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En once años el mundo ha cambiado y los dirigentes del PP son de otra generación: sólo la Justicia sigue siendo igual de lenta

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Martes, 16 de enero 2018, 10:29

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El pasado noviembre, investigadores del Observatorio Europeo Espacial anunciaron un descubrimiento interesante: alrededor de la estrella Ross 128 se comprobó la existencia de un exoplaneta, bautizado como Ross 128b, de un tamaño parecido al de la Tierra, en el que podrían darse condiciones razonables para la vida. Lo interesante del descubrimiento es que la estrella, y su servidor planetario, están a una distancia relativamente pequeña, apenas 11 años-luz.

He echado la vista atrás. Cuando salió la luz detectada en la Tierra, hace once años, era 2007 y la crisis económica apenas había comenzado. Ese año, José Luis Peñas, exconcejal del PP en Majadahonda y amigo de Francisco Correa, presentó una denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción, tras haber recibido más de 260.000 euros de la trama corrupta.

En la Audiencia Nacional, el conocido juez Baltasar Garzón, en febrero del año 2009, decidió abrir una investigación por una supuesta trama de corrupción que operaba en Madrid, Valencia y la Costa del Sol. Personas y personajes de las tres provincias fueron investigados y se convirtieron en sospechosos de haber cometido varios graves delitos. El que se llamó Caso Gürtel (nombre alemán del apellido Correa) fue destapado por el diario El País: a sus investigadores les fue concedido el Premio Ortega y Gasset de Periodismo en 2010.

Tras once años, el Caso Gürtel sentó ayer en el banquillo a Francisco Correa, y a otros notables imputados de Madrid y Valencia. Once años-luz de viaje interestelar. Un potente instrumento astronómico, el llamado 'cazador de planetas' HARPS, que trabaja en el Observatorio La Silla, de Chile, ha venido recogiendo la debilísima luz de la estrella y la fugaz ocultación que se produce cuando el exoplaneta pasa por delante de ella. Y eso ocurre a 110 billones de kilómetros del telescopio, muy cerca según los astrónomos.

¿Pero once años es mucho o es poco? ¿La distancia que la luz recorre en ese tiempo es mucha o escasa? Para los ciudadanos, once años es una enormidad que ha cambiado nuestras vidas; pero para los astrónomos es una bendición por su proximidad. En once años hemos pasado por gravísimos momentos y terribles decepciones. Nos ha irritado la corrupción que ha martilleado cada mañana y hemos sufrido viendo desolada nuestra economía. Pero el esfuerzo y la paciencia de nuestros once años ha traído también el consuelo de la recuperación y la sensación de que se ha aprendido la lección.

A lo mejor, la luz que llega a los telescopios desde el lejano Ross 128b dejó de ser emitida hace cuatro años. Quizá aquel sistema solar ha colapsado y lo podremos comprobar dentro de dos años. El firmamento visible es un mero engaño de la distancia. El otro día vi una fotografía de los dirigentes actuales del PP y sólo reconocí a dos de las siete personas: toda una generación de políticos, la que gobernaba esta región hace 'sólo' once años, ha dejado de existir. El mundo es otro. Pero la Justicia sigue siendo igual de lenta.

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