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Comienza ya la cuenta atrás para el verano. Las vacaciones están cada vez más cerca y los ayuntamientos del litoral valenciano quieren tenerlo todo ... dispuesto. Los trabajos en las playas se intensifican para que todo esté listo cuando aparezcan los primeros turistas. Pero no todo en el monte es orégano. No todo está preparado. Hay arenales que no estarán del todo listos.
Esta situación es especialmente visible en las playas que han sido afectadas por la dana del pasado 29 de octubre. Aunque han sido retirados la mayor parte de cañas y sedimentos que fueron arrastrados por la inundación, todavía se pueden apreciar las cicatrices originadas por la tragedia.
En otras localidades, el mal estado de las playas se retrotrae en el tiempo y se ha convertido en un problema estructural. La regresión marina afecta a un número importante de playas.
Según el informe 'Crisis a toda costa 2024' de Greenpeace en la provincia de Castellón solo el 18,8% de las playas está libre de afectaciones. es decir que más del 80% de estos arenales sufren problemas. El problema es más grave en Valencia, según la organización conservacionista, mientras que en Alicante el 43% presenta un severo retroceso.
El estudio elaborado por Greenpeace asegura que la Comunitat tiene 518 kilómetros de costa, de los que más de la mitad son playas. Concretamente 356 kilómetros «sufren una gran presión turística y mucha artificialización», según el colectivo ecologista. Además, la entidad asegura que el 74,3%, es decir, casi tres cuartas partes del litoral está urbanizado, dato que hace que la zona costera de la región sea la más edificada de toda España. Asimismo, el documento también expone que el 64,8% de los arenales valencianos, dos de cada tres, han visto disminuir su extensión en la última década «al encadenar eventos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes e intensos».
Playas como las de Moncofar, Nules, Xilxes, Burriana, Almenara, Sagunto, La Llosa, Tavernes de la Valldigna, El Perelló, arenales del sur de Valencia, Cullera, Miramar, Daimús o Dénia, entre otras, presentan un grave problema de regresión de la costa.
Por otro lado, esta misma semana se han conocido las banderas azules que ostentará la Comunitat. Esta sigue obteniendo el mayor número de en España, 164 en total, lo que supone cinco más que el año pasado. Pero algunos de estos arenales sigue presentando problemas. Por un lado, hay algunas afectadas por la regresión y que tienen que ser regeneradas, como La Goleta en Tavernes de la Valldigna, las playas del sur de Valencia, que han sido restauradas recientemente o las de Sagunto.
Precisamente los vecinos de las playas de Sagunto han mostrado su extrañeza por el hecho de que al municipio se le hayan dado cuatro banderas azules cuando las de Malvarrosa, L'Almardà y Corinto están sufriendo la regresión de la costa. preocupación por la reciente concesión de la bandera azul a las playas de Almardà, Corinto y Malvarrosa, «cuando el estado actual de playas del norte de Sagunto dista mucho de cumplir con los criterios exigidos para este galardón internacional». Además, denuncian que la playa de la Malvarrosa, que atraviesa una situación crítica de regresión costera y carencias en accesibilidad y mantenimiento, ha recibido por primera vez este año este reconocimiento.
En Cullera se han presentado las obras para regenerar de forma integral las playas del Marenyet y l'Estany de Cullera que estarán acabadas en verano de 2026. De esta forma, la ciudad conseguirá recuperar la línea de costa al nivel del año 1957 después de décadas de regresión en estas playas del sur. El proyecto permitirá recuperar los arenales de casi tres kilómetros de costa con una inversión de más de 18 millones de euros por parte del Estado. El tramo de costa que alcanza las playas del Marenyet y de l'Estany tiene una longitud de 2.8 kilómetros y va desde el actual espigón de protección del margen sur de la desembocadura del río Júcar hasta la Gola de l'Estany.
Su regeneración consiste en el vertido de un volumen de 1.078.628,47 metros cúbicos de arena; la construcción de tres espigones rectos de 195, 280 y 222 metros, para los cuales se dispondrá de un volumen de 21.885 metros cúbicos de escollera; y la reconstrucción y acondicionamiento de los tramos de los diques de canalización de la desembocadura de l'Estany, sin modificar sus condiciones geométricas y la retirada de las escolleras de protección existente en la costa, excepto en las zonas próximas a los muros existentes que conforman las defensas longitudinales hasta conseguir un mínimo de 40 metros de anchura de playa. En algunos tramos, se calcula que se podrían ganar más de 100 metros de amplitud de arenal.
Las playas del sur de Valencia están afectadas por este proceso. Con una inversión de 28 millones de euros, la más alta hecha en la Comunitat, el Gobierno acometió una operación para incrementar los arenales de las playas del sur de Valencia: Pinedo, Arbre del Gos y El Saler. Las obras implicaron el traslado de arena de un banco submarino hacia las costas de las playas del parque natural: en total, 3 millones de metros cúbicos que permitieron ganar 150 metros de extensión.
En las playas de Sueca se sigue trabajando para conseguir retirar todos los residuos que la dana depositó el pasado mes de octubre. El objetivo inicial era conseguir tener todo el litoral listo para Semana Santa pero no se pudo conseguir ya que Costas se encargó de eliminar los troncos y material de mayor volumen pero tras la finalización de esta fase todavía quedaba un gran trabajo por hacer. El más minucioso, la limpieza y colado de la arena para retirar los residuos pequeños que se habían acumulado por la dana y por los posteriores temporales.
El Ayuntamiento de Sueca asumió estas tareas junto a la Diputación de Valencia que ha cedido maquinaria pero todavía no han podido finalizar los trabajos que desde este mes de mayo cuentan con más operarios. Y es que Sueca ha destinado parte del personal contratado en el plan de empleo de la dana a estas labores para conseguir que todos sus arenales estén totalmente adecentados antes del verano.
Muchos pueblos costeros valencianos han tenido que asumir la limpieza de sus playas. Es el caso de Cullera que tras la retirada de los elementos más grandes, el consistorio realizó un contrato de emergencia de 500.000 euros para el resto de labores y así estar a punto para la primera gran campaña turística del año. En este caso, esta cantidad fue asumida por el Gobierno.
Menos suerte ha tenido El Perelló que ha invertido 14.000 euros en estos trabajos para que estuviera su playa preparada antes de Semana Santa, informa Alicia Talavera.
Dénia, por su lado, continúa con las labores para dejar sus playas listas para la temporada estival, con las siete banderas azules que este año ondearán en ellas. En general, presentan bastante buen aspecto, a excepción de Blay Bleach, con su tradicional estampa del mar cerca de los muros de las viviendas mientras se espera una regeneración que de momento no llegará porque el ministerio ha descartado las aportaciones de arena previstas en el proyecto.
No obstante, el concejal de Playas dianense, Pepe Doménech, ha indicado que quizás junio, cuando dispongan de más personal, cojan arena del 'segon regatxo' y la depositen allí. De esa forma podrán tapar algunas piedras y mejorar la seguridad.
En l'Almadrava queda algo de posidonia mezclada con canto rodado, pero está prevista retirarla a principios del próximo mes, cuando aumente el personal disponible y pasen de los ocho trabajadores actuales a 24. También en un lateral de la Marineta Cassiana hay restos de esta planta acuática, mientras que el resto de la playa está despejado.
En estos momentos se están colocando las pasarelas. Ya hay un tramo y resta la parte comprendida entre Les Marines y Punta Molins. En la segunda quincena de mayo procederán a ubicar las plataformas para preparar las playas accesibles y el día 20 empezará el balizamiento del litoral.
Los primeros chiringuitos ya están en marcha. Más adelante lo harán el resto que ahora no pueden hasta el 1 de julio por la presencia del chorlitejo patinegro, un ave protegida, informa Rosa González.
Especialmente afectado por la regresión marina está el litoral comprendido entre el Puerto de Sagunto y las playas del sur de Castellón. Según señala el alcalde de localidad castellonense de Moncofa, Wenceslao Alós, desde 2015 hay un plan para construir espigones en estas playas pero hasta el momento no se ha ejecutado. Sí que ha salido a licitación el proyecto del que se construirá en las playas de la localidad.
En este sentido, Wenceslao Alós ha señalado que en muchas ocasiones han tenido que hacer aportaciones de grava a las playas para prepararlas para el verano ante la regresión. Ahora están valorando la posibilidad de hacerlo también este año, aunque el alcalde de Moncofa ha indicado que en cualquier caso será una pequeña cantidad.
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