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DICHOSA, LA CONCERTADA

VICENTA RODRÍGUEZ | eSCUELAS cATÓLICAS

Martes, 26 de noviembre 2019, 07:47

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Con la intervención de la ministra de Educación en nuestro Congreso de Escuelas Católicas, es oportuno comentarle el compromiso de equidad que sustenta el proyecto educativo de la enseñanza concertada, elegido por las familias constitucionales y vivido en nuestros Colegios desde las bienaventuranzas: Dichosos los que lloran... Ahí están los tutores, escuchando las angustias de las familias para caminar juntos en la búsqueda de soluciones sociales, económicas y educativas en la complicada vida adolescente. Ahí están las manos de los maestros que acarician dolores con el fin de sanar los golpes escolares. Docentes sin límite de horario para enjugar lágrimas y consolar corazones.

Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia... llevamos a cabo cientos de campañas solidarias: recogida de alimentos, material escolar, ropa o venta de plantas de Pascua de asociaciones contra la exclusión. Desarrollamos proyectos de aprendizaje y servicio donde surgen múltiples de grupos de voluntariado cristiano. Todas son actuaciones directas con los más necesitados, sea cual sea, su origen o creencia. Dichosos los misericordiosos... Se hace realidad en la labor de inclusión educativa, acogiendo a todo el alumnado, siempre que la Administración nos lo permite y se dota con recursos, aunque sean escasos. La misericordia llega a todos los rincones del Centro: se eliminan barreras arquitectónicas, se abren aulas colaborativas y se integra toda la diversidad personal y cultural.

Dichosos los limpios de corazón... somos los defensores de valores humanos: honradez, sinceridad y coherencia, que tanta falta hacen. Presente también, en los niños y niñas, que reciben formación religiosa para vivir con estilo evangélico y contribuir con la fraternidad a esta sociedad. Nuestros mejores aliados, los abuelos, cuya vida transparente y sencilla expresa las creencias que forman a los ciudadanos buenos y felices. Dichosos los que trabajan por la paz... La educación siempre provoca el desarrollo de los pueblos. El profesorado desde las aulas inicia la transformación pacífica, que los estudiantes continuarán en cualquier lugar donde se encuentren. Esto se puede comprobar en la lista de influencers creyentes. Y estamos dispuestos a vivir con esperanza la última bienaventuranza: dichosos los perseguidos por causa de los políticos sectarios, que retuercen las libertades y nos calumnian para ver si así pueden reducir la demanda social de las familias. Tenemos el convencimiento de que somos bienaventurados y escuchamos al Maestro: Alegraos y regocijaos.

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