alumnos. Las puertas se abrieron -para los estudiantes- medio año después, y como en cualquier orden de la vida en esta nueva realidad, la pandemia lo marcó todo, dejando una jornada rara, con menos gente de lo normal. En algunas facultades, en determinados momentos, parecía un día de huelga. Por el vacío y el silencio.

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En el campus de Tarongers de la Universitat de València las aulas lucían a medio gas, ilusión derivada de la necesidad de mantener la distancia de 1,5 metros en los bancos, y en los espacios comunes brillaron por su ausencia los corrillos de alumnos poniéndose al día o compartiendo experiencias del verano. No se puede olvidar que todas las universidades han prohibido la permanencia en las instalaciones una vez se terminan las clases, como bien recuerda la cartelería que inunda los aularios. El objetivo es prevenir posibles aglomeraciones y sobre todo evitar la concentración de muchas personas en espacios cerrados durante más tiempo del indispensable.

Algo parecido pasó en el campus de Blasco Ibáñez de la Universitat, con instalaciones casi vacías a primera hora de la tarde, algo insólito en la anterior normalidad. Es lo que sucedió en la Facultad de Psicología, donde el alumnado que ayer acudió para recibir sus clases presenciales salía de las aulas y abandonaba el edificio ante la citada limitación. Por momentos no se veía ni un alma en el hall. Tampoco en otro punto de encuentro habitual, la escalera de Medicina, donde sentarse a almorzar, esperar o hablar era, en cursos anteriores, asignatura obligatoria.

También influyó que buena parte del estudiantado empezó desde casa, a distancia, fruto del modelo híbrido que han adoptado los centros ante la limitación de aforo de las aulas. Las cámaras para retransmitir o registrar las sesiones tuvieron un protagonismo especial. Bien por la novedad o por los problemas de conexión registrados en algunos casos. Cosas del primer día.

Contraste con el exterior

Volviendo a Tarongers, el escenario en las zonas peatonales del campus fue distinto, pues a mediodía era fácil ver grupos de alumnos rondando las puertas de entrada, charlando. La realidad era bien distinta respecto a lo que se veía en el interior. Y lo mismo pasó en el campus de Vera de la Universitat Politècnica, donde también se veía ambiente en los amplios espacios al aire libre.

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En la Universidad de Alicante el vacío fue extremo, pues el viernes se optó por retrasar el inicio normal una semana, por lo que todas las clases programadas se impartieron online. Desde la institución explicaron que la decisión se tomó porque hasta ese mismo día no se publicó oficialmente la actualización del protocolo consensuado entre las instituciones y la conselleria.

Fue necesario introducir unas modificaciones mínimas acordadas con el ministerio y en relación a los aforos de las clases, aunque desde el departamento que dirige Carolina Pascual replicaron que todos los centros fueron conocedores del documento con anterioridad, tanto mediante comunicaciones oficiales como por su participación en la reunión mantenida entre los rectores y la consellera. Fuentes de la universidad señalaron que la semana que viene ya funcionarán de manera dual (con presencialidad y a distancia) y que ayer se activaron, hasta media mañana, más de 400 clases virtuales. Sólo hubo problemas de sobrecarga sobre las 9 horas.

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En la Jaume I la actividad docente se centró en los grados de Medicina y Enfermería, que empezaron la pasada semana, mientras que el resto lo harán la próxima. La Miguel Hernández también esperará al lunes, dando margen para cerrar la convocatoria de exámenes de septiembre. La Católica también empezó el día 7, mientras que en la Cardenal Herrera la incorporación de casi todos los estudiantes llega hoy. Además, en la mayoría de los centros el arranque para el alumnado nuevo será el 25.

Por último, el estudiantado espera que «se tomen las medidas necesarias para garantizar la calidad de la docencia», en palabras de Andrea Paricio, presidenta de la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de las Universidades Públicas (Creup). También reclamó una rápida resolución de las becas del Consell del curso pasado. La previsión es que se conozcan este mes.

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