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Imagen promocional de la mascarilla en la web de Closca. CLOSCA
Polémica por las mascarillas valencianas 'Closca Mask'

Polémica por las mascarillas valencianas 'Closca Mask'

La compañía lamenta en un comunicado que las diferencias entre las especificaciones originales y el producto final hayan sido percibidas como un engaño

LAS PROVINCIAS

Miércoles, 13 de mayo 2020

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Salta la polémica para una empresa valenciana por la venta de unas supuestas mascarillas FFP2 que no parecen tener demasiado que ver con lo prometido. Se trata de las mascarillas diseñadas y producidas por la 'startup' Closca, que salieron al mercado con un precio de 20 euros y aseguraban un diseño eficaz a la hora de proteger y filrar partículas sin dejar de lado la estética. La 'Closca Mask', como se denomina el modelo en cuestión, se anunciaba como una alternativa a las mascarillas que conocemos: «Conviértete en un héroe sanitario», publicitaba su eslogan.

La firma, que había conseguido destacar en el mercado internacional por un casco para montar en bicicleta, promocionó a nivel nacional su modelo de mascarilla a mediados del pasado abril. Según detallaba en su página web la compañía, la 'Closca Mask' «incorpora filtros que consiguen la misma protección que los FFP2». Algo que no se ajusta a la realidad del producto.

Después de prevender 40.000 unidades del producto, en que se incluye la tela más seis filtros, la compañía lanzó un comunicado para anunciar a sus clientes que las mascarillas ya estaban disponibles. Pero no explicaron las modificaciones que habían hecho en los materiales: los filtros de la mascarilla, que pueden lavarse y ser reutilizados, pasaron de ser los FFP2 a ser los de una «mascarilla higiénica lavable». En vez de la estructura rígida que habían anunciado, la mascarilla estaba realizada con tela perforada para «aumentar la transpiración». La sorpresa vino cuando los consumidores comprobaron que habían pagado 20 euros por un modelo muy diferente al publicitado.

El post en redes con el que la compañía anunciaba la mascarilla se llenó de quejas de los clientes respecto a la calidad final del producto y el pago realizado por él. «Espero que me devolváis la pasta de las máscaras y el montón de filtros que pedí de extra», reclamaba un usuario de Twitter, entre otros comentarios de la publicación:

«Los que hemos decidido poner son los utilizados por Sanidad y con los que podemos garantizar: certificación, materiales, lavados y protección anti bacteriana. Si aún deseas cancelar tu pedido, enviamos un mensaje privado con tus datos y procederemos», respondía la compañía a un cliente que reclamaba su dinero por el cambio del producto: «He visto que habéis cambiado la normativa por la cual están hechos los filtros y aparentemente son quirúrgicas, no ffp2 ¿podéis confirmarlo? Hice mi pedido comprando un filtro ffp2 y si esto es así no lo quiero», exponía el comprador.

El fundador de la compañía, Carlos Ferrando, también utilizaba Twitter para reconocer el cambio de materiales y pedir disculpas por el resultado final del producto: «Quiero pedir disculpas a nuestros clientes y amigos por las diferencias de especificaciones técnicas y cambios en el diseño entre el prototipo que comunicamos al inicio del proyecto de Closca Mask y el producto final que lanzamos desde Closca Design».

Comunicado de la empresa

En otro comunicado, la compañía lamenta profundamente que las diferencias entre las especificaciones originales y el producto final hayan sido percibidas como un engaño. 

La compañía asegura que «en ningún momento ha querido engañar a nadie ni jugar con la salud y la seguridad de las personas. El compromiso esencial de Closca son las personas y ante la crisis de Covid-19, la compañía puso en marcha un proyecto sin ánimo de lucro con el objetivo de ayudar a los colectivos más vulnerables en la actual crisis sanitaria. Hasta el momento, todos los pedidos de mascarillas que se han recibido están en fase de pre-venta, por lo que ningún producto ha sido todavía entregado. Con la venta de cada unidad de estas mascarillas, la compañía dona cinco mascarillas sanitarias y en este momento, están en proceso de donación 46.000 mascarillas, cifra que espera continuar aumentando.»

Según Closca, «el proyecto nace al comienzo de la crisis sanitaria. La compañía inicialmente iba a incorporar unos filtros fabricados en China, con materiales procedentes de mascarillas FFP2. Sin embargo, ante la detección de millones de mascarillas importadas no reglamentarias, Closca decidió cambiar de proveedor para ofrecer un filtro con las máximas garantías, fabricado y certificado en España. A tal fin, se seleccionó el mismo proveedor utilizado por la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública de la Comunidad Valenciana y con alta cobertura BFE (98%). Este filtro está certificado como mascarilla higiénica lavable, con lo que se reduce el impacto negativo en el medio ambiente.»

«La compañía lamenta que este cambio en las especificaciones de los filtros haya podido ocasionar cualquier duda o malentendido y por eso ya se ha puesto en contacto con todos los clientes que la han comprado para aclarar la situación y ofrecer el reembolso total del importe de la reserva en el caso que quieran anular el pedido.», concluye el comunicado.

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