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Urgente Una avería en el avión deja tirado al Valencia

Francisco Camps

Una entrevista ha servido para plantear una hipótesis llamativa: el expresidente, candidato a la alcaldía de Valencia por el PP

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Domingo, 30 de septiembre 2018, 10:15

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Inopinadamente, cuando media Valencia se estaba poniendo el pijama, un hombre con problemas y sin complejos, Francisco Camps, se asomó en la noche del jueves a la pantalla de La 8 para una entrevista en directo. No llevaba papeles, pero vestía una impecable corbata. De modo que de manera súbita, hubo 88.944 personas que dejaron el cepillo de dientes y reactivaron el móvil adormecido. Aquí hay noticia, va a pasar algo.

Y pasó. Porque Camps, que fue a la tele porque la Audiencia Nacional había decidido reabrir el caso Gürtel con el fin de estudiar sus presuntas responsabilidades, no se mostraba compungido ni asustado como 47.874 espectadores esperaban, sino distendido y suelto. Resuelto a exponer su hipótesis, que consistía en ligar la aparición de sus problemas judiciales a los periodos electorales y a la necesidad de ocultar escándalos que agobian al partido socialista y sus colaterales. Camps afirmó que sus problemas del jueves son una réplica inducida para ocultar el escándalo de la ministra de Justicia, de modo que miles de espectadores somnolientos se pellizcaron y estimaron si podía ser verdad lo que oían. Que no hay un submundo hecho de artimañas, debates, filtraciones, sumarios y conspiraciones sino simplemente un campo bien cultivado que lleva por nombre política española.

Camps se defendió, vehemente y correcto, para dejar clavados a miles de personas en pijama. Vino a decir que está ya muy curtido en la tarea que le ha reservado el destino; que resulta ser la de sufrir los zarpazos de los que no quieren que Valencia sea grande. Su mensaje fue así de lineal; tan fácil de expresar que invitaba a pensar. De modo que muchos espectadores se sorprendieron haciéndose una pregunta inopinada: ¿Y si este hombre tuviera razón?

El escenario estaba dispuesto para la segunda y mágica fase de la entrevista, donde Camps se dejó llevar de una hipótesis seductora: los militantes del partido le aceptan y reconocen y él se presenta, pese a los temas judiciales pendientes, como candidato del PP a la alcaldía de Valencia. Es ahí donde el personaje llegó a su punto más alto. Sus alabanzas a Lerma y Pérez Casado, y sobre todo su intenso recuerdo de Rita Barberá, llevaron al espectador hasta una Valencia ambiciosa, donde las ideas, proyectos, inversiones y esperanzas de los dos grandes partidos hacían un espectacular milagro.

En unos minutos, Camps pudo decir y dijo mucho más de lo que han dicho todos los concejales del PP en tres años. Habló mejor, se mostró más solvente, más ambicioso, más preparado y lleno de proyectos para Valencia que todos los diputados y todos los concejales de Valencia juntos, alcalde incluido. De modo que un número indeterminado de espectadores se fue a la cama pensando que igual puede hacerse realidad lo que habían oído. Porque resulta que Camps lo que hizo es echarle un pulso al PP.

-Si quieres salir del pozo, atrévete...

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