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TITTA RUFFO EN EL PRINCIPAL

TEODORO LLORENTE FALCÓ

Sábado, 2 de diciembre 2017, 09:52

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LA VALENCIA DE HACE UN SIGLO

Nuestra Diputación, hace algún tiempo, organizaba todos los años en el Teatro Principal una función a beneficio del Hospital Provincial, función que era siempre esperada con gran interés por la índole del espectáculo y porque a ella concurría la sociedad más selecta de Valencia.

  • ·Este artículo pertenece a las Memorias de un setentón, una recopilación de evocaciones publicadas entre 1943 y 1948 por Teodoro Llorente Falcó, segundo director de LAS PROVINCIAS

En 1908 era presidente de la Diputación don Alfredo Navarro, y director del Hospital, el señor marqués de Colomina, y abonados a uno de los palcos 'peñas' del citado teatro, don Salvador Izquierdo y don Antonio Domingo Fandos, amigo este último del famoso barítono a la sazón, Titta Ruffo, a quien había conocido el año anterior en Carella (Italia), veraneando con los artistas valencianos el barítono Manolo Izquierdo (hermano de don Salvador) y el bajo Muñoz.

Pensaron Domingo Fandos e Izquierdo que podría ser un gran acontecimiento artístico y fuente de copiosos ingresos para el Hospital traer para el beneficio de este establecimiento al eminente barítono, que en aquellos días estaba cantando 'Hamlet' en el teatro Real de Madrid con un éxito insuperable.

Propuesta la iniciativa a los señores Navarro y marqués de Colomina, a éstos parecióles de perlas, y como no había tiempo que perder, comenzaron inmediatamente las gestiones, marchando a Madrid los citados diputados provinciales, por una parte, y los señores Izquierdo y Domingo Fandos por otra.

El resultado de los trabajos fue muy satisfactorio. En Madrid se pensó en agregar a la función la colaboración del tenor Anselmi, para lo cual hubo necesidad de obtener una recomendación de S.A.R. la Infanta Isabel, para que el príncipe de Mónaco permitiera aplazar unos días el debut de dicho artista en la capital de su principado. Todo iba viento en popa, pero de pronto surgió la resolución inapelable de Anselmi de no tomar parte en aquella función. Hubo que resignarse, aunque aquello no pasó de ser una pequeña contrariedad, porque contando con Titta Ruffo, el éxito artístico y económico estaba asegurado.

Y, efectivamente, la noche del 22 de febrero de 1908, la sala del teatro Principal, a 25 pesetas la butaca, ofrecía un aspecto pocas veces visto. No quedó ni una sola entrada por vender, y en palcos y butacas brillaba la sociedad valenciana más selecta. Se cantó 'Hamlet', y con Titta Ruffo actuó una tiple valenciana que había comenzado su carrera artística de una manera muy brillante, Amparito Alabau.

Las ovaciones se tocaban unas con otras. Barítono y tiple rayaron a gran altura. Titta Ruffo quedó tan complacido de la actuación de Amparito Alabau que aquel mismo invierno conseguía que la contratase el Teatro Real para cantar 'Ofelia'. No fue larga la carrera de la tiple valenciana. El 15 de enero de 1912, con 24 años, descansaba en la paz del Señor, tras una serie de triunfos ruidosos. Valencia lloró su muerte.

El público valenciano quedó tan satisfecho de la actuación de Ruffo que el empresario del Principal, señor Oscáriz, lo contrataba para dos funciones más aquel mismo invierno, y se cantaban 'El barbero de Sevilla' y 'Rigoletto', igualmente con espléndido éxito.

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