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Una mujer participa en el acto de Stop Accidentes en recuerdo a las víctimas de siniestros viales. Irene Marsilla
«Mi padre salió a dar una vuelta y no volvió, yo he retomado la bici este año»

«Mi padre salió a dar una vuelta y no volvió, yo he retomado la bici este año»

Familiares recuerdan a los fallecidos en accidente de tráfico y exigen «una justicia reeducadora para el infractor, reparadora para los afectados y preventiva para la sociedad»

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Domingo, 17 de noviembre 2019

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La añoranza, el dolor y la rabia se entremezclaban en el emotivo homenaje que familiares y amigos rindieron este domingo a los seres queridos que perdieron en accidentes de tráfico, con motivo del Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de la Violencia Vial.

Las gafas de sol ayudaban a ocultar las lágrimas a quienes, un año más, participaron en el acto organizado por la asociación Stop Accidentes en el centro de Valencia para recordar a las víctimas y exigir soluciones ante una pandemia que el año pasado se cobró 183 vidas en la Comunitat, 1.806 en toda España.

Los damnificados piden juzgados especializados y una secretaría de Estado que les respalde

Así lo refleja el manifiesto que se leyó para reclamar juzgados especializados, una secretaría de Estado que respalde a todas las víctimas de hechos violentos y «una justicia reeducadora para el infractor, reparadora para las víctimas y preventiva para la sociedad».

A continuación, se realizó una ofrenda floral ante un mural con fotografías de víctimas mortales para «poner rostro a las cifras» de este tipo de siniestros.

Realizan una ofrenda floral y un mural con fotografías para «poner rostro a las cifras» de la siniestralidad vial

Como Manolo Ureña, ciclista fallecido hace algo más de un año en un atropello mortal en Ontinyent. Cinco niños, con coloridos cascos, se bajaron de las bicis que exhibían la promesa de que siempre les acompañará para depositar rosas blancas en su recuerdo. Minutos después, sus hijos Ester y Héctor dedicaban una canción a todas las víctimas, encaminada a concienciar a la sociedad de las consecuencias de las imprudencias al volante. Con ella, se sumaron al deseo colectivo de que «llegue el día en que la lista de víctimas no tenga ni un solo nombre».

«Mi padre salió a dar una vuelta en bici un lunes por la tarde, como cualquier otro día, y no volvió», recuerda Héctor, que se aficionó al ciclismo gracias a su progenitor y ha «conseguido retomar la bici» este año, gracias al apoyo de familiares y amigos. Confiesa que aún le resulta «muy complicado pasar por el lugar del accidente« y se refiere como »una línea roja« a la carretera que une Ontinyent y Fontanars, en la que vio a su padre tras sufrir el atropello mortal y espera que nunca vuelva a producirse otro siniestro.

«Hoy ha sido nuestro padre pero mañana puede ser tu hermana o tu hija», apostilla su hermana Ester, que pone voz a la canción de Malú 'Llueve alegría', con la que ambos aspiran a sensibilizar a la sociedad.

También Antonia, que perdió a su hijo Francisco hace cerca de diecinueve años, apela al sentido común de quienes «parece que no saben divertirse sin tomar alcohol o drogas y luego, encima, cogen el coche sin pensar en todo el daño que pueden causar». Asegura, emocionada, que «nunca en la vida se puede olvidar« la muerte de un ser querido en esas trágicas circunstancias.

«Aunque tengas más hijos, como yo que tengo otra hija, el que te falta siempre está ahí», subraya Antonia, tras recordar cómo ese día «se fue alegre y contento de casa y ya no volvió porque un coche, que conducían casi en coma etílico, se lo llevó por delante a los veinte años«.

«Se nos fue una parte con él»

Para Claudia y Almudena, el coste de otra imprudencia al volante se traduce en quedarse sin su padre cuando apenas tenían tres y cinco años. «Esa persona se llevó una vida, lo que para nosotras significó crecer sin nuestro padre, para mi madre perder un pilar... ese día, a todos los que le conocíamos se nos fue una parte con él», lamenta Claudia, dolida por la falta de apoyo público y la sensación de que «parece que la vida de una persona no vale nada«.

En el acto de este domingo, celebrado en la plaza de la Reina, mostraron su respaldo a las víctimas de accidentes viales, sin querer tomar la palabra, autoridades como el concejal de Movilidad Giuseppe Grezzi, el senador del PP Fernando de Rosa o la jefa provincial de Tráfico, Pilar Fúnez.

Familiares de víctimas, ayer, en el acto de Stop Accidentes. Irene Marsilla

La Comunitat acumula más de 900 muertos en siniestros en una década

La región registra este año el descenso de accidentes viales más importante de España con casi 40 víctimas menos en las carreteras

Valencia y otras grandes ciudades de España celebraron ayer el día mundial en recuerdo de las víctimas de accidentes de tráfico. En la Comunitat son casi un millar las personas que han perdido la vida en el asfalto, tanto en calles como en carreteras, en sólo media década. El anhelado objetivo de '0 muertes' está todavía muy lejos de ser realidad, pero la tendencia en la región resulta esperanzadora.

Según los últimos datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), 80 personas han perdido la vida este año en las carreteras de la región. La última víctima es el motoristas que se estrelló el sábado en la A-3 en Cheste. Son 38 muertos menos que en 2018 por estas fechas, un descenso del 32%. En ninguna otra región de España baja tanto el número de víctimas mortales. De mantenerse esta buena tendencia, la región podría acabar, por primera vez, con menos de un centenar de fallecidos en vías interurbanas.

Stop Accidentes es una de las asociaciones que impulsa actos del día por las víctimas. A su presidenta, Ana Novella, le preocupa el incremento de las distracciones como causa de siniestros mortales. «El móvil al volante con el uso de WhatsApp es el principal problema. Cuando conducimos necesitamos los cinco sentidos y mucha gente se juega su vida o la del otro por enviar un emoticono. Y basta un segundo para una tragedia», afirma.

Novella también trae al recuerdo los heridos graves. «Suelen trascender los fallecidos, pero no debemos olvidar a los heridos graves, 783 el año pasado en la Comunitat». Entre sus mayores urgencias, «una educación vial con la misma fuerza que se inculca el respeto al medio ambiente o el peligro del tabaco».

Las víctimas, confiesa, «estamos muy insatisfechas con la aplicación del Código Penal». Según lamenta, «causantes de accidentes muy graves no pisan la cárcel o salen casi de rositas, incluso en casos con muertes. No se ponen las máximas penas, se aplican rebajas o conmutas por carecer de antecedentes... Esto es un insulto y un dolor añadido».

Paco Canes es la voz de la Asociación Día de Víctimas de Accidentes de Tráfico. Aprecia esta evolución en las causas de las muertes: «Antes era la velocidad, luego el alcohol o somnolencia. Y hoy vivimos la peligrosa era de las distracciones del móvil». Este factor, ahonda, «está presente en el 35% de las muertes en España y sería aproximado en la Comunitat». Para Canes, «urge aumentar las plantillas de policías y guardias para garantizar una vigilancia real. No se controla suficientemente el uso ilegal del móvil al volante, el límite de velocidad en ciudades o las normas de la nueva movilidad de patinetes. Si hacemos leyes, pero no se vela por su cumplimiento real, mal vamos».

Otro gran problema son los conductores con problemas de alcohol y drogas que se ponen al volante hasta con el carné retirado. «Hay una peligrosa bolsa de conductores muy peligrosos para los que no existen medidas coercitivas prácticas. En estos casos de delincuencia vial reincidente o con desobediencia a la prohibición proponemos confiscar el vehículo. Igual que se quita el arma de fuego a un maltratador», estima el experto. Valencia recordó ayer a sus víctimas en la plaza de la Reina, donde se instaló un simulador de vuelco y se extendió un tapiz de lazos negros por cada una de las 183 personas fallecidas en accidentes en la Comunitat en 2018.

Expertos reclaman aumentar las «colapsadas carreteras»

Desdoblar vías para evitar los choques frontales y mejorar la red secundaria «evitaría muchos muertos y heridos», advierten

Entre el 70 y el 90% de los accidentes viales están causados por fallos o causas humanas como las distracciones, el alcohol, las drogas y la velocidad, seguidos a más distancia por el estado de las infraestructuras y los vehículos, según apunta el catedrático de Seguridad Vial Luis Montoro.

En la Comunitat, además, «se complica el problema en la medida en que se ha convertido en una zona de gran atractivo turístico, que da lugar a una fuerte presencia de vehículos o uso de la bicicleta».

En ese contexto, urge a «actuar en muchas asignaturas pendientes», como la «vejez de los vehículos, una de las más altas de Europa», que eleva el riesgo de muerte. También alerta del desconocimiento del vehículo y de que «somos los europeos que menos llevamos los coches al taller, cuando los estudios indican que el 50% tienen problemas en frenos, amortiguadores o neumáticos».

En relación con las vías, defiende que «es preciso aumentar las colapsadas carreteras, desdoblar vías para eliminar el choque frontal o atender a las carreteras secundarias, algo que evitaría muchos muertos y heridos». Además, advierte de que «miles de señales que no cumplen principios elementales como los de ser visibles, legibles, creíbles o inteligibles», y urge a «profundizar en las causas de los accidentes y mejorar las auditorías de seguridad vial».

Por otro lado, considera «insuficientes los miembros de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil» y denuncia que «muchas autoridades municipales no asumen su responsabilidad, no hacen planes de seguridad vial y consienten muchas infracciones y conductas de riesgo».

Luis Montoro aconseja asimismo «aumentar la educación, renovar la formación y potenciar la información del conductor», en paralelo a medidas como elevar el número de radares y realizar actuaciones en las carreteras secundarias.

También aboga por realizar más campañas de tráfico y «remodelar algunas dimensiones del permiso por puntos, como el grave problema de los reincidentes», además de acabar con los tramos de concentración de accidentes y mejorar los reconocimientos de los conductores.

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