En China, un equipo científico español, de la Universidad Católica (sí, católica) de Murcia, para ser exactos, acaba de conseguir crear embriones que son mezcla de homo sapiens y macaco cangrejero. Tres de estos embriones mixtos llegaron a tener diez mil células (siete por cien de ellas de origen humano) y a sobrevivir diecinueve días fuera del útero, momento en que los investigadores, alcanzado el éxito, pusieron fin al experimento y aplastaron las tres bolitas de carne. No las dejaron crecer más. A la materia viva resultante de la prueba la llaman 'quimera' porque recuerda a esa criatura mitológica con cabeza de león, tronco de cabra y cola de serpiente, porque es medio simia y medio nosotros. La pregunta que me viene es: ¿por qué los sabios murcianos se van a China a parir sus monstruos? Y otra: ¿qué de bueno puede traernos engendrar animales hombres?
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Dicen los autores del ensayo que su objetivo consiste en conseguir cerdos capaces de funcionar con órganos humanos. Corazón, hígado, riñones..., por entendernos. De modo que, cuando se necesiten para un trasplante, se mate al cerdo y lo que no sirva para beicon o morcilla se utilice para implantárselo a quien le haga falta. Que lo de empezar por monos es sólo por el parecido familiar. Y suena bonito eso de tener granjas de vísceras de repuesto por si envejecemos o nos ponemos malitos, pero ¿se detendrán ahí? Eludo la cuestión del precio, no todos podrían pagarse un páncreas de cultivo en chimpancé, por ejemplo, y digo que, desarrollada la técnica, fijo que asimismo fabricaremos animales esclavos, animales armas o animales juguetes sexuales. Y, al mismo tiempo, ¿por qué no hombres animales? Un culturista con células de gorila, un policía con células de perro, un dirigente empresarial con células de loro..., eso también será posible ¿no? ¿Y si el prehistórico se convirtiera en el hombre del mañana?
Mal andamos... Por un lado, nuestra capacidad de pensar está cada vez más sujeta a la economía de las redes sociales y, por otro, vamos camino de producir cuerpos en serie con la mezcla de células animales que se precise para el trabajo. ¿Por qué iban a ser de hierro los robots? No nos engañemos, los robots serán biológicos, serán de carne y hueso. Nosotros seremos los robots. Ya lo somos un poco. Por eso, cada vez más primates defendemos lo que queda de la España virgen y verde, nos oponemos al cemento entendido como una ventaja, nos negamos a dormir en el basurero. Es jodido descubrir a los cincuenta y muchos que el planeta de los simios existe y que lo gobiernan los humanos.
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