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Cómo saldrá «el meló d'Alger»

FERRAN BELDA

Jueves, 14 de marzo 2019, 08:26

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Dice el refrán que cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar. Y no veo yo que nadie esté tomando medidas en previsión de lo que pueda ocurrir en Argelia, que es nuestro vecino más próximo. Y es para preocuparse. La distancia que separa a Alicante de Orán es de 294 km. Un trayecto que los buques de Algérie Ferries cubren tres veces a la semana, más una cuarta que van a Argel. Un poco más lejos está Mostaganem, puerto que conecta Balearia con Valencia con una frecuencia trisemanal. Un número de travesías que aún siendo importante queda por debajo del que, en ocasiones, realizan las pateras argelinas. Baste apuntar a este respecto que sólo entre el 25 y el 29 de octubre últimos fueron interceptadas nueve con un centenar de inmigrantes a bordo. Y que la cifra de esta clase de embarcaciones localizadas en aguas valencianas se cuadriplicó en 2017 respectó a 2016, mientras el número de personas rescatadas experimentaba un aumento del 221%. ¿Qué ocurrirá si la sustitución de Abdelaziz Buteflika se envenena más de lo que está? No es difícil de imaginar. Sólo en 2015 Italia recibió 160.000 inmigrantes procedentes de Libia, un país 7,5 veces menos poblado que Argelia; con una economía más saneada y, hasta que las potencias occidentales alentaron 'la primavera árabe' con la inconsciencia con la que actúan en momentos clave de la historia, con un gobierno más estable que el del FLN argelino. La experiencia indica que el remedio fue infinitamente peor que la enfermedad. Sin embargo, no faltan partidarios de volver a ponerlo en práctica en Argelia. Ya lo decía Indira Gandhi: La historia es un buen maestro; son los alumnos los que se distraen. Se quedan pensando en las musarañas y terminan instando al Gobierno y a la UE, como escribía el otro día un prestigioso analista de Madrid, a no quedarse a «contemplar el espectáculo desde la barrera». Ah, ¿no? ¿Y qué tendrían que hacer? ¿Lanzar armas en paracaídas sobre Argelia, como hizo Francia para acelerar la caída de Gadafi? ¿Cortar el cable de Algérie Telécom que emerge en la Malvarrosa y dejar al clan de Buteflika sin internet, tal vez? No entraba en detalles. Casi que mejor.

La historia pasada y reciente nos enseña de que el riesgo de que las cámaras nos muestren un 'Desembarco de moriscos en Orán', de Vicente Mostre, en sentido inverso es enorme y conviene estar preparado. Las incursiones de los piratas berberiscos condicionaron la vida en la costa valenciana durante siglos. Las torres de vigilancia que jalonan nuestro litoral de norte a sur son buena prueba de ello. E igual que Argelia fue tierra de promisión para muchos valencianos hasta 1962, Valencia no va a poder evitar serlo para los magrebíes. Lo está siendo ya sin revueltas ni algaradas. No digamos ya si encima algo sale mal. Somos los únicos que llamamos «meló d'Alger» a la sandía. Por algo será

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