Urgente Una avería provoca atascos kilométricos en la V-31 y Ausiàs March

A veces temo que Pablo Iglesias se crea de verdad las cosas que dice, que lo suyo no sea sólo sobreactuación para partidarios. Ya saben, el «Nos conviene que haya tensión» que Zapatero confesó sin micrófonos al otro Gabilondo. Menudo escándalo que la Casa Real no haya dicho nada del fascismo epistolar que nos estamos dando. ¿En serio? Tampoco ha dicho nada la Casa Real de Rociito, ni del pelo de Frances McDormand, si nos ponemos en plan nada humano tiene que ser ajeno al Rey. Pero lo mejor es otra cosa. Le preguntan en 'La Vanguardia': «¿Se ve presidente?» Y dice que sí. Que en sus grupos de Telegram y en los de WhatsApp menos políticos, los de sus primos, ve cosas que no había visto desde 2014, mucha preocupación y mucha indignación. Así que, habiendo tanta preocupación e indignación, viene el primo Pablo con el mocho y todo arreglado. Nada, que me he acordado del 'delirio de Clérambault', esa ilusión delirante de que alguien te ama.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a la información de calidad, suscríbete a Las Provincias.

Publicidad