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LA HUERTA HONRA A LA MARE DE DÉU

EL MASCLET ·

MANUEL ANDRÉS FERREIRA

Jueves, 9 de agosto 2018, 13:03

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La ermita del Fiscal levantada sobre una antigua mezquita que se remonta al siglo XII, según los arabistas y que perteneció a la antigua Russafa musulmana ha recibido la semana pasada la visita de muchos valencianos con motivo de los festejos en honor de la Virgen de los Desamparados como titular del ermitorio, organizados por la asociación vecinal.

La ermita anexa a la llamada Casa Nacer se levanta entre campos y acequias que riegan la huerta en la que aunque parezca extraño aún se mantiene el ritmo y vida rural, amenazada por gigantescos edificios y un asfalto que día a día intenta fagocitar a esta idílica zona.

Este ermitorio es parte de la memoria e identidad valenciana, así lo entendió el Ayuntamiento que la declaró Bien de Relevancia Local. La edificación necesita una intervención para mantenerla en buenas condiciones con el fin de que las humedades no agranden las grietas y la espadaña, faro localizable desde cualquier punto de la huerta, no se derrumbe.

De acuerdo con la tradición oral el nombre de El Fiscal lo recibe porque el fiscal del tribunal de la Inquisición tenía su residencia en el edificio contiguo.

En el año 1995 tuve la suerte de asistir a una gran fiesta con motivo de la restauración de la imagen de la Virgen y su traslado desde la casa de la camarera mayor, María Tatay Salcedo, hasta el ermitorio acompañados por el Grupo de Folclore El Forcat. Fue una jornada inenarrable en la que también participó el desaparecido político valenciano, Vicente González Lizondo, en su calidad de Presidente de las Cortes Valencianas.

La costumbre de la zona es que todos los años los vecinos de la carrera d'Encorts celebran fiestas en honor de la Mare de Déu en la que no falta la procesión con dicha imagen. En otro tiempo, según señalan los propios vecinos, la procesión tenía lugar al caer la tarde y la imagen de la Mare de Déu era acompañada por los fieles portando hachones; un bello espectáculo, sobre todo por discurrir por las veredas que bordean los campos.

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