MERLÍ Y LA FILOSOFÍA
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Jueves, 1 de enero 1970
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El Congreso ha decidido que la filosofía y la ética regresen a las aulas, alegando que son materias «imprescindibles para desarrollar el pensamiento autónomo y crítico en que se funda la democracia». Merlí, el estupendo profesor que durante unos años dio clase en TV3 y ahora sigue haciéndolo por Netflix, estaría más que satisfecho de esta medida. O tal vez no, por ir a la contra, con él nunca se sabe. El caso es que a los alumnos de Secundaria «se les volverá a poner dura» con la Filosofía. Lo de la erección no es cosa mía, sino que era la frase que el propio profe les espetaba a sus alumnos nada más comenzar el curso para que la asignatura les motivase. En realidad, lo que él pretendía era potenciar el pensamiento libre y demostrar la vinculación que la filosofía tiene con casi cualquier aspecto de la vida. Que la tele catalana dedicase una ficción a reivindicar una de las disciplinas más castigadas en los últimos planes de estudio fue una decisión valiente y ejemplo de lo que debe hacer una cadena pública.
Y le salió bien. La prueba es que la producción ha ido más allá del ámbito catalán y gracias a la plataforma americana cuenta con seguidores en el resto del Estado y en otros países del mundo. Porque con 'Merlí' aprendimos que es conveniente ser crítico con lo establecido y poner en duda cualquier idea. «La filosofía sirve para reflexionar y cuestionarse las cosas, a lo mejor por eso se la quieren cargar, la encuentran peligrosa», protestaba el educador. ¿Habrán visto la serie los diputados de Podemos que presentaron la iniciativa? Si uno lee el texto recogido por la Cámara pensaría que sí. «Su enseñanza permite al adolescente desarrollar cierto distanciamiento crítico con la realidad que le rodea para tomar una decisión argumentada», reza el informe.
Ojalá a los chavales que en los próximos años vayan a conocer a Kant, Platón o Schopenhauer les siente tan bien el encuentro como a Pol, Tania o Gerard, algunos de los alumnos ejemplares que se sentaron en los pupitres de 'Merlí'. Pocas veces unos personajes adolescentes han estado tan bien construidos y han consiguido interesar a público tan variopinto.
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