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AGUARDANDO A VER QUÉ HACE EGIPTO

VICENTE LLADRÓ

Lunes, 2 de diciembre 2019, 08:04

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Cuando un corredor de fruta habla con un citricultor, con intención de comprarle anticipadamente naranjas de variedades que se recolectarán dentro de meses, y el productor, que nota en el ambiente la presión compradora, pide un precio al alza, el primero suele esgrimir entonces, para tratar de bajar los humos, que tal cotización está fuera de alcance; que posiblemente se llegue, pero aún es bastante incierto, porque todo dependerá de lo que haga Egipto.

O sea, que se depende de El Cairo, o por allí, y los corredores están bien aleccionados de cuáles son sus bazas de negociación compradora en el campo. El bagaje de argumentos disponibles se va renovando; ahora se llevan en el catálogo de primera línea las razones que apuntan a Egipto. Por la experiencia de años anteriores, cuando la oferta barata de naranja egipcia frenó a la española en Europa.

Habrá sido por alguna confluencia astral, pero la merma de mandarinas y naranjas afecta a toda la cuenca mediterránea, no sólo a España y a Marruecos, como sabíamos desde hace tiempo. Además se confirma que, finca por finca, o casi, sobre la cantidad estimada a la hora de recolectar, que ya venía rebajada, todavía sale menos fruta. Por eso las últimas partidas de Clemenules que quedaban por vender se rifan. Ayer mismo se llegaron a comprar en La Plana a 60 céntimos el kilo. Un récord. Quién lo iba a decir con la denostada Clemenules, que la campaña pasada se llegó a liquidar en algunos casos a cero absoluto. No llegará a vísperas de Navidad, se está agotando lo que había, y ya se da por seguro que la merma no era del 30% como se dijo, ni del 50% como se aceptó después. Tal vez del 60% o más. Hay huertos que no tienen ni 50 arrobas por hanegada. Eso es la cuarta o quinta parte de lo normal. Oferta y demanda. Pero aunque el precio sea el doble o triple, el productor aún ingresa menos. Y como siempre hay quien se lanza a aventurar, algunos se esfuerzan en avisar de que el año que viene igual se vuelve a sobreproducciones otra vez desastrosas. Veremos. En Clemenules no hay que perder de vista que aparte de la merma coyuntural de este año existen datos de evolución estructural: en veinte años no se ha plantado de esta variedad, por el contrario se ha eliminado mucha superficie, y encima se va muriendo arbolado sobre pie Carrizo cuando alcanza cierta edad y le ahoga el miriñaque. Y, además, en Egipto no tienen Clemenules.

La competencia egipcia es más que nada de naranjas y en la segunda parte de la campaña, pero también tienen bajada de cosecha. Es general. Lees noticias de publicaciones fruteras especializadas y se repite lo mismo: menos oferta de Egipto, Turquía, Marruecos, Grecia, Italia... Algunos compradores han ido a ver las pirámides y al volver no bajan la tónica compradora, aunque mantienen que aguardan.

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