Borrar
Urgente Cuatro muertos, dos en Tarragona y dos en Asturias, por el temporal

UNA NUEVA FORMA DE LLOVER

Los 'expertos' procuran sacar partido para su causa de cada episodio, pero hay memoria escrita que les desmiente

Vicente Lladró

Valencia

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Sábado, 17 de noviembre 2018, 11:02

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Caray, es que después de las trombas que han caído, ahora viene una ciclogénesis. Que no sabes muy bien lo que es, pero con ese nombre, fíjate. Acojona. Y seguramente será explosiva y todo. Una ciclogénesis explosiva, mira tú, a ver en qué queda. Como para no salir.

No en balde explicaba ayer mismo un profesor universitario en la radio que «tenemos que acostumbrarnos a una nueva forma de llover». ¿Nueva forma? Lo dice un 'experto'. ¿Se habrá alterado la fuerza de la gravedad? No, las gotas caerán de arriba abajo, como siempre, o algo en oblicuo, según el viento, pero lo que el sabio quería señalar es que de un tiempo a esta parte el asunto de llover viene como más de repente, y a lo bruto, y que por ello debemos acomodarnos a lo que hay y estar más preparados. Y ahí fue donde dijo lo que tocaba, por supuesto: es por el calentamiento, lo del cambio climático. Y agregó que en Valencia llovía antes con fuerza en septiembre y octubre, pero no en noviembre como ahora. O sea, que algo raro pasa.

Así que cuando llamó ayer por la tarde un amigo, muy preocupado porque su hija estaba en un atasco inmenso, en una autovía interurbana plagada de rotondas, sin poder moverse, aguantando el diluvio y temiendo quedarse sin combustible, le conté lo del profesor y lo del calentamiento; como algo inevitable, para que se calmara y en previsión de que me soltara aquello de «esto antes no pasaba». Pero no, me soltó que antes ni estaban aquellas rotondas en zonas bajas y fácilmente inundables, porque hay acequias que se desbordan, ni su hija tenía coche, porque aún no tenía carnet, ni la edad. Lo que es para hacer dudar en si habrá formas y formas de llover. Porque igual que se predica que los incendios forestales son ahora distintos, que las llamas progresan como nunca y los calores y los fríos llegan con alternancias que no tocan, cunde el hábito de decir que impera otro modo de llover. Y todo según expertos. Ponga un experto en su vida.

La verdad es que podría llover mansamente, pero también sabemos de sobra que aquí le da de vez en cuando por caer torrencialmente. Los barrancos no se han formado anteayer, aunque pasen décadas tan secos, y las avenidas se llaman así por las avenidas de agua, como las ramblas y las rieras. O sea que ¿nunca antes? ¿Una nueva forma de llover?

Aemet tiene recopilados multitud de sucesos meterológicos que marcaron hitos. Es un sencillo ejercicio, basta entrar en su web para ver enseguida que tal día como ayer, en 1805, ocurrió una «riada del Júcar que causa graves destrozos; la mayor entre 1600 y la de 1864» (esta última 'la de San Carlos', el 4 de noviembre). También hubo riada del Júcar el 16 de noviembre de 1919. Y tal día como hoy, en 1956, hubo «inundaciones en la provincia de Valencia». El 18 de noviembre de 1439 la tempestad se cebó con Barcelona, en 1616 con Málaga y en 1906 le dio al Ebro una gran crecida.

Caray, ¿con que una nueva forma de llover?

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios