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La culpa de que te vayas tarde a la cama y de que te cueste levantarte por las mañanas es del 'share'. Ni el insomnio, ni la ansiedad, ni el estrés. El verdadero enemigo del sueño se llama 'share'. Y las clínicas especialistas en este tipo de trastornos deberían empezar a investigar sobre este concepto en lugar de ahondar en los modos en que se alteran las fases REM y NO REM.

Hace años que las cadenas de televisión se empeñaron en que el personal vaya tarde a la cama. Algunas caras matinales delatan el programa que vio uno u otro la noche anterior. Hay ojeras que denotan haber aguantado hasta la expulsión de 'Masterchef Celebrity', que suele producirse alrededor de la 1.30 de la madrugada de los domingos. Y el lunes pasa factura. Un rostro apagado es consecuencia de haber querido atender hasta el final los entresijos de la casa de 'GH VIP', que se alargan hasta pasadas las 2 de la madrugada de los jueves. A la misión de combatir el descanso adecuado se ha unido TVE, que ha mantenido la duración excesiva de las galas de 'OT'. Hasta bien entrada la medianoche el público no conoció el miércoles el nombre de todos los alumnos que formarán parte de la academia musical. Los que más bostezaban ayer eran los que habían aguantado estoicamente hasta el final del arranque de la temporada para saber si se convertían en triunfitos Luis, Rodrigo o Carlos Right. De los Right de toda la vida.

Y todo por culpa del 'share'. Las bolsas en la cara, la falta de concentración, el dolor de cabeza... Todo son consecuencias de un dato que persiguen las emisoras para maquillar sus cifras y evitar titulares negativos. Esto tiene poco sentido en el caso de un canal privado, pero no encuentra ninguna justificación en uno público, que no se rige por motivaciones comerciales. El 'share' o cuota de pantalla estima el porcentaje de hogares o espectadores que están viendo un programa con respecto al total de los que tienen encendida la tele. Según avanza la noche y desciende el número de personas el alcance del programa líder aumenta y eso beneficia al dato global que se refleja en las audiencias del día siguiente. Un truco que una emisora pública no necesita. Déjennos dormir en paz.

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