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PITOS CON TRUENOS

MIKEL PAGOLA ERVITI

Miércoles, 13 de marzo 2019, 07:57

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La mascletà es la sublimación de la traca valenciana. Y una traca es una sucesión de truenos, con ciertos refuerzos o golpeadores que apuntalan y forjan su personalidad sonora, sobre un fondo básico de explosiones que conforman el cuerpo y que, finalmente, cuenta con un trueno final, que sería la apoteosis del producto. Junten ustedes varias tracas y tendrán, mutatis mutandi, su pequeña mascletá. Claro que en grande, en la catedral pirotécnica, en la plaza de Valencia, la cosa no es tan fácil porque para que el mero ruido se convierta en arte y en lógica estética hay que saber mucho de pólvora y tener mucho gusto, como ayer los Hermanos Ferrández, Leo y Antonio Ferrández Peñalver. He dicho lo de la sublimación de la traca para que entiendan por qué soy tan puntilloso otros días con eso de que, si está presente, se respete hasta su fin completo, sin pisarla con otra cosa. Pero, ojo, no es obligatorio en ningún caso que la haya. De hecho ayer estos magníficos pirotécnicos alicantinos, de Orihuela, empezaron directamente con fuego digital (en el que son realmente buenos), alrededor de la plaza. No hubo traca, pues, sino una sucesión de digitales aéreos muy bien armados, en tres tiempos, con diversas secuencias de roncadoras, pitos que tronaban (ojo) y serpentinas de color. Y como ya he dicho que son un hacha en este tema del fuego moderno, nos regalaron un par de momentos estelares en los cierres de estas secciones aéreas: golpe arriba y tres latigazos en anillo en el suelo, primero, y para el otro final lo mismo pero al revés, cambiando el orden, dándole a si una coherencia visual y rítmica tremenda a toda la realización. Estas endiabladas rotaciones de truenos en tierra reaparecerían con el particular nombre de 'terremoto digitalizado', en la rúbrica final del espectáculo, para dar un sentido unitario y una lectura circular a todo el disparo. El terremoto se inició muy bien con cuatro ramales y entró natural y estopinado, como toca. El último golpe, eso sí, esponjoso, quizá se hizo esperar pelín de más. Pero los detalles de espoletas de color por el suelo y la monada de las 'bolas de cracker' saliendo de los pitos aéreos, son detalles de nota.

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