Como preludio de la temporada que ya se barrunta apasionante, ciclo de Fallas incluido, el Ateneo Mercantil, en esa loable labor que hace en favor ... de la tauromaquia, el jueves presentaba al médico Antonio María Mateo, especialista en cirugía vascular. El galeno que ha estado cincuenta años desarrollando su especialidad en la plaza de Valladolid, a través de su conferencia 'De verde y plata', fue capaz, con sus atinados y documentados argumentos, de levantar de sus asientos a la numerosa concurrencia que acabó tributándole una cerrada ovación.
No fue sólo una lección magistral de quien se sabe dominador de una profesión acrisolada por los años de experiencia y dominio de la ciencia. Al escucharle, pronto tuvimos la certeza de que además de ser un ilustre doctor, era también un aficionado cabal y apasionado defensor de la tauromaquia. Como médico mandó mensajes de optimismo acerca de los avances que se han incorporado a cirugía tan particular como la que tiene que reparar daños producidos por asta de toro.
Llegó a señalar que «ahora los toreros deben tener la confianza de que es muy poco probable que se muera de una cornada vascular porque tenemos muy claras las normas de cómo actuar ante esas lesiones». Sin embargo, sí pidió mayor implicación de las administraciones públicas para que las mejoras que se pusieron en marcha a raíz de la muerte de Francisco Rivera 'Paquirri' no se detengan. «Todavía queda mucho por hacer», apostilló.
Como aficionado no dudó en combatir con una particular teoría -que compartimos- a los antitaurinos y animalistas: «En este movimiento tiene parte de culpa Walt Disney. Cuando sale Bambi buscando a su mamá, o Nemo a su papá mientras surca los mares... Estos mensajes llegan y lo hacen mostrando una visión de un animal que piensa, que discurre, que sufre. Esto confirma la idea de que es una insensatez atribuir sentimientos humanos a los animales».
Ya solo falta que salga el toro.
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