MODESTO AROCAS, EXTRA DE CINE
Mª ÁNGELES ARAZO
Domingo, 20 de enero 2019, 13:39
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Mª ÁNGELES ARAZO
Domingo, 20 de enero 2019, 13:39
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Estaba sentado entre almohadones, para que su espalda permaneciese derecha y cómoda a la vez. Sus piernas extendidas buscaban el descanso en una silla baja, también con almohadones. Muy delgado, muy pálido, su distinción y su perfil aguileño me recordaban al Quijote de Doré. Un Don Quijote abatido por la enfermedad, pero con el fuego interior de quien ha vivido intensamente. El asma le obligaba a toser y su respiración se suavizaba con inhaladores que guardaba en los bolsillos de la chaqueta o esputando en una pequeña jofaina que cubría al mismo tiempo que pedía perdón.
Su hija Josefina, que servía en Valencia y casó con un empleado de Cifesa, en Madrid, le proporcionó trabajar como extra en la capital; y aquella tarde en que lo entrevisté fue feliz enlazando recuerdos, como cuando hizo de ministro y dijo unas palabras, o en 'Agustina de Aragón', que fingió ser el ciego tocando una guitarra. «¡La de hábitos que llevado! -exclamó-, porque en aquel tiempo, en todas las películas españolas salían curas o frailes».
Una vez, de tantas en las que era sacerdote, tenía que casar a una pareja de jóvenes y la novia tenía que expresar unas palabras muy bonitas sobre el amor, y cuál no sería su sorpresa cuando la chica gritó: «¡Me cagüen la mar, se me ha ido la memoria! Yo no sabía si seguir casándolos o no, pero el director, enfadado, me gritó 'Usted, a lo suyo, ella que diga lo que quiera'. Y es que cuando filman, se lo inventan todo, después viene el doblaje».
Hasta los 71 años fue extra, y gracias a eso cobraba jubilación, pero otro director no tuvo compasión: «Estábamos en invierno, a once grados bajo cero. Iba de labrador cogido al ronzal del burro. 'Quítese la camisa', me pidieron. 'Las tomas serán rápidas; es un momento sólo'. Obedecí, pero empecé a temblar. Les asusté, me echaron unas mantas, me dieron a beber algo con alcohol. Me ahogaba. Nunca más me admitieron en los estudios; nunca me puse bien... Total, por unas tomas que, a lo mejor, ni aprovechaban después». Modesto Arocas resumió: «Y aún damos gracias por la jubilación». Los pobres...
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