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Zapatero en la sombra

JUAN CARLOS VILORIA

Jueves, 1 de enero 1970

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Un cierto manto de misterio se va extendiendo sobre la cara oculta de las actividades del presidente Zapatero hasta el punto de que su propio partido y el gobierno de Sánchez observan incómodos sus idas y venidas. Siempre al abrigo de la discreción cuando no del secreto se ha confeccionado una agenda profesional que lo mismo le lleva a un caserío de Elgoibar -donde 'Txusito' (Egiguren) y Otegi trajinaron la puesta en escena de la tocata y fuga de ETA- que aparece en un discreto piso de Madrid cenando con Pablo Iglesias. El político que estaba «de paso» en la Moncloa antes de volver a su León natal para dar clases de Derecho Constitucional y contar nubes a ratos perdidos, se ha convertido en un perito a caballo entre el mediador profesional y el experto facilitador. Lo más visible de su gestión como «hombre de paz» es la que viene desempeñando cerca del gobierno de Maduro. Pero después de docenas de viajes transatlánticos y cientos de reuniones con dirigentes de la oposición, su labor no ha alcanzado éxitos reseñables. La represión política sigue siendo de alta intensidad, los derechos de la oposición ignorados por el régimen y una caravana de infortunados huye de Venezuela por las fronteras sur occidentales.

Como contrapunto y concesión a la galería, y quizás al mediador Zapatero, Maduro abrió la celda de 39 presos políticos. Ese es el tanto que Zapatero esgrime para dar sentido a su tarea. El balance, sin embargo, no ha merecido el reconocimiento general. Más bien al contrario, el presidente de la OEA Luis Almagro le recomendó «que no sea imbécil». Y Felipe González dijo por experiencia propia que no es posible hablar seriamente de diálogo con el gobierno de Maduro. El expresidente corre el riesgo de que su imagen de mediador quede tocada y pierda la credibilidad necesaria para futuras tareas. Si como parece quiere convertirse en un Carter con su fundación para mediar conflictos, en un Brian Currin, o en un Ram Manninkalingham no puede mantener un perfil que le asocia a persona manipulable o ingenua.

El más reciente movimiento de nuestro ex-presidente conseguidor ha sido su reunión secreta en el caserío Txillarre con Arnaldo Otegi. Ninguna versión oficial ha trascendido del encuentro. El entorno de Zapatero únicamente ha confirmado la cita y revelado que la iniciativa surgió de la otra parte. Otegi y su mundo desde antaño están acostumbrados a las sombras y la clandestinidad así que silencio. Pero días después de que se publicase la noticia de la cita del caserío Eguiguren comentó de pasada que Zapatero siendo presidente del gobierno contempló la posibilidad de indultos a etarras para lograr la paz. ¿Que mejor interlocutor, mediador o conseguidor que Zapatero para un Otegi obsesionado con el futuro de los presos de ETA, su acercamiento, medidas de gracia? El momento parece idóneo para maniobras en la oscuridad con un Sánchez pendiente de un escaño más o menos para sostener su gobierno.

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