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EL PALAU DEL 'U I EL DOS'

ANTONIO VERGARA

Domingo, 10 de diciembre 2017, 10:43

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Dos hechos sucedidos la semana pasada han causado enfado e hilaridad a partes iguales. Ambos afectan a los nacionalistas y/o independentistas. Empezaremos por el primero que ya tardaba mucho tiempo en ejecutarse, comprobado el carácter paleto y rural de Compromís.

Tras los forcejeos reglamentarios, el paradójicamente intitulado secretario autonómico de Cultura, Albert Girona -alcalde de Almussafes-, ha conseguido que 'dimisione' Davide Livermore, director artístico del Palau de les Arts de Valencia.

No hablaba valenciano. Nada más lógico cuando se ha nacido en Turín (1962). Sin embargo detentaba otros méritos, sin duda menos trascendentales para el desempeño de su labor. Los resumimos para que al alcalde de Almussafes no se le enturbie su conciencia.

El represaliado Livermore es director de escena, escenógrafo, diseñador de vestuario e iluminación, cantante, bailarín, actor, guionista y pedagogo.

Aunque le es imposible pronunciar 'Setze jutges d'un jutjat mengen fetge d'un penjat', ha cantado en los teatros de ópera más importantes del mundo con Luciano Pavarotti, Plácido Domingo, Zubin Mehta, Luca Ronconi, Mirella Freni, etcétera. Es el director artístico del teatro Baretti de Turín, y como director de escena ha trabajado para los principales teatros italianos: Maggio Musicale Fiorentino, San Carlo de Nápoles o La Fenice de Venecia. También en las óperas de Filadelfia, Aviñón o el teatro Arriaga de Bilbao.

Su variado currículo es mucho más extenso. En el mismo Palau de les Arts dirigió el montaje de 'La forza del destino', por el que fue galardonado con el primer premio Teatro Lírico Campoamor.

Y ahora, ¿qué? Como el alcalde de Almussafes puede que no sea capaz de reemplazarlo por un 'atrilero' -dícese del personal subalterno que tiene los atriles a su cargo-, recurrirá al manido 'concurso público', previa autorización del autodenominado y presuntuoso Patronato del Coliseo, confundiendo Valencia con Roma. Como recoge el profesor don Manuel Sanchis Guarner en 'El pobles valencians parlen els uns dels altres': 'En Almussafes / posa't les gafes'.

'El futuro es muy oscuro / el futuro es muy oscuro / trabajando en el carbón'. (Antonio Molina). Efectivamente. Un océano de sospechas musicales de color chapapote avanza hacia las playas de Las Arenas, Malvarrosa, Puzol y Pobla de Farnals. Su melodía y su letra difieren mucho de las composiciones de Rodgers y Hart ('My Funny Valentine'), elegantes, líricas y sentimentales.

Transcribo algunos pasajes de la melodía y la letra del alcalde de Almussafes y secretario autonómico de Cultura, publicadas en LP: «El elegido puede ser cualquier persona que tenga experiencia». A partir de aquí, el 'senyor secretari' 'canta la gallina': «Evidentemente debe conocer la realidad del país (en referencia a la Comunitat Valenciana)». Y prosigue: «Es muy importante conocer la realidad a la hora de programar en un espacio como el Palau de les Arts, teniendo en cuenta siempre que ese programa tiene que estar dentro de la filosofía de gobierno que nosotros tenemos». O sea, el nacionalismo catalanista. Es decir, una programación de partido, ideológica y pueblerina. El 'u i el dos'.

Y la traca final (luego de anunciar el concurso público): «No somos eunucos en la gestión cultural» (¿¿??). Interpretación de su perorata: El 'govern' va a 'valencianizar' el Palau de les Arts. Y en vez de subir la cota cultural elitista de los ciudadanos, opta por rebajarla con una programación en la que se encuentren a gusto los zopencos, preferentemente si hablan 'valencià normatiu' o 'català estricte'. 'En Almussafes / posa't les gafes'.

Por su parte, ajenos a 'El cant dels ocells', Rull y Turull, los 'consellers' golpistas -independentistas catalanes- y colegas del secretario autonómico de Cultura, se han quejado amargamente de la deficiente calidad del menú diario que les servían en la cárcel de Estremera. «Producía flatulencias», o «salí con toda la boca llena de llagas», han declarado. Naturalmente, no es lo mismo comer en el magnífico restaurante Via Venetto (Barcelona) que en el presidio de Estremera, sin ninguna estrella Michelin. Pues que vayan haciéndose el ánimo 'que el futuro es muy oscuro / el futuro es muy oscuro / trabajando en el carbón'.

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