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LOS SEISES O BOTELLAS

MIKEL PAGOLA ERVITI

Domingo, 3 de marzo 2019, 00:27

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Suelo yo decir que las mascletaes vertebran la gran fiesta de las Fallas. Son su hilo conductor, su sostén. Empezar la serie en estos primeros días de marzo es como darle a la mecha de una traca valenciana: augura un crescendo. Ayer, en sábado (que para los pirotécnicos cuenta mucho esto del fin de semana), la joven firma Mediterráneo disparó su cuarta mascletà en esta plaza. Cumplió con el sacramento de iniciarla, precisamente, con una traca valenciana. Esta fue rápida, como toca. Todas deberían ser al menos con un estopín (mecha) tan alegre como esta. Sólo el funcionamiento de este simple detalle inicial, puramente folklórico en una disparà actual (pero que para mí queda muy bonito y es obligado) ya da para muchas comparaciones. Toni García Juan siguió el esquema clásico con tres tiempos aéreos, pero los disparó desde el lateral de Correos, no desde la punta norte. Y, terminado este comienzo de pitos, truenillos y chicharras, es cuando dispuso fuego 'electrónico'. A mi juicio este es el mejor momento para meterlo en el caso de que, como ayer, no se digitalice -ni falta que hace- todo el comienzo aéreo. Hizo idas y vueltas de forma bastante lograda, con gusto, sin recargar: a un lado un efecto de pitos, por ejemplo, y contestando en el otro lateral con serpentinas de truenillos, y viceversa. Pero precisamente, quizá, las serpentinas no fueron todas igual de finas siempre. Hizo un golpe de cierre y pasó a tierra. Ahí llevaba cuatro cuerpos o retenciones normales y una quinta, doble. Esta mascletà, desde el comienzo, pegó fuerte, porque iba con 'seises' o 'botellas' (los truenos terrestres de más calibre). Pero además sonó rellena porque llevaba mucha cosa pequeña variada (como rastres o peines de varios tipos). El aéreo de acompañamiento lo llevó desde dos lados. Y, lo mejor: se atrevió a entrar al terremoto (darle fuego) únicamente con tres ramales (aunque no mecanizados), fusionando muy bien este punto con el final terrestre previo, sin escalón sonoro. Su final, todo con 'botellas', fue incluso demasiado fuerte. En el digital de cierre fue correcto pero quizá debió entrar antes, sin espacio. Pero, eso sí, terminó redondo.

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