DUELO DE TITANES

Frenesí. En ese mismo reportaje, Carmen Velasco le planteaba el tema a José Miguel G. Cortés, director del IVAM. «El mundo del arte ha de plantearse muchas cosas, tanto los museos como las facultades de Bellas Artes, las galerías y los medios de comunicación», decía Cortés. «Hay demasiado ruido, espectáculo, supercialidad y saraos. (Ese) frenesí cultural pasa por un exceso de oferta: lo 'importante' es hacer cosas, ya sean 14 conciertos o 28 exposiciones. La cultura no tiene que ver con la cifra, sino con la reflexión», añadía Cortes, que reclama «sosiego».

Dudas. Al leer estas nada timoratas declaraciones tuve dudas. ¿Dice Cortés lo que dice pensando en alguien en concreto? La cinefilia vino en mi ayuda: estas tensiones culturales son la versión museístico-valenciana (tal vez también de muchas otras ciudades) de un famoso episodio del legendario Oeste: el duelo a muerte entre los hermanos Earp y 'Doc' Holliday contra los Clanton en el O.K. Corral de Tombstone. Algunas películas sobre ese enfrentamiento: 'Pasión de los fuertes' (John Ford, 1946), 'Duelo de titanes' (John Sturges, 1957) o 'Wyatt Earp' (Lawrence Kasdan, 1994).

El Carme. Días atrás visité el Centre del Carme con la escritora Fani Fernández (su punto de vista tan libre sobre las cosas me ayuda vitalmente). Quedamos a la puerta del museo. Pensé: ¿por qué el IVAM abre a las 10 y el Carme a las 11? Podrían ponerse de acuerdo en los horarios. Otra pregunta: ¿por qué la entrada en el IVAM cuesta 6 euros -salvo para grupos especiales- y en el Carme es gratuita?

Mareados. Más preguntas: el Carme expone actualmente una (estupenda) antológica de Xisco Mensua y una, menor pero curiosa, con fotos de Gordillo. ¿Estas dos muestras no sería más coherente hacerlas en el IVAM? Hay ahí un extraño 'duelo de titanes' cuyo primer resultado es acuciar al personal. No lo neguemos: estamos asustados con el cambio climático y mareados con la revolución tecnológica y los laberintos electorales.

Abandonos. LAS PROVINCIAS publicó, también el jueves, una crónica descorazonadora en el ámbito escolar. La tasa de abandonos de alumnos que no completaron el bachillerato o la FP (cifras de 2018) es del 20,2% en la Comunitat. «Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía: la voluntad», dijo Einstein. Cierto, la voluntad mueve montañas. Pero también existe la voluntad de restar fuerza a las voluntades ajenas.

33.000 firmas. Lo dice el cronista por los recientes exámenes de selectividad. El padre de un alumno se confía a mí con un hondo lamento. «La selectividad viene con polémica. El primer día de examen fue el de matemáticas. Se propuso un problema muy complejo que dejó en la cuneta a casi todos los alumnos. Llantos y desesperación. La noticia llegó hasta los telediarios nacionales. Los alumnos no admiten la derrota, y han abierto una protesta en Change.org donde recogieron más de 33.000 firmas el primer día. Quieren una solución ante lo que consideran una injusticia».

¿Una treta? «Habrá que preguntarse si los profesores que han puesto este examen querían conocer el nivel de conocimiento de los alumnos o fue una treta para cortar cabezas», sigue diciendo mi informante. «El conflicto estaba en el temario. El argumento que aclara la situación lo dio una profesora de matemáticas, que desarrolló el problema para ver el grado de complejidad. Su testimonio es concluyente: 'Me ha costado hora y media resolverlo. Aunque supieran la solución del problema no habrían tenido tiempo para desarrollarlo. Hubieran necesitado tres horas'. Con estas pruebas, habría que ver qué dictaba un juez».

Otro 'duelo'. Alumnos, profesores y jueces. Otro 'duelo de titanes' que no beneficia a nadie.