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Urgente Ford Almussafes fabricará un nuevo modelo hasta que lleguen los vehículos eléctricos

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Hace unos días leí un artículo publicado en El País que contaba como Jaron Lanier recomendaba que para estar un paso más cerca de la felicidad lo mejor era abandonar las redes sociales. Lanier, un tipo que bordea los sesenta y que luce rastas a lo Bob Marley, fue elegido por la revista Time como una de las cien personas más influyentes a nivel mundial y es el padre del término realidad virtual. En el mismo medio, el periodista Salva Folgado escribió un artículo equilibrado y muy bien argumentado sobre la compra de Guedes y la deuda del Valencia. Es normal que un periodista se pregunte la fórmula para pagar al luso cuando el Valencia supera los 250 millones de deuda, cuando el club acumula en los últimas temporadas casi 100 millones en números rojos, cuando la multa de la UE está aplazada pero no resuelta, cuando a Lim se le debe un mínimo de 26 millones de euros y cuando queda un estadio por finalizar a la espera de que Deloitte obre el milagro. El buen trabajo del periodista tuvo como recompensa el linchamiento virtual desde la ignorancia. Cuando un medio de comunicación publica por ejemplo que el Valencia hubiera vendido a Rodrigo por 80 millones de euros no es una invención. Como mínimo hay una afirmación fuera de micrófonos para sostener el titular. Algún día el menosprecio dejará de ser gratuito en las redes sociales. La bipolaridad es un camino recto hacia el fracaso. Y la fanfarria, como decía José Ricardo March, es la mentira que todo lo envuelve. La grada pasó de recibir a Peter Lim en olor de multitudes a clamar contra el máximo accionista al grito de 'Peter vete ya'. Las tornas cambiaron de nuevo en la terminal de vuelos privados de Manises. La afición quedó deslumbrada ante el magnate de Singapur y el fichaje de Guedes. Sería de necios negar que el club, desde hace dos temporadas, ha tomado el camino de las decisiones adecuadas con Mateo Alemany como el capitán de la sala de máquinas. Pero que nadie olvide que en el fútbol hay un matiz que nunca se escribe con patrones científicos: el gol. La semana ha transcurrido entre fuegos de artificio sin hablar de lo que realmente es importante. A la ilusión por el fichaje de Guedes se ha unido el debate paralelo del horario del derbi entre el Levante y el Valencia. Hasta la Generalitat ha entrado de lleno en la polémica para hacer más ruido que otra cosa. Mientras tanto, Levante y Valencia callan en público para otorgar la razón a La Liga, al ente que negocia los derechos de televisión para llenar los ingresos. Ahora Tebas regalará 50.000 botellitas de agua para el calor que no han podido sofocar los clubes en los despachos. Entre tanta fanfarria y meteorología muchos olvidan que ambos equipos comparecen en el derbi con derrota previa. Hoy sólo vale ganar.

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