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VENDA

ARANTZA FURUNDARENA

Martes, 22 de enero 2019, 10:16

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Reconozco que cuando viví en Barcelona me costó acostumbrarme a ver colgando de algunos balcones carteles que decían 'Pis en venda'. Sabía que en catalán eso significa 'Piso en venta' pero, aún así, lo de la venda y el pis me producía cierta grima. Ahora resulta que un barcelonés de Tarrasa representará a España en Eurovisión con una canción que se titula 'La venda'. O sea que para Miki Nunyez, la venda es también la venta. Y está bien traído porque vender o no vender es el auténtico dilema de ese concurso. No sé si será porque me encuentro bajo un proceso gripal de esos que le dejan a una más aplastada que el coyote del correcaminos (prácticamente en dos dimensiones), pero lo cierto es que a mí la pachanguera cancioncilla no acaba de moverme. Se ve que no es la venda que necesito para esta herida. De hecho, el domingo por la noche, mientras daba tiempo a que el ibuprofeno hiciera su efecto, me entretuve viendo un rato la gala de 'OT' dedicada a Eurovisión. Pero fue salir el tal Miki con los del bombo y apagar la tele. «Muy mal tendría que estar para quedarme a ver esto», pensé. Y me fui directa al sobre.

A la mañana siguiente pude confirmar que de Eurovisión sé tanto como de ingeniería aeroespacial... Resulta que la canción elegida había sido precisamente esa que me había producido casi tanto repelús como los anuncios de venta de pisos en catalán. Luego, a base de oírla, he comprendido que 'La venda' tiene su miga, que sigue cierta estrategia... Y ahora ya lo veo clarísimo. Lo que mandamos este año a Eurovisión es 'La charanga del tío Honorio' pero con mensaje. La música está diseñada para conectar con las audiencias más aborregadas y la letra ( 'Te compran porque te vendes. Te pierdes porque hay camino') con las más intelectuales y exigentes. ¿Pero cómo no se nos había ocurrido antes semejante combinación ganadora?

Esta venda además es autoadhesiva. Su estribillo se te pega al cerebro con la contumacia de un esparadrapo. En fin, no quisiera dejarme arrastrar por un subidón de paracetamol, pero casi me atrevería a vaticinar en plan José Luis Uribarri que Miki va a quedar por encima de Amaia y Alfred. O, en todo caso, no muy por debajo de ellos.

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