Que el mundo de la tauromaquia exhibe músculo, es una realidad. Se está comprobando en este arranque de temporada. Ahí están los triunfos y las ... novedades que se están disfrutando. Lo hace después de todo lo que viene sufriendo en los últimos tiempos. No sólo por la aparición del Covid, sino por los ataques de todo tipo de taurófobos que, sin haberse preocupado de conocer sus valores, la atacan de forma inmisericorde.
Animalistas, políticos sectarios, o los nuevos inquisidores, como son los que manejan las redes sociales, han encontrado en el mundo del toro su banco de pruebas para acabar imponiendo la nueva moral del alineamiento al buenísmo de pensamiento único. Esa moral que crea teatros para mascotas, o biblias perrunas, como la que ha creado la periodista Micaela de la Maza, y que la ha bautizado, pásmense, 'Señor Perro'. Tremendo.
Bueno, pues a pesar de todo ello, el pasado fin de semana, el pueblo llano, el que bastante tiene con sacar adelante a su familia, quiso distraerse contemplando el arte de la lidia, y eligió acudir masivamente a las plazas de toros donde se dieron festejos. Con Las Ventas como mascarón de proa, donde Emilio de Justo, en un alarde excesivo acabó pagando caro su ardor de torero bravo. Y todo seguido, los aficionados de Añover del Tajo, Pozoblanco, Higuera la Real, Llerena, Cabra, Aznalcóllar, Tomelloso o Yecla, disfrutaron con las exhibiciones de Morante, Cayetano, Aguado, Ferrera, Perera, Juanito, Juan Ortega, Ginés Marín, Galdós, Manzanares, Roca Rey, Paco Ureña o Diego Ventura. Todo un ensayo general para los grandes compromisos que se les avecinan.
Si se examina el avance de carteles que ya se han hecho públicos, se puede comprobar cómo el toreo ha vuelto a escena con fuerza con renovados atractivos. Las inmediatas ferias de Sevilla y Madrid, donde se anuncian retos y gestos de toreros valientes y divisas de prestigio, serán las que marquen el ritmo de una temporada que se presenta ilusionante.
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